FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMAZON》

Capítulo 40

Em

Seis horas antes del encuentro entre Zac y Tara.

Cierro mi maleta justo cuando Brenda entra en mi antigua habitación con el teléfono en la mano. Tal parece que conseguir un lugar en el próximo vuelo hacia Roma me está costando más de lo que esperaba. No quiero tener que viajar en el de las cinco de la tarde, deseo salir de aquí lo antes posible.

—Lo conseguí, cielo —dice dándome el aparato—. Debes corroborar tus datos.

Le digo todo de forma correcta al trabajador de la agencia de viajes para que guarde mi lugar en el vuelo que sale en dos horas. Ya debería estar saliendo al aeropuerto, puesto que entre el chequeo y el tráfico se me irá una buena parte del tiempo disponible.

Sé que huir es de cobardes, pero tengo alejarme de este lugar porque sé que si sigo aquí, saldré corriendo a buscar a Zac y Tara me prohibió eso. Debo darle todo el espacio que necesite para procesar todo lo que sabe ahora, pero me siento tan perdida sin él y no creo poder superarlo si después de todo, decide no perdonarme.

Saco la negatividad de mi cabeza y antes de echarme a llorar como hice prácticamente toda la noche, me dirijo escaleras abajo para despedirme de mi padre hasta dentro de unos días. Cuando entro en la cocina no es a mi padre a quien veo y Joseph Levinson me devuelve la mirada. Tengo sentimientos encontrados en este momento porque no solo es el padre de mi ex novio, sino que es uno de los mayores socios de mi padre… por ahora.

—Emerson —saluda de manera cordial. Siempre fue un hombre muy educado—. ¿Saldrás de viaje? —pregunta mirando la maleta a mi lado.

—Sí, estaré en Italia con mi madre para despejarme un poco —informo mientras me sirvo un vaso de jugo.

—Tu padre me comentó que recibiste tu título como educadora, te felicito —dice de forma monótona y asiento en respuesta—. Habrías tenido un futuro brillante en el mundo corporativo.

—Lamento diferir señor Levinson, pero no es así —arremeto decidida.

No puedo contar cuántas veces me han dicho eso ya, esta es mi maldita vida y lamento si estar sentada firmando documentos para siempre no es lo que esperan de mí. Amo a los niños, quiero educarlos y acompañarlos en el pequeño camino de su infancia. Nada ni nadie podría cambiar eso por una oficina llena de estrés. Me costará, no digo que no, porque el hecho de no tener niños propios me rompe más que cualquier cosa; pero ahora me doy cuenta que nada va a lograr disminuir en lo absoluto mi pasión por esta carrera.

—Espero que hayas tomado la decisión correcta. —Parece molesto cuando lo dice y sé bien que sigue resentido porque terminé con su hijo, pero ahora mismo me importa una mierda.

—Gracias —musito y en ese momento entra mi padre.

—¿Estás lista? —pregunta ignorando completamente la tensión que hay en el ambiente—. Joseph, llevaré a Em al aeropuerto y cuando vuelva seguiremos con el trabajo.

—Por supuesto, que tengas un buen viaje. —Me regala una sonrisa falsa y salgo de la cocina sin decir nada al respecto.

Jamás me agradó el padre de Patrick, siempre con una mirada de superioridad hacia todo y todos. Creo que hasta su propio hijo no se sentía del todo bien en su presencia y eso me hacía enfurecer. Patrick se esforzaba demasiado para tener la mejor impresión posible ante su padre, pero Joseph me dejó bien claro a lo largo de los años que no se impresiona con nada, ni siquiera con su propia sangre.

Siempre agradecí que a pesar del asunto de los negocios y todo eso, mis padres siempre me apoyaron. Nunca me presionaron para hacer más de lo que no podía lograr y de verdad soy muy afortunada por la familia que me tocó. Papá siempre me va a querer como su segunda al mando a pesar de tener a Aiden, pero sé que desde el fondo de su corazón, él está realmente orgulloso de que haya recibido mi título.

Luego de hacer todo el papeleo y despedirme de papá, por fin pude subir al avión y sin mirar atrás, decido dejar el dolor de no estar con Zac por lo menos las dos horas que dura el vuelo.

