—Debería darle un poco de crédito al niño, en serio.

Raku gruñó bajo y siguió su camino hasta llegar a la enorme casa que guardaba sus armas y las de toda la manada. Debía encontrar más municiones. Debía admitir que estaban en ventaja. Al ser cambia formas sus heridas sanaban con gran rapidez. No era tan fácil matarlos, a diferencia de los humanos que en cuanto les doblaban el cuello cortaba su vida. Tal vez estaba en ventaja con ello. Pero si contaba su número con los de los humanos entonces el ejército enemigo ganaría. Debían encontrar más soldados.

Kato elevó la mano hasta recoger una manzana ya madura, su sonrisa estaba tan radiante que Mika era contagiado por ella

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Kato elevó la mano hasta recoger una manzana ya madura, su sonrisa estaba tan radiante que Mika era contagiado por ella. Ambos habían decidido descansar de su recorrido en aquel riachuelo que separaba su manada de una diferente al norte. Debajo de un árbol con la luz del sol calentando sus cuerpo decidieron solo sonreírse y comer tantas manzanas como pudiesen. Por el momento Kato era el que iba ganando en ello

Su paz era tan oportuna que Mika había olvidado todo lo que tuvo tiempo atrás. Estaba bien, Mika sabía que Karim pronto tendría un alma más al que amar, se recuperaría con facilidad, su fuerza era inigualable. No debía preocuparse por él. Además tenía conocimiento de que Dena estaba a su lado y el Omega podría controlarlo y cuidarlo. Ambos iban a estar bien el uno al otro. Por algo la diosa luna los había emparejado, se complementaban.

—¿Es cierto que si un Gamma queda embarazado, muere? —Kato decidió preguntar porque no quería correr el riesgo, no quería perder a su pareja y si tener descendencia los separaba entonces no lo quería.

Mika sonrió con un poco de nostalgia. Él no tuvo a alguien que le explicase los detalles de su situación como Gamma. Sus padres habían muerto cuando él no tenía voluntad propia. Se había criado entre puros Deltas que pocas veces le explicaban cómo es que ocurría su emparejamiento. Sin embargo Mika sabía que la madre que le dio vida era una Gamma al igual que su padre, un hecho que la madre de Karim había catalogado como un milagro. Tenía un poco de sospechas de que aquello era cierto, que la debilidad de un Gamma les dificultaba la tarea de tener un hijo propio. Una razón más para su casi extinción.

—Con un milagro se puede —soltó Mika mientras sus manos sujetaba un pedazo de pasto y lo arrancaba de la tierra, intentando encontrar las palabras adecuadas para demostrar que él sí estaba dispuesto a correr el riesgo—. Mi madre fue Gamma, murió antes de que siquiera pudiese recordarla, pero ella sí pudo.

—Los milagros ocurren una vez cada cien años —Kato recordaba escuchar a su madre cuando leía alguna que otra historia— sin el milagro ¿entonces?

—Sin el milagro depende.

Mika se levantó y estiró sus brazos una vez antes de agacharse y quitarse la ropa con rapidez. Kato desvió la mirada y carraspeó un poco incómodo. El alfa solo volteó cuando una esponjosa cabeza se acomodó en su pierna. Mika en su forma animal era realmente hermoso y tierno, Sus largas y grandes orejas y su pequeña nariz hacían de él una combinación de una maravilla natural. Kato lo veía de esa manera porque ese pequeño zorro del desierto que parecía empezar a dormir en sus piernas era suyo, su pareja.

El Lobo Y El Zorro (Omegaverse) [Gay]Where stories live. Discover now