¡Yᴀ Bᴀsᴛᴀ!

El tiempo que se repite y repite

Ahí estaba yo. . . Otra vez. . . Cayendo sin un final, solo caía y caía en busca de que alguien detuviera mi caída. Gritaba y gritaba quería parar de caer, siempre hacia el mismo lugar cuando pienso que es sin un fin una figura atemorizante de color negro con aura roja que crea un gran agujero infernal y abismal. . . Su mirada es cortante y fría, empiezo a escuchar su risa, diabólica y sin fin. . .

Despierta. . .

Comienzo a entrar en aquel agujero de dónde no es visible un fondo o un límite y dónde al entrar mi piel comienza a quemarse como un filete de carne asandose, a la distancia escucho voces, no logro reconocerlas, me he perdido en este extraño abismo del que mi cuerpo se niega a escapar, siento que lo merezco. . . Este es mi karma.

Despierta. . .

Alis : ¡AH! -se levanto de golpe al despertar de la habitual pesadilla-

Miro el espejo en busca de alguna imagen diferente a algo que no fuera su reflejo pero al no ver nada simplemente suspiro y se acomodo mejor en la cama, tallo sus ojos y dió un gran respiro.

La princesa que hace tiempo atrás no sabía ni lo que era una libreta o una pluma, ahora seguía a tiempo y en ritmo las clases que su padre le daba, era inteligente y hermosa, una bella princesa que buscaba lo que le atormentaba cada dia, Desde que había llegado había visto un cien de veces a aquella mujer de manto blanco y labios carmesí; las pesadillas dónde una extraña figura negra y carmesí la adentraba en un abismo tampoco ayudaba solo hacían que su mente se estresara y se estresara. Pero había algo que al igual que su hermano florecía dentro de su ser un poder que nadie podría medir y que no se conocerían los límites, ni Zalgo lo pararía si se llegará a descontrolar.

Alis : Otro día, esperaré que sea diferente al anterior -se destapó y bajo de la cama para sentir la alfombra bajo la planta de sus pies-

Los años se veían en su cuerpo exactamente dos y hoy en especial era un día algo o más bien aburrido pues ahora tenía una rutina que debía seguir, después de todo era una princesa y a diferencia de lo que todos piensan, no es ser bonita, llevar vestidos enormes y tacones.

Alis Pov's

Estiré mis brazos en busca de sentirme mejor debido al entumecimiento que tenía gracias a mis horas de sueño, suspire y camine hacia mi tocador viéndome al espejo.

Alis : Demonios, luzco como un diablillo de la gula -tome mi cepillo y comencé a pasarlo por mi cabello quitando los nudos que se hicieran-.

Usualmente no me gustaba dormir con algún peinado o trenza por qué sentía que no tenía libertad o comodidad con el cabello atado pero en fin cosas insignificantes, cuando ya no había nudos fui al baño a lavarme la cara o más bien a dejar de parecer zombie, luna no tardaría en llegar con mi ropa de hoy, que por cierto gracias a Zalgo ella tenía buen estilo, créanme en los libros de papá las reinas y reyes de antes eran realmente. . . Iug, espeluznante, cabellos altos mantecados, maquillaje de polvo y cuerpos olorosos por no tocar un jabón en años, la humanidad era realmente graciosa a decir verdad, era la raza más tonta y cómica que conocía, destruyen su propio hábitat en busca de saciar su codicia y se apoderan de una manera brusca de cosas que no les pertenecen, además de sus incontables peleas por estupideces como sobre quién tiene el control o el poder. Mire el reloj de mi habitación, me sorprendió ya que era más temprano de la hora habitual en la que despertaba.

Es tu voz. . .

Ahí estaba de nuevo, esa voz que me atormentaba todos los días, comenzaba a sospechar que era la mujer misteriosa quien la emitía pues cada vez era más normal ver sus apariciones que las de Red, desde aquel día en el que perseguí a esa voz. . . La había visto a lo mucho 5 veces, pero no hablaba no emitía sonido alguno, solo sonreía como una loca. Lleve mis ojos a la puerta.

Luna : -entro con el vestido en sus manos- buenos días princesa, escuché que despertaste más temprano, ¿acaso te emociona la reunión con los Maritimus?

Alis : ¿Los. . . Que? -la miro-

Escritora Pov's

La chica parpadeo varias veces mirando a su dama de compañía en busca de que le recordara a lo que como ya era habitual ella le sonrió algo burlesca.

Alis : Ay no. . . Lo olvide. -se tallo la cara-

Luna : en verdad eres el claro ejemplo de una princesa que se aburre de serlo, podría escribir un libro sobre cómo olvidas las cosas importantes

Alis : Perdón, me olvidé completamente de ello -se estiró y se colocó frente a ella-

Luna : Deja de lamentarte y comencemos a arreglarte y sabes bien que a tu padre no le gusta que lleguemos tarde, recuerda lo que pasó la última vez, a ti te encerró en tu cuarto una semana y a mí me dejó sin magia un mes.

Alis : es divertido tener magia, ¿verdad? -comento mientras se desvestía con ayuda de la mucama- bueno, y que seas capaz de usarla sin ninguna restricción 

Luna : Bueno, la verdad querida es que no te puedo decir que lo es, nací con ella y no te puedo negar que tal vez soy algo independiente de ella. . . Pero a quien le importa soy un demonio. -le coloco el vestido-

Alis : oh valla, me encanta el estilo -se miro en el espejo de cuerpo completo- en verdad son tan importantes esas personas -sintió como Luna le ajustaba el vestido en la parte de atrás- ¿podré respirar hoy o que sucederá?

Luna : el día de hoy necesitamos un poco más de cintura, manos en la cintura -la niña obedeció- bien, ¿Lista? Respira y. . . -ajusto el vestido-

Alis : ufff. . . Al menos se ve la diferencia -suspiro al sentirse algo apretada-

Luna : No por nada eres la hija de Zalgo y de la dama del violín. -sonrió-.

Alis : ¿De quién? -volteo a verla- Luna, ¿Qué acabas de decir?

Luna : Yo. . . No es nada. -bajo la mirada-

Alis : ¿Que?, ¿Cómo que no es nada?. ¿De quién hablas?, ¿Quién es la dama del violín y por qué dices que es mi madre?

Luna : -miro a la niña con los ojos característicos de su poder de color verde brillante- no, hablo de nada

Alis : -suspiro y tragó saliva para después voltearse y ver nuevamente el espejo pero está vez del tocador pues la mucama había comenzando a cepillar sus cabello y peinarlos-.

Es tu voz. . .