Mi madre me dedica una sonrisa triste cuando me ve y al abrazarme me desmorono de nuevo. El pecho me duele y me cuesta trabajo respirar con normalidad, pero estar en la seguridad de sus brazos me hace querer esforzarme por salir de este oscuro sufrimiento.

—Mi pequeña —murmura contra mi pelo—. Todo va a estar bien.

—¿Eso crees? —pregunto con más esperanza de la que de verdad tengo.

—Sí cariño, vamos a salir de esta como ya lo hemos hecho antes —promete y asiento con torpeza—. ¿Qué te parece si te llevo a almorzar para celebrar que te recibiste?

—Eso estaría bien —digo e ignoro el pinchazo de dolor al pensar en la invitación a cenar de Zac, la cual tenía el mismo propósito.

—¡Genial! Luego pasaremos a ver a tu tía, ella te extraña mucho. —La emoción de mi madre florece de nuevo y le trae un cosquilleo a mi corazón.

***

Esto era justo lo que necesitaba. La tarde se me hizo increíblemente agradable con mi madre y mi tía Lidia y el hecho de saber que ella se encuentra mejor de salud, trae una gran calma a mi sistema. Pasamos todo el día en el centro comercial comprando ropa innecesaria y luego de eso nos hicimos un tratamiento de belleza completo. No creí que fueran capaces de reducir la hinchazón por falta de sueño y exceso de llanto con una buena mascarilla, pero el cielo es el límite. Mis uñas adquirieron un nuevo color rojo cereza que según mamá, inspira confianza y me hace ver fuerte. El cambio en mi cabello no me costó tanto como pensaba, ya venía hace rato queriendo aplicarle los suaves mechones rubios y me sorprende lo bien que quedó. Cuando miro el resultado final frente al espejo casi me caigo de culo, no por la imagen frente que me devuelve la mirada segura, sino porque no puedo creer que por fuera parezca una chica normal mientras que por dentro me estoy cayendo a pedazos.

Mi madre conduce con una suave sincronización y la música que emite el radio provoca que mis músculos se relajen considerablemente. Acaricio la tela suave del vestido que adquirí hoy y me imagino a Zac mirándome ahora. ¿Le gustaría mi nueva imagen? En lo absoluto porque no querrá volver a verme jamás.

Una nueva oleada de dolor hace que me estremezca ante esa realidad y cierro los ojos para opacarlo lo más que puedo. Un suspiro entrecortado es liberado al mismo tiempo que el auto se estaciona frente al hotel.

—¿Segura que no quieres quedarte conmigo y tu tía? —pregunta por quinta vez en el día.

—Estaré bien —prometo. Mi madre no me cree para nada, pero no dice nada más porque sabe que necesito estar sola en este momento.

—De acuerdo, pero quiero que cenes —dice con su mejor tono autoritario y sonrío.

Nos despedimos una vez más y con la promesa de encontrarnos para almorzar mañana por fin se va.

El portero me regala una sonrisa amable que intento corresponder lo mejor que puedo cuando me abre las puertas del lujoso hotel. Ni siquiera me había tomado el tiempo de venir a registrarme así que espero que no hayan dado mi habitación a algún otro huésped desesperado.

Camino arrastrando la maleta y admirando todo el lugar, es gigante y ostentoso. Los candelabros de cristal hacen que mi piel se vea más brillante y una sonrisa boba se desliza en mis labios. Todo está increíble desde las columnas que sostienen el techo alto hasta los brillantes azulejos por donde la gente camina sin fijarse siquiera.

Me paro de pronto antes de poder llegar al mostrador de la recepción. Mi mirada se posa en su espalda y mi respiración se vuelve irregular porque sé que es él. Se encuentra en medio de una discusión con la recepcionista y me acerco un poco más para saber qué es lo que sucede exactamente.

—Lo lamento Sr. Reed, pero no puedo darle la información que me está solicitando, usted debe entender…

—Entiendo lo de la política de privacidad, pero necesito saber si ella está aquí y nada más —dice con un tono desesperado haciendo que mi corazón comience a martillar de forma ansiosa contra mi pecho.

—Zac… —En cuanto su nombre sale de mis labios, voltea a toda velocidad y mis ojos comienzan a picar.

Él está aquí y vino a buscarme.

Lo prometido es deuda y aquí les dejo el capítulo ♡ muchas gracias por leer y espero que les guste tanto como a mí ♡ los leo...x