Capitulo 26

Depuis le début
                                    

-Karina me convirtió en este monstruo- insistió la Beldam, su voz era un susurro, la desesperación comenzaba a inundar su mente, quería gritar que ella solo había sido una victima

Pero Liam no tuvo oportunidad de contestar, las largas y letales uñas de Coraline lo hicieron retroceder, la joven se abalanzaba hacia el como si fuese una marioneta que no coordinaba bien sus ataques, el joven noto la similitud en las manos de Coraline con las de la Beldam, el aspecto de esa marioneta se distorsionaba a voluntad, o eso era lo que él quería creer, los ataques de Coraline parecían ser más certero conforme los segundos pasaban, sus garras eran letales logrando que una de esas largas uñas arañaba su mejilla. Con agilidad Liam logro atestar un golpe en la pierna de Coraline haciéndola caer al suelo de rodillas una oportunidad que el joven de cabellos azules no desaprovecho. Con su pierna Liam golpeo la parte trasera de la cabeza de la marioneta dejándola en el suelo e inmediatamente colocándose encima de ella, impidiendo el movimiento de Coraline.

Coraline se retorcía en el suelo, sus brazos habían sido inmovilizados por Liam, la Beldam miraba todo con asombro sus manos temblaban al igual que todo su cuerpo, tenía miedo, miro como el cabello de Liam crecía a una velocidad sorprendente quedando lo suficientemente largo para tapar gran parte de su rostro, sus manos se habían convertido en garras las cuales se encajaban en los brazos de la peli azul, la cual gruñía debido al dolor.

-muñecas de carne y hueso que no merecen vivir así, dioses de los cielos que permiten el paso a las almas, regresen el alma al cuerpo real y permítanle recobrar sus recuerdos- Liam hablaba casi en un murmullo, su voz salía suave y delicada

Con cada palabra dicha por el joven, Coraline parecía retorcerse de dolor, la Beldam noto la sangre saliendo de sus oídos, algo estaba mal y Liam inmediatamente lo noto, aflojo un poco la presión en los brazos de la joven lo cual ella inmediatamente aprovecho, lanzando al joven lejos de ella.

-Parece que su voz realmente llego hasta lo más profundo de tu mente y alma- la voz de Liam era fuerte y clara- tendré que pedir ayuda...solo espero que mis suplicas sean escuchadas

Coraline se había puesto de pie, la sangre salía de sus manos y de sus oídos, la mirada de Coraline lucia furiosa y al mismo tiempo triste, la Beldam miraba todo desde una esquina de la gran habitación, sin poder entender las palabras de Liam, tenía miedo de preguntar y su miedo incremento al ver como el rostro de Coraline giraba hacia estar en su dirección, la mirada llena de odio y un profundo resentimiento le helo la sangre, todo lo siguiente fue prácticamente en cámara lenta. Coraline girando su cuerpo y corriendo hacia donde ella se encontraba, sus manos convertidas en gigantes garras, la expresión llena de odio y la gran cantidad de sangre que comenzaba a salir de su pecho. No sentía dolor, no sentía absolutamente nada, su mirada se dirigió hacia Liam el cual se mantenía en silencio con la mirada tranquila viendo como ella era atravesada por Coraline

- ¿Por qué? - fue lo que alcanzó a preguntar antes de caer al suelo mirando el techo gris

Coraline corrió hacia la salida rápidamente, dejando manchas de sangre como un rastro algo perturbador, Liam camino hacia la Beldam quedando a su lado sin siquiera mirarla, el joven observaba el lugar que Coraline había tomado para salir del palacio rosa, la Beldam estiro un poco su mano para tomar el pantalón del joven peli azul, el cual inmediatamente y con un suspiro cansado la miro, sus ojos no mostraban emoción alguna

- ¿Por qué? - pregunto nuevamente la Beldam, el dolor comenzaba a ser notorio para ella- ¿Por qué no la detuviste?

-te lo mereces...dime madre... ¿ayudaste a Elizabeth? - pregunto Liam apartando la mirada de la mujer

La Beldam soltó el pantalón de Liam, sus ojos nuevamente sangraban, era una respuesta que ella realmente no se esperaba... ¿acaso era el karma?, ya no sabía ni que pensar, llevo sus manos hacia la herida en su pecho intentando detener, aunque se aun poco el sangrado, pero algo en su interior le decía que esa herida era diferente...por algún motivo se sentía muy diferente

coraline 2: el misterio de la otra madreOù les histoires vivent. Découvrez maintenant