―Estás mintiendo ―me apresuré a responder―. ¿Por qué iba Loris a mostrarse de esa forma si supiera de los vídeos? Es casi seguro que nadie le creería.

―A Loris no le interesaba que otros le creyeran, lo hizo solo por ti.

Generó una pausa mientras bebía, de seguro para aumentar mi ansiedad y las ganas de zarandearlo para que se explicara. Lo logró.

―En realidad, lo hizo por él mismo, para que le estuvieras en deuda y así obligarte a estar a su lado.

―Estás loco. Loris no me obliga a nada. ¿No será que te molesta que esté dándose cuenta de la persona que eres?

―Loris ha sabido desde el primer momento la persona que soy, eso nunca le ha impedido seguirme. Porque él es eso, un seguidor. Tal vez una mascota, te da cariño, pero a cambio necesita que lo mantengas vivo.

Esta vez fui yo la que tomé un trago largo de café. Quería hacer tiempo para pensar, y si resultaba que sí estaba envenenado y me moría, al menos me sacaría de esa situación incómoda.

―Loris ha hecho muchas cosas por ti, ¿no? ¿No crees que deberías tenerle un mínimo de respeto?

―No ha hecho más por mí de lo que yo he hecho por él, y eso no le importó cuando hizo esa estupidez del vídeo.

Cerré mi ojo un momento para calmarme. Cada palabra de Esteban me enfurecía, pero si caía en sus provocaciones iba a ir directo hacia donde él quería. Intenté centrarme en el asunto que me había llevado hasta ahí.

―Sigues sin decirme qué es lo que quieres para no publicar esos vídeos.

―¿Ah, lo viste? ―Se rio―. Otra persona pagaría mucho por ese material, espero que haya satisfecho tus expectativas. No fue mi mejor momento, pero...

―¿Qué es lo que quieres?

―Me pregunto que dirían las buenas gentes del internet si lo vieran. ―Fingió pensar―. ¿Cuántas de las personas que ahora le creen negarían haberlo hecho? Las generaciones actuales son extremistas, todo lo que no está del todo en sintonía con sus creencias es tachado de tóxico, y son capaces de cancelar a cualquiera, así lo hayan seguido por años, solo por cometer un error. ¿Cómo reaccionarían si viesen a su Loris víctima tener sexo consentido con su violador?

―¿Qué es lo que quieres?

Esteban cambió su gesto burlón por uno más sobrio, sus ojos se entrecerraron y percibí ese desprecio que recordaba con claridad viviendo de él.

―Quiero que le ordenes a Loris que quite la demanda.

Me sorprendí al escuchar aquello. Loris me había comentado sobre el proceso legal que estaba llevando a cabo contra Esteban durante el viaje, pero me impresionaba que el otro mostrara de manera abierta que le preocupaba lo que podía pasar.

―Yo no le doy órdenes a Loris.

―Pues dile que quite la demanda, porfis porfis ―se burló.

―Si según tú, él accedió a todo, no veo la razón para que me pidas eso, de seguro ganarás el juicio.

―Los procesos legales siempre son una pérdida de todo, y me restringen libertades. Aunque tienes razón en que, al final, yo voy a ganar. Y si pierdo, Loris perderá conmigo. Él es cómplice de la venta de drogas y de la supuesta prostitución de la que me acusa, no tiene manera de salir ileso.

―Él no es tu cómplice, es tu víctima, igual que otros que te han acusado.

―Puede ser mi cómplice y mi víctima al mismo tiempo. Él sabía que se consumían drogas en las fiestas, algunas se llevaban a cabo en su apartamento, incluso. Y sobre la supuesta manipulación a personas para que mantuvieran relaciones conmigo o con otros, él también estaba enterado, así que estaría encubriéndolo. De todas formas, él o cualquiera mienten cuando aseguran que los manipulé. Todos quienes se relacionan conmigo hacen lo que hacen para su propio beneficio, como en cualquier negocio, ya te dije que yo no engaño.

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