Feliz 2020

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En unas horas se va el 2019 y no puedo dejar escapar la oportunidad para escribir una reflexión muy personal en mi lengua madre. Este año ha sido una absoluta locura. Casi pierdo la cordura por completo cuando falleció mi abuelita, y estuvo a punto de repetirse cuando perdí a mi enano.

A nivel musical, no puedo más que darle las gracias a todos los músicos talentosos que conocí por permitirme compartir con ellos, a los que quisieron colaborar conmigo porque, a pesar de que soy poco conocido, me tuvieron mucha fe (algo que esté donde esté recordaré con sumo cariño), a mis Rinners que me llenan de orgullo y mensajes bonitos cuando me siento por los suelos, y a cada organizador que me permitió llevar mis locuras a sus eventos. Eso, por supuesto, sin olvidar a mis dos familias: Epidemik y Xhysto, que se han ganado mi cariño y respeto desde el día uno, y que a menudo ponen a prueba su paciencia cuando se me sale mi lado rockstar.

A nivel emocional, creo que han sido 365 días de cambios bruscos y sin sentido. Perdí seres que amo muchísimo, conocí personas increíbles que puedo considerar familia, terminé una relación que parecía ser para toda la vida y perdí algo de contacto con mi gente de Venezuela por estar siempre ocupado. Creo que nunca había sentido alegría y ganas de colgarme al mismo tiempo y ni siquiera sé si eso es correcto. Pero gracias por soportarme, muchachos, sin ustedes este 2019 habría cavado mi tumba.

A nivel de escritura, al fin me animé a escribir UYW, un libro que ya pensaba en no publicar, y su cariño ha significado demasiado para mí. Cada comentario que dejan es una sonrisa segura en mi rostro. Son lo mejor, Rinners.

Y podría escribir cientos de cosas más, pero lo dejaré hasta acá para no dormirlos.

Gracias por no permitir que me absorbieran los pensamientos oscuros, por su amor y fe en mí. No estaría vivo en estos momentos si no fuera por ustedes, y es algo que debo agradecer siempre. Tal vez no tenga demasiados amigos, pero los que tengo valen más que todo el dinero del mundo.

Dicho esto, puedo despedirme del 2019, mirar al 2020 a la cara y decir la frase que aprendí con mis hermanos de Epidemik: ''Ahora sí, hijueputa''.

El 2020 es el año del lobo, todos vamos a triunfar ;)

Freider Korff (Blogs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora