—¿Verdad que es chico el mundo? —Dawson sonríe—. El cobarde de Reed canceló nuestra pelea a último minuto para ir detrás de su perra y resulta que esa perra eras tú.

Se para justo en frente de mí y me mira con repulsión.

—Voy a disfrutar lo que te haré. —Su mano helada sube mi vestido y cuando roza mi ropa interior, comienzo a chillar.

—Aléjate —grito con fuerza y para mi sorpresa lo hace.

—No te preocupes, me ordenaron que te lastime lo suficiente para enviarle la fotito a tu padre.

Lo miro desorbitada, pero no me da tiempo de decir nada al respecto cuando me atina un puñetazo en la mejilla derecha. El dolor se expande por mi rostro y juro que sentí algo romperse en mi interior. No puedo explicar con palabras cuantos golpes me dio, pero el dolor físico que siento ahora mismo no se lo deseo a nadie. Dawson me desarmó el cuerpo sin piedad alguna y creo que no tengo fuerzas ni para procesar lo que está haciendo ahora. Sé que está bajando mi ropa interior y sé bien que va a quitarme todo lo que tanto se esforzó Zac en construir, pero antes de que llegue a su cometido, logro escuchar la voz de Joseph diciendo algo tan simple como:

—No hay tiempo para esto.

Pero ¿y si lo hubiera? Un suspiro de alivio es expulsado de mi cuerpo y es cuando veo como toman varias fotografías de mi cuerpo indefenso. Una única lágrima sale cuando por fin me dejan sola, no quiero pensar que cuando vuelvan me van a golpear el doble y finalmente me violará.
Mi cuerpo ya no me pertenece, así lo siento y me va a costar demasiado poder despegarme de esa sensación.

Pienso en Zac y en su mirada castaña, fundida completamente en desesperación y dolor. También pienso en mi hermano y me duele el corazón, porque intentó advertirme y quizá si hubiera contestado antes el teléfono, no estaría en esta situación. No quiero imaginar la reacción de mis padres porque se me parte el corazón y no creo salir viva de esto.

No quiero luchar porque no tengo las fuerzas para hacerlo, sé que no siento mi cuerpo por la extraña posición en la que estoy tumbada y me preocupa tener una fractura en una de mis muñecas por la fuerza con la que me dobló cuando me vio tirando de las cuerdas. Siento que la vida se está escapando poco a poco de mi cuerpo y temo no poder decirle adiós a mi familia siquiera.

Mis ojos se abren de forma dolorosa cuando siento que alguien entra de nuevo a la asquerosa habitación. ¿En qué momento me dormí? Quizá me desmayé por el cansancio y dolor de mi cuerpo, esa explicación me parece más lógica.

Mi cuerpo se aterra cuando siento que me levantan y me apoyan contra la pared. Está sucediendo y esta vez no habrá excusa de tiempo que evite que vuelvan a torturarme. Al abrir los ojos con resignación, veo el rostro de Patrick y me quedo helada.

—Lo sabías… Lo supiste todo este tiempo.

Mi voz suena terrible y las lágrimas pican de nuevo cuando lo veo asentir con la cabeza.

—Lo siento —dice y no doy crédito a lo que oigo—. Mi padre llegará en cualquier momento y necesito que me sigas la corriente al pie de la letra o ninguno saldrá vivo de esto.

La ansiedad comienza a crecer en mi sistema mientras sus palabras se repiten sin cesar. ¿Estoy alucinando? Patrick me quiere a salvo de la venganza de su padre. Él no me odia por lo que le hice y ahora el peso de la culpa comienza a crecer en mis hombros.

—Patrick, no creo que logre salir…

—Tu novio es un maldito loco, pero pude hacer que nos espere a las afueras de la carretera porque si enviamos a la policía mi padre te va a matar.

Asiento con fuerza y me emociono demasiado porque sé que Zac está cerca y no permitirá que nada malo me suceda. Patrick acaricia mi mejilla inflamada por todos los golpes que Dawson me propinó y sus ojos azules me torturan antes de besar de forma casta y dulce mis labios.

—Pat…

—Te amo, Em y sólo quiero verte a salvo.

—Pat…—repito y mi voz se rompe en un sollozo.

En ese momento se escucha el ruido de un auto y me desespero. Patrick se lleva los dedos a la boca y me hace la señal de que debo permanecer callada y así lo hago.

Los segundos parecen eternos antes de que la puerta se abra y ante mí aparezca de nuevo las dos malditas pesadillas que me hicieron pedazos. Joseph mira a su hijo de la misma forma que me mira a mí, con rabia pura y comienzo a enfurecerme por eso. Toda esta situación es porque no me casé con Patrick y por el dinero. Maldito viejo interesado, lo que daría por poner en práctica con él todos los movimientos que Zac me enseñó, pero mi cuerpo no me ayudaría aunque quisiera.

—Veo que sí puedo confiar en ti después de todo —dice Joseph con un tono burlón—. Emerson, tu padre está a punto de dar todo su patrimonio con tal de que te devuelva sana y salva. ¿Cómo fue que dijo, Dawson?

—Por favor, te daré todo mi dinero, pero no lastimen a mi hija.

Mi corazón se parte en millones de pedacitos al oírlo. Su tono de burla hacia mi padre hace que una rabia desconocida crezca en mi pecho y  quiero golpearlo. Quiero agarrar al imbécil y hacerlo sangrar como hizo conmigo. Mis padres sufren por estos bárbaros y si salgo viva de esto, juro por todo mi maldito sufrimiento que los haré pagar por meterse conmigo.

¡Díganme si los sorprendí! En serio me encantó ver como todas culpaban a Patrick y me gusta haberle dado un giro a eso. Estoy escribiendo los capítulos de a poco porque he tenido mucho trabajo, pero queda poco para el final así que veremos que pasa. Leí en algún comentario que Dawson estaba involucrado y ¡bingo! Siempre lo imaginé como el cómplice de Joseph así que fue un acierto después de todo. Gracias por sus conspiraciones y por la paciencia ❤ son los mejores ❤ los leo...x

FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMAZON》Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin