Seducción

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No podía creer que ese pequeño sea hijo adoptivo de ese hombre, Jose Baden se le conoce por ser el rey de las calles, controla a todos como si fueran sus títeres. Además, tiene a todos los policías comprados, nunca espere que Martha fuera parte de uno de ellos, pero según ella lo hace para que ese híbrido pueda tener justicia. La única "justicia" que va a tener será cadáveres repartidos por toda la ciudad.
Camine por el silencioso pasillo, donde la lluvia se escuchaba y la oscuridad gobernaba. Observe los nombres que estaban en las puertas de cada habitación.Comencé a nombrarlos en el orden del más grave hasta el menos grave: Helena, Víctor, Naib,Eli... Mike, me detuve en ese nombre, aquel joven que me robo el corazón, me hacia dudar acerca de sí adoptarlo o no. Pero, su padre adoptivo vendrá mañana a por el. Aparte no debo encariñarme con este híbrido, debemos mantenernos rectos hasta el final,  se irán a una familia, en donde lo cuiden y le den todo el amor que quiera.
Si tan solo fuera un multimillonario para darle esa vida que tanto anhela. Le daría todos los hijos que quisiera, pero solo soy un inútil y pobre hombre necio que se enamoro de un joven tan dulce, lo amo tanto que no quiero hacerle daño. Sufro por la falta de dinero, día tras día. Me levanto temprano, no almuerzo,llego tarde a casa, tengo solamente cinco horas para dormir, no quiero que el también lo haga, quiero darle una vida sin preocupaciones. Solo seria una molestia para el.
De repente en la habitación del menor se escucharon unos leves gemidos, pude escuchar mi nombre entremedio de estos. Sabía muy bien que ese híbrido se estaba masturbando pensando en mi, pero, por una extraña razón, me dieron ganas de verlo. Eche un pequeño vistazo por la ventanilla, lo primero que visualice fue unas sábanas moviéndose al compás de los jadeos.
Comencé a sudar, mi respiración se volvió jadeante iba al mismo ritmo de Mike. Sentí como mi entrepierna quería escapar de mi pantalón. Cada segundo que lo observaba, mi cuerpo me pedía a gritos que lo penetrara por atrás.
Intente controlar mis instintos, pero no lo podía, aunque cerrará los ojos e imaginara la cosa más asquerosa y horrible que existe en el mundo, aquello se convertía en la figura esbelta de Mike. Baje la mirada, no quería ver como se tocaba, eso prendía aun más mi cuerpo.
Después, note que los jadeos del conejo, se detuvieron, eso me puso tranquilizó un poco. Lo que no sabía, era que al subir la mirada hacia la ventanilla, me iba a encontrar con el rostro de Mike. Tenía una mirada seductora, su respiración era agitada y las mejillas eran de color rojo. Se mordió el labio, al ver que nuestras miradas se encontraron.

-Noton... Penetrame- suplico entre susurro, ese híbrido podría estar en celo. No puedo hacer lo que me pide, después de haber sufrido un aborto el esta muy delicado. Debo controlar mis deseos.- Quiero bebe tuyo dentro.

-No, no puedo, estas débil- conteste para luego girar mi cuerpo y retirarme del lugar. Pero, fui detenido por el pequeño llanto de Mike.No me gire en ningún momento para observar su rostro, no quería verlo para que no apareciera dentro de mí un sentimiento de culpa. - Podríamos no tener sexo...podriamos...tocar nuestras partes, si quieres.

¿Porque dije eso?
Mis ganas de tocar su desnudo cuerpo me controla en este preciso momento, no podia contener a mi "amigo" que estaba debajo de mis pantalones, este quería salir y meterse en la entrada del híbrido.
Con dificultad, avance hacia la entrada de la habitación. Gire el pomo, abrí la puerta y lo primero que recibí fue a un conejo abalanzandose sobre mi. Refrego su rostro en todo mi torso, mientras movía la cola al ritmo de mi corazón, lo cual palpitaba como un loco por solo sentir las acaricias de este.
No podía mas, quería penetrarlo. Agarre su brazo derecho y lo guíe hacia su cama. Mike, se dejó llevar por mis acciones. Tire su débil cuerpo entre las sábanas blancas que estaban al descubierto, se veía pequeñas gotas de semen del menor, al parecer la pasó bien.

-Noton,te amo- susurro el pequeño, al sentir mi cuerpo encima suyo.

Sentí un calor gobernar por todo mi cuerpo, estaba hirviendo, quiero quitar estas prendas que me molestaban. Al parecer, Mike sentía lo mismo, ya que comenzó a bajarse los pantalones y sus calzones, dejando a la vista su pequeña ereccion.Hice lo mismo que el, pero dejando los pantalones hasta las rodilla. El conejo soltó un grito de asombro, me observó con una ceja levantada y una mirada lasciva.

-Mike pequeño, tu grande- dijo el pequeño, para luego levantarse y quedar casi a la misma altura mía. Con una mano agarro su parte íntima y la puso delante a la mía. Empezó a comparar tamaños, eso me dio tanta gracias, ver como fruncida el ceño por tenerla más pequeña.-Injusto,Noton quebrar a Mike, pero Mike no quebrar a Noton.

Tire unas leves carcajadas ante el comentario del conejo. Esto, rompió aquel momento de excitacion de ambos. Por un lado lo agradezco, pero, por dentro lo maldigo, quería pobrar su dulce cuerpo.Iba a subir mis pantalones, pero el híbrido mordió mi mano impediendo mi acción.Este quería mi atención, al lograr lo que quería, se puso en cuatro, dejando a la vista su entrada mojada,el liquido escurria por sus muslos.
Aquella imagen, hizo que mi lujuria volviera, me acerque para tocar aquel agujero mojado con mis dedos. Mike soltó unos pequeños jadeos.

-No, no, no... Rompe mi trasero- alegó el conejo, con una voz agitada y temblorosa.

Obedeci sus órdenes, tomé mi pene con una mano, y lo acerque a su entrada. Estaba a punto de entrar, cuando sentí la puerta detrás de nosotros abrirse de un portazo.

-¡¡¡HIJO MÍO, ESTAS VIVO...!!!

Gire mi rostro con lentitud para ver quien era, y lo que vi no fue a ninguno de mis compañeros del hogar, sino al mismísimo José Baden.
El traficante observó a su hijo adoptivo con la boca abierta, no dijo ninguna palabra, hasta que se giro hacia mí. Clavo una mirada fulminante encima mío, sentí como un escalofríos recorrió por todo mi cuerpo. Empecé a temblar y a sudar.Creo que hoy, será mi último día vivo. El hombre hizo sonar sus dientes, unas palabras salieron de su boca, se refería a mi como un vagabundo y un asqueroso.

¡Tonto conejo!  (Mike X Norton Identity V) Onde histórias criam vida. Descubra agora