10.

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querida eleven: perdón por adelantado.


will byers.
— te extrañé muchísimo. — mike suspiró, recostándose sobre mi regazo. — todo era mucho más fácil cuando trabajabas en scoops ahoy.

— ¿de qué estás hablando?

— de era mil veces mejor. — rodó los ojos. — cuando trabajas ahí, podía verte todos los días.

— todavía puedes.

— sí, ya lo sé. — resopló. — pero es diferente. mierda, todavía no puedo creer que te despidieron por mi culpa. perdón, will.

— nuestra culpa. — corregí, sintiendo mi corazón latir con más fuerza al esforzarme para evitar recordar el momento. — pero está bien. puedo conseguir otro trabajo.

— perdón, will. — tragó saliva, mirando hacia mí. — por todo.

— ya te disculpaste.

— ya sé. — rio. — pero quería repetirlo. sólo para cerciorarme.

— ¿ya pensaste en cómo le vas a explicar esto?

— ¿de qué hablas? — preguntó, confundido. — ¿explicarle a quién?

— a todos, en general. — respondí, rodando los ojos. — pero estoy hablando de eleven, tonto. ¿cómo piensas explicarle todo esto?

— ya sé qué es lo que voy a decirle.

— ¿sí? apuesto a que no tienes ni la más mínima idea de lo que vas a decir.

— ¡c-claro que la tengo! — frunció el ceño. — simplemente voy a decirle que ya no la quiero. es más que suficiente.

— no seas idiota, mike.

— ¿qué? — preguntó, alzando los hombros. — es la verdad, después de todo.

— no puedes decírselo así.

— está bien. — bufó. — ya se me ocurrirá otra cosa. ella no es lo más importante en este momento.

— ¿qué puede ser más importante ahora mismo?

— lo importante — continuó, rodeando mi cintura con ambos brazos. — es que me perdonas. — sonrió. — y que aquí estamos otra vez. los dos.

— jamás dije que te perdonaba.

— admítelo ya, will. — rio, incorporándose sobre el sofá. — estás loco por mí.

— cállate ya. — sonreí, haciendo lo posible para no sonrojarme. — tú estás loco por mí.

— ¿cuándo lo he negado? — preguntó. — es más sencillo de lo que tú crees, will. si no me hubieras perdonado ya, no me estarías besando.

— ¿de qué mier-? — hablé, antes de sentir los labios de mike sobre los míos. — mike, detente ya. jonathan podría llegar en cualquier momento.

— ¿y?

— ¿y? — pregunté, frunciendo el ceño de vuelta. — ¿es en serio?

— ¿qué pasa, will? ¿no me quieres besar? — habló, riendo nuevamente. — ¿o te da miedo?

— vete a la mierda. — sonreí, volviendo a unir sus labios con los míos, sintiendo sus manos enredarse entre mi cabello. podía sentirlo sonreír. podría jurar que estaba sonriendo.

— ¡santa madre! — escuché, separándome de mike sin pensármelo dos veces. — ¡jonathan!

•••

tragué saliva, deseando con todas mis fuerzas que simplemente me lo estuviese imaginando.
pero miré hacia mike y me quedó suficientemente claro que no estaba imaginándome nada.

traté de que se me alguna excusa me viniera a la cabeza, pero lo miré otra vez. su cabello revuelto, sus labios rojos.

nada de lo que pudiéramos decir iba a cambiar el hecho de que nancy wheeler estaba de pie frente a nosotros, probablemente deseando que también se lo hubiese imaginado todo.

pero estaba siendo real. los tres lo sabíamos. la idea pasó por mi cabeza una vez, y sentí escalofríos. nancy nos había visto. maldita sea, nancy nos había visto besarnos.

y volví a desear que fuese todo un mal sueño, sólo por casualidad.

pero jonathan entró un par de minutos después, y volví a sentir que mi respiración fallaría. bajé la mirada, y la mantuve abajo, pensando en todas las cosas malas que había hecho en mi vida, y arrepintiéndome de cada una de ellas.

hasta que nancy finalmente se decidió a romper el silencio.

— ¡m-michael wheeler! — levantó la voz, girándose hacia él. — ¡explícame ahora!

— ¿qué quieres que te explique? — preguntó, sintiéndome fulminarlo con la mirada.

— ¡¿es en ser-?!

— me gusta will. — alzó los hombros tranquilamente, sin borrar la sonrisa de su rostro ni un segundo. escuché las palabras, repitiéndose una y otra vez dentro de mi cabeza, y sentí mi corazón dar un vuelco. — eso es todo.

— ¡¿eso es todo, mike?! — nancy exclamó, perdiendo la paciencia. — ¡¿y se te olvidó pensar en la parte en la que tienes novia?!

— entre eleven y yo, ya no hay nada.

— ¿no? ¿entonces ya terminaron?

— n-no exactamente. — respondió. — pero estoy trabajando en eso.

— ¡¿qué mierda, mike?!

— ¡vamos, nance! ¡déjalo ya! — rodó los ojos, mirando en su dirección. — todavía no sé muy bien cómo, — continuó.— pero voy a encargarme de esto. ¿okay?

— ¿will es tu novio? — nancy soltó, haciendo que los escalofríos recorriesen mi espalda.

— no. — carraspeó. — no aún. — respondió nuevamente mike, sonriendo ampliamente. — también estoy trabajando en eso.




          






estamos número uno en el ranking de #byler, no lo puedo creer :))
muchas gracias por estar ahí, y por todo el apoyo :)💗
nos vemos pronto,
maría

querida eleven ; bylerWhere stories live. Discover now