Cita Peligrosa [Harry Styles Fan Fic] TERMINADA

Capítulo 21

Harry miraba atentamente el camino, yo – que estaba sentada a su lado – frotaba mis manos heladas. Las calles estaban oscuras que apenas las luces iluminaban el camino. Seguí frotándome las manos desesperadamente, aun no entraban en calor. La mano de Harry se deslizo hasta llegar a las mías, las entrelazo y comenzó a acariciarlas.

-          ¿Podemos ir a tu departamento? – me miro a los ojos por unos breves segundos, asintió. Luego, devolvió su vista a la carretera.

-          ¿Ahora me dirás lo que paso? – seguía acariciando lentamente mis manos.

Sentía la necesidad de contarle todo lo que pasaba, desde el inicio hasta ahora, pero saber que apenas termine de hablar el hará intervenir a oficiales y que de algún modo ese psicópata anónimo se enteraría y trataría de vengarse lastimando a los que más amo, pensar las cosas horrorosas que podrían hacerles me obligaba a seguir manteniéndolos al margen.

-          Intentaron robarme – habían pasado largos minutos y él no contestaba nada.

-          Lo siento – hablo, cuando faltaba pocos kilómetros para llegar a su departamento.

-          ¿Por qué lo sientes?

-          Yo te lleve ahí, no debí hacerlo. ¿Y si te hubieran lastimado?

Acaricie su rostro, lo acerque a mí y le di un corto beso.

-          Tú no tienes la culpa de nada – susurre tratando de calmarlo – Vamos adentro, hace un poco de frio aquí afuera – le guiñe el ojo y baje del auto.

Subimos a la quinta planta, abrió el cuarto número ciento ochenta y ocho, y espero que yo pasara para poder cerrarla de nuevo con llave. Su sala era pequeña y ordenada, había un camino que iba a su cocina, luego a una habitación.

-          ¿Quieres algo de cenar? – pregunto Harry, dejando las llaves de su auto en la mesa central  de la sala.

-          No tengo hambre – Todo lo que había sucedido en la salida de la discoteca me quito por completo el hambre que podía haber tenido.

-          Si quieres tomate una ducha, está adentro de mi cuarto, que es la segunda puerta que ves – lo señalo.

-          Y, ¿qué me pondré?

-          Pues… podría ser una de mis camisas. Para ser especifico podría ser mi camisa blanca – me guiño el ojo.

-          ¿Tu camisón blanco? – arquee las cejas.

-          Claro, apuesto a que te verías aún más sexy con ello puesto – se comenzaba a acercar a mí.

-          Harry… yo creo que el que debería de darse un baño, eres tu – en un momento de rapidez se alejó de mí, y trato de mostrar un rostro molesto.

-          Señorita Stone, ¿usted está tratando de decirme que yo apesto?

-          Por supuesto – camine hasta su cuarto - ¿podrías dejarme ese camisón tuyo en tu cama? – pregunte antes de meterme en la habitación.

-          Claro, mientras voy haciendo algo para comer – le saque la lengua.

Siempre una ducha caliente te relaja y te hace olvidar todos los problemas que podrías tener o que sea por un momento. Un gran momento. Masajee mi cabello luego procedí a hacerlo con el cuerpo.  Cuando salí, envuelta de una toalla encontré el tan sexy camisón blanco de Harry. Lo tome y volví a entrar de nuevo al baño. Me quedaba grande, estaba por encima de la rodilla, solté mi cabello húmedo y me dirigí hacia la cocina.

-          ¿Qué estas preparando? – el olor que salía de la olla era exquisito. Él se dio media vuelta y sonrió.

-          Simplemente espaguetis – devolvió su vista a la olla.

-          Que delicioso – caminaba de un lado a otro, buscando los platos para poder servir.

-          Allí están – dijo Harry sin voltearse, señalo un estante que se encontraba a su lado derecho.

Camine hacia la mesa con los platos ya en mano, pero antes de llegar Harry me tomo de la cintura y me junto a él.

-          Tenía razón, te ves realmente muy sexy – me miro de arriba abajo.

-          Tu eres sexy – me beso.

Acariciando mi toda mi espalda, tomo mis piernas y me cargo. Coloque mis piernas alrededor de su abdomen mientras lo besaba con más fuerza. Me apoyo contra la pared, me subió el camisón y lo termino de sacar pasando las yemas de sus dedos por mis senos. El calor aumentaba en el lugar, el dolor placentero de mi entrepierna subía cada vez que Harry tocaba cada parte de mi cuerpo con su boca o sus manos. Sentí su piel ardiente, cuando alce su polo. Necesitaba sentirlo, me junte a él, y se separó del beso para soltar un ronco gemido de sus labios hinchados.

Entramos a su habitación, él todavía me tenía cargado, me echo suavemente en la cama y comenzó a subir sus caricias hasta llegar al broche de mi brasier, con solo una mano logro sacarlo y tirarlo por algún lado. Sentí como mis senos se endurecían y su pene también.

-          Te amo Lara - susurro contra mi boca.

-          Yo también te amo – dije en un suspiro y acto seguido lo bese.

Sus ojos brillaban en la oscuridad, dio una sonrisa dulce y a la vez muy sexy.

Se puso de pie y se quitó inmediatamente los pantalones junto a sus bóxer, volvió a echarse encima mío sin dejar caer su peso y paso sus calientes manos por mis caderas topándose con la única prenda que me dejaría completamente desnuda. Lo bajo muy lento, y conecto sus ojos con los míos. Como amaba a Harry con todo el alma.