⚕Beautiful illusion⚕ {Kim Taehyung/ BTS}

>07< ⚕FINAL⚕

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Los ojos de Kim Taehyung se abrieron con dificultad, debido a la presencia de una luz blanca cegadora. Frunció el ceño tratando de enfocar el rostro que de la bella mujer que se acercaba a él.

– EunYeong...– habló con voz ronca y la sensación era similar a despertar como cualquier otra mañana en su cama– ¿Esto es el cielo?, ¿Yo... estoy muerto?– preguntó. La chica negó y se puso a lado de la camilla tomando una de las manos de Tae.

– No es el cielo, y no estás muerto, aunque...casi lo logras– explicó.

Cuándo el peli negro logró acostumbrar sus ojos a la luz, alzó un poco la cabeza de la almohada en dónde estaba recostado, encontrándose con la habitación blanca de un hospital y el sonido constante de una máquina que revisaba su pulso, el cuál estaba normal.

– ¡Au!– se quejó dejándose caer en la cama de nuevo– m-mi cuerpo duele, duele muchísimo–

– ¿Y por qué crees que sea, Tae?– Era claro que estaba molesta y preocupada, sin embargo eso no se notaba en su voz, la cuál seguía con su tono suave y fino, si no, más bien, que se notaba en su rostro.

Fue cuándo él recordó que lo último que vió antes de cerrar los ojos, fue aquel auto aproximándose.– Perdón si te preocupe– se disculpó.

– Más que eso, Kim Taehyung. Es...es por eso que estoy aquí ahora–

– ¿Para cuidar de mí?– le dijo con un tono juguetón y levantando una de sus comisuras en una leve sonrisa. EunYeong se acercó más y apretó fuerte sus labios, al igual que la mano que sostenía de Taehyung, y éste notó como temblaba– Hey... tranquila. Yo estoy bien, ¿Si?– soltó su mano para llevarla al rostro de EunYeong y limpiar una lágrima que caía discretamente con su dedo pulgar.

Ella negó con la cabeza sonriéndole y puso su mano sobre la de él, sintiendo su presencia.– Vine a despedirme...– dijo con voz quebradiza.

Fue ahí dónde la sonrisa de Tae cambió por una de terror y confusión.
– ¿C-cómo?...

– TaeTae...tienes que dejarme ir– dijo casi en susurro. La mano de Taehyung bajó de su rostro hasta su muñeca.

– S-si esto es por el accidente...fue mi culpa, solo mía. No debí tratar así al hombre, no volveré a hacer nada igual... s-solo...por favor no me dejes.– la desesperación se notaba en él, pues a pesar del dolor, comenzó a moverse en la cama. Ella tenía que calmarlo, así que  sostuvo ambas manos a los lados de la cama quedando a centímetros de él.

– No solo es por el accidente, debes entender que si seguimos así... saldrás herido...– cada palabra que decía le quemaba el corazón a la chica, por qué sabía que después de esto no se verían de nuevo.

– No me importa...¡eso no importa!– negaba con el color rojo subiendo a sus mejillas y con su vista algo nublada por sus ojos cristalinos.

– ¡Pero a mí sí me importa, Taehyung!– exclamó, ¿Que acaso no entendía que eso también era difícil para ella?.

– Es que...es que si tú te vas...estaré perdido otra vez  y-y solo.–

– No, Tae... SeoDam está en la sala de espera– informó– incluso después de cómo lo trataste, no se ha movido de ahí desde hace horas, y tus amigos Jungkook y Jimin vinieron desde Busan cuándo se enteraron... estarán pronto aquí.– sorbió su nariz para seguir hablando– Al igual que tú, yo creí que era posible...pero no es bueno para ninguno de los dos. Tienes a personas maravillosas aquí...y el único que no se da cuenta eres tú. Disfruta eso... t-tu tienes un corazón enorme y lleno de amor...busca a alguien que regrese ese amor y quierela mucho.–

– Ya la encontré hace mucho...y eres tú.– EunYeong bajó la vista y las gotas de agua escurrían en silencio sobre el pecho de Tae– Mírame... cariño, mírame– ordenó aún siendo sosteniendo por ella y ésta lo hizo– Este sentimiento...está preciosa sensación es debido a ti. Tú haces que me sienta fuerte y débil a la vez, y no sé cómo es posible, pero eso es lo que siento todos los días...si no hubiera sido por ese medica-

– No, Tae. Nunca fue requerido el medicamento para que me vieras, y tampoco estás loco. Así que una vez que ya no esté aquí, no quiero que pases tu vida lamentándote...

El agarre de ella se aflojó y Tae aprovecho eso para tomar su rostro y acercarla a él, EunYeong no protestó y junto sus finos labios con los de su primer y único amor. El sabor era salado por las lágrimas que ambos derramaban, pero a la vez dulce con el cariño mutuo que se tenían. Cerraron los ojos moviendo sus bocas con ternura , guardando en sus memorias cada instante, sensación y tacto de aquel último beso.

La máquina comenzó a hacer un ruido más rápido, pero no por qué algo estuviera mal, si no porque el corazón de Taehyung latía así con cada cosa que se tratara de ella.

EunYeong finalizó el beso, pero no se alejó. Sus respiraciones chocaban y sus labios rosaban.

– Dijiste que no me dejarías...– susurro Tae.

Él escuchó como ella pasaba saliva y se acercó al oído del chico rosando las mejillas coloradas de ambos, para decirle en un susurro algo que nunca saldría de su mente.

– "Cuándo mi voz calle con la muerte...mi corazón te seguirá hablando..."– Fue lo que dijo para después alejarse y caminar de espaldas para ver a Taehyung. Él trató de estirarse para alcanzar su mano, pero el dolor se lo impedía, pese a ello, no dejaba de moverse y la máquina comenzó a hacer un ruido mucho más rápido, pues ahora el corazón de joven latía a mil por segundo, debido al miedo que le invadía.

Eso alertó a un par de enfermeras y a un doctor, que se acercaron a él pasando de largo a EunYeong, pues era evidente que ella no era visible para los ojos ajenos a los del peli negro. Ella se retiraba con los labios fruncidos y su carita empapada. Taehyung forcejeaba y gritaba, con las venas de su cuello resaltandose como nunca, el llanto comenzó a fluir y los lamentos se escucharon hasta el pasillo.

Mientras era sujetado con fuerza, sus ojos se cruzaron con los de ella, los cuáles estaban llenos de dolor por su ida. Ella aprovechó ese instante para mover sus labios y gesticular una frase.

"Te amo..."

Y tan misteriosamente como llegó, se fue. Tae sintió un pinchazo en su brazo y una sensación de cansancio le invadió. El sonido de la máquina que antes era preocupante y llenaba a todos de nerviosismo al llenar la habitación, se normalizaba poco a poco.

Dejaron a Tae sobre la cama ya más calmado y sus párpados llenos de agua se cerraban sin su permiso. Su respiración se volvía más serena y con la fuerza que le quedaba susurro una respuesta para su...ex-prometida, antes de que sus ojos se cerraran por completo, que dejó confundido al doctor y a sus acompañantes.

– Yo también te amo...