8.Te Extrañé

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Pov Juliana

Ya era viernes, deje a Val después de ir al hospital, al llegar a casa fui directo a bañarme, estaba sudando, ese día habíamos ido al parque y el calor que se sentía era enorme, me puse bajo la regadera y disfrute del agua helada durante unos segundos.

Salí de la ducha, me seque, me puse crema en el cuerpo y busque algo de ropa, ahora entraba al bar mas temprano para no salir tan de madrugada, pero los días Viernes si me quedaba hasta la madrugada.

El bar tenia un estacionamiento para los empleados, estacione mi moto y entre por la puerta trasera al bar, me di cuneta que ya habían como 20 personas, la mayoría eran grupos de amigo, era Viernes y fin de mes, así que hoy sería una noche larga. Comencé atender mesas, hablar con algunos clientes que me preguntaban cosas, algunas cosas sin sentido, ya que algunos a las 9 de la noche ya estaban bastante ebrios, algunos querían salir conmigo, y yo obviamente los rechazaba, aun que sin que se sientan mal. Estaba limpiando una de las mesas cuando sentí una mano sobre mi hombro, me sobresalte y gire.

-Perdón, no quise asustarte —dijo Guille.

—No pasa nada —le dije, en eso vi a su esposa Renata que estaba al lado de Valentina, cuando nuestras miradas se conectaron sonreímos —. Justo estaba limpiando esta mesa, pueden ocuparla —les dije.

—Gracias —me dijo Guille —. Vengan —las  llamo a las dos, estas se acercaron, Renata se sentó al lado de Guille y Val al otro lado, era una mesa con 4 sillas, así que la chica de ojos azules estaba sin compañía.

—¿Que van a querer? —les pregunté.

—Dos cervezas —respondió —¿Tú que quieres Valen? —yo la mire.

—No se —le contestó a su hermano.

—Te puedo traer un zumo de limón —le sugerí.

—Bueno, gracias.

—Bien, ya vuelvo —dije, camine hacia la barra y yo misma prepare el zumo de limón para Val, saque las dos cervezas, coloque todo en una bandeja junto con dos posillo que tenían uno manís y otro nachos, volví a la mesa, le di las dos cervezas, las destape primero y le pasé el zumo a Val —.También les traje esto para que piquen un poco —le deje los dos posillos.

—Gracias —me dijeron.

Pov Valentina

—¿Puedes quedarte un rato con nosotros? —le pregunté.

—La verdad no sé si pueda —me respondió, agache la cabeza —. Pero puedo preguntar, ya vuelvo —dijo, se levantó y camino como pudo entre la gente hasta llegar a la barra, habló con un hombre de tez morena alto y corpulento, mientras hablaba con él nos miraba y el hombre también, luego de un rato volvió —. Me dejaron estar unos 20 minutos —se sentó a mi lado.

—¿Siempre se ve este lugar tan lleno? —le preguntó Renata.

—Pues si, ahora más ya que es viernes y fin de mes —le contestó.

—Debe ser muy cansador atender a tanta gente todos los días —afirme.

—Si, a veces lo es.

—¿Alguna vez alguien se propaso contigo? —pregunté.

—Una vez un tipo que le gustaba pegarle en el trasero a las chicas y ellas no decían nada, un día me lo hizo a mi y le rompí la nariz de un golpe —contó, yo la mire sorprendida.

—¿Te despidieron después de eso?

—No, la verdad me lo celebraron —contestó con una sonrisa —Antes de que yo llegara, este bar tenía otro dueño y ese cliente era su preferido y por eso permitía que hiciera eso —nos contó —. Luego cerraron por un tiempo el local y ese dueño lo abandono, pero su hermano lo compró, el nuevo dueño en vez de despedirme me el subió el sueldo y por eso no solo atiendo mesas si no que también la barra, y desde entonces este lugar a crecido.

I Can't Help Falling In Love With You [Terminada] Where stories live. Discover now