The Last Kiss (SuperCorp)

Capítulo VII

El roce de sus labios sobre los míos, me hizo sentir mariposas en el estómago. Una calidez inexplicable, lleno mi cuerpo por dentro.

Besar a Kara, era dulce y maravilloso.

Pero, de pronto, todo fue interrumpido

-¡Kara! - gritó Lex cerca de nosotras.

Al escuchar la voz de mi hermano menor, me separe rápidamente de la chica de ojos azules.

-¿Pasa algo?.- preguntó él una vez que estuvo entre Kara y yo.

Negué con la cabeza.

-Sólo me estaba despidiendo de ella. - respondí, ignorando por completo lo que acababa de suceder.

Kara desvió la mirada, y centro su atención en nada en particular .

Lex miro a Kara y después a mi, a mi y después a Kara nuevamente.

-Bien. - dijo él . - Lena, he comprado boletos para el Partido de este fin de semana, ¿Qué te parece si tú y Matt vienen con nosotros?.- preguntó al mismo tiempo que tomaba a Kara de la cintura

Yo tragué fuerte, y miré hacía el suelo.

-No lo sé, tengo que preguntarle a Matt si le apetecería ir. - contesté ausentemente

-Le he preguntado ya, y ha aceptado. Así que, nos vemos en la entrada "E" del Lambeau field.- exclamó él con una sonrisa

Apreté la mandíbula, maldito Matthew hijo de puta.

Me obligué a mirarlo a los ojos.

-Esta bien, nos vemos allí.- respondí finalmente

Él asintió, y tomo a Kara de la mano, yo sólo atine simplemente a verlos marcharse.

¿En qué embrollo me había metido?

A la mañana siguiente, en cuanto puse un pie en la empresa, me dirigí directamente a la oficina de Matt.

-Buenos días, Alex. - salude a la secretaria de Matt .- Bomer, ¿llegó ya?

La mujer de unos cuarenta y pocos me sonrió amable, y asintió.

-Recién acaba de llegar. - respondió ella.

Asentí con la cabeza, y sin tocar la puerta, me introduje en su oficina.

Me plante frente a su escritorio, y cruce los brazos sobre mi pecho.

Él me miró sorprendido, y comenzó a sudar, y tocarse su sedoso cabello.

Estaba nervioso

-Supongo que ya lo sabes, ¿no?. - dijo él en tono silencioso

-Supones bien, querido amigo. - respondí haciendo énfasis en las dos últimas palabras.

Él me miro, y se puso de pie, se tapó el rostro con las manos, y se alejó lo más posible de mi.

-Por favor, si vas a golpearme hazlo ahora, pero no podía negarme. Lee, es un juego clásico, ¡por Dios!. - exclamó él con evidente emoción.

-Te vendiste por un boleto, eres un traicionero hijo de puta, gilipollas. - grité mientras le lanzaba un folder.

-Vamos len, si quieres no vamos y ya ¿cuál es el problema?. - exclamó él mientras se escondia detrás del archivero.

Suspiré pesadamente

-¿Problema? Idiota, ¿te parece poco que vaya ir Kara? ¡Dios! No quiero, no quiero. - dije frustrada con ganas de llorar.