Doctora Swan (SwanQueen)

Capítulo XI

Cameron se mordió el labio y pensó en tratar de negar las palabras de Regina, pero sabía que no tenía sentido. Ya no era la misma mujer que había pedido pruebas hospital. Había algo en esta ciudad que la hacía sentir extrañamente más optimista de lo habitual, incluso antes de haber obtenido su prueba, había tenido este e pertenencia, de que era allí donde debía estar. Ciertamente era algo que nunca había experimentado antes y no era algo que quisiera saber que no sucedería si hubieran cambiado el futuro de alguna manera.

Era casi como si estar aquí simplemente apagara la parte racional de su cerebro y permitiera que la otra parte fuera libre de creer lo que le decían, y tenía que ad gustaba ese sentimiento de libertad.

"Ya no veo el punto de negar un futuro que quiero que suceda", murmuró muy bajito Cameron.

A pesar de todo lo que estaba sucediendo, Regina realmente sonrió ante eso, era agradable saber que su novia era capaz de confiar completamente en ella, incluso sin conocerla.

Pasó un momento, antes de que Cameron recordara de lo que habían estado hablando y preguntó: "¿Cuál era tu plan para hacer que la varita funcionara?"

"Un beso de amor verdadero, es la magia más poderosa de todas y debería poder trascender el tiempo", se dijo Regina casi para sí misma, como si no pudiera creer que estuviera diciendo esas palabras.

"¿Perdon?"dijo Cameron descolocada

"En mi tiempo la magia se trajo a Storybrooke utilizando el verdadero amor compartido entre Blancanieves y el príncipe azul. Después de casi treinta años, volví a tener magia y no muestra signos de agotamiento en un futuro cercano ... así que, en teoría, podríamos usar el verdadero amor para activar estas pociones ... "

"¿Pero para eso deberíamos volver al hospital traer aquí a mis par... a Nieves y David y hacer que se besen?" Cameron preguntó, "¿y si te equivocas?"

"No son los únicos que comparten el Amor Verdadero ..." dijo Regina

Cameron abrió la boca para preguntar quién, pero entonces al mirar a Regina se dio cuenta " pues si tenemos que esperar por ti y ... Emma para que compartáis un beso, entonces habrá el mismo problema que esperar a que Blancanieves y el Príncipe Azul se besen"

"El verdadero amor está destinado", dijo Regina lentamente.

"No ..." comenzó Cameron, pero vaciló cuando no podía pensar en una forma de romper su argumento, no solo porque no tuviera ningún entendimiento de la magia...

"Si realmente eres Emma Swan, entonces eres mi Amor Verdadero, no importa quién pretendas ser".

"No estoy fingiendo; mi nombre legalmente es Allison Cameron ...", respondió la morena de manera bastante débil.

"Pensé que querías el futuro que has visto ..."

Cameron se llevó se mordió el labio inferior de forma inconsciente al considerar las palabras de Regina, de hecho, quería tener todo lo que el futuro de Emma Swan tenía, pero al mismo tiempo, le gustaba su vida en ese momento, tranquila en la cual su única preocupación eran sus pacientes y House. Pensandolo realmente Cameron se dio cuenta de que la Emma Swan de su pasado y presente, y la Emma Swan de su futuro y salvadora, eran dos personas completamente diferentes. La primera era una niña huérfana asustada que se había escondido de un hermano adoptivo particularmente malo, y que incluso en la actualidad se escondía de todo el mundo tras una vida falsa y perfecta por temor a ser rechazada. Y la segunda era una mujer intrépida que saltó frente a un automóvil con tal de salvar a un niño de una muerte segura. Cameron ya no tenía ni idea de lo que quería en su vida, ni de que pensar.

"No lo sé…"

Regina se dio la vuelta, tomó un frasco de líquido transparente y lo sostuvo para que la otra mujer lo viera, "esto hará que olvides el último par de días", anunció.

Cameron tragó saliva y lo miró fijamente antes de preguntar: "¿por qué querría eso?"

"Porque, si puedes olvidar, entonces el futuro estará protegido. Serás Allison Cameron durante el tiempo que tu consideres oportuno y cuando llegue el momento, tu hijo interrumpirá en día de tu veintiocho cumpleaños para llevarte a Storybrooke".

La doctora miró la poción por unos momentos, antes de que se pusiera de pie y se acercara a la alcaldesa, "¿qué quieres que haga?" susurró, casi inaudiblemente.

Regina dejó escapar un pequeño suspiro de alivio y dijo: "Solo permítame un beso y sabremos si mi teoría funciona".

"¿Estás segura de que estoy destinada a ser tu verdadero amor?"

"Estoy más segura de lo que nunca he estado sobre nada en toda mi vida, querida", respondió Regina en un firme susurro.

Cameron solo inclinó ligeramente la cabeza, negándose a hacer contacto visual con la otra mujer, solo esperando que ella hiciera el primer movimiento.

No pasó mucho tiempo para que la ex reina se diera cuenta de lo que estaba haciendo la otra mujer, y ella se inclinó hacia adelante para unir sus labios.

Había planeado dar un pequeño beso, pero tan pronto como sus labios se unieron a los de la otra mujer, su mente pareció olvidar completamente que esta no era realmente su novia, al menos no todavía.

Todos los temores de perder a la mujer que amaba parecían hacerse cargo cuando comenzó a mover los labios, y a Cameron no le llevó mucho tiempo perderse en el beso.

Cameron llevó sus brazos alrededor de la cintura de Regina, mientras que la mujer mayor colocó sus brazos alrededor de los hombros del doctor, acercándola increíblemente.

Les tomó un minuto completo darse cuenta exactamente de lo que estaba sucediendo y se alejaron rápidamente.

Cameron tomó algunas respiraciones jadeantes, tratando de comprender por qué eso había sido tan increíble, nunca había pensado que un beso pudiera ser tan bueno tan bien, tan destinado. Siempre había soñado con compartir el Beso del verdadero amor con alguien, pero nunca había tenido la impresión de que realmente iba a suceder.

Se miraron la una a la otra por un momento, antes de que Cameron dejara caer sus manos y se aclarara la garganta.

Regina se sonrojó ligeramente y apartó las manos del hombro de la otra mujer.

Estaba a punto de abrir la palma de la mano para ver si las pociones habían cambiado de color, pero sus ojos se agrandaron cuando vio el objeto brillante en la mano de la otra morena.

Cameron siguió su línea de visión y miró la varita, y de la impresión dejó caer la brillante pieza de madera al suelo, como si el objeto se hubiese intentado absorberle la mano.

Regina trató de no reírse de la reacción de la doctora y se inclinó para recoger la varita, luego miró hacia la estantería y vio como cada uno de los frascos había recuperado su brillo distintivo.

Mirando hacia atrás a Cameron, cuyos ojos aún estaban bien abiertos, dijo: "Creo que ha funcionado".