Una nueva oportunidad para el desventurado (Mo XuanYu) - Mo Dao Zu Shi

Cap 1. Voluntad

El mundo es de hecho un lugar terrible para muchos. Se podría decir que también está lleno de cosas hermosas, pero no para personas como Mo XuanYu, él fue un ser que sólo había conocido dolor, a quien todos le habían dado la espalda. Un hombre que recibió golpes, humillaciones, insultos; quien todos habían despreciado y por quien muchos sentían repulsión, un sentimiento malsano e infundado, pues no hubo una sola persona que lo llegara a conocer realmente mientras vivió.

El haber estado dentro del mundo de la cultivación le dio ciertamente algunas satisfacciones personales, pero la tristeza estuvo arraigada muy profundo en su corazón y no hubo nada que mitigara tal desolación.

¿Quién podría aguantar años en los que día tras día no recibía mas que malas palabras y golpizas tan fuertes que ya no sentía los golpes en la piel sino en su interior? Las punzadas calaban hasta sus huesos y fracturaban su alma.

No era que Mo XuanYu hubiese estado loco desde un principio, era que el decir y hacer disparates había sido su último recurso para proteger al pequeño niño que vivía en su interior. El Mo XuanYu dulce, amoroso, deseoso de recibir un poco de atención y cariño; el Mo que aún reía con auténtica alegría, que aún albergaba la esperanza de no morir solo sino entre un par de brazos que lo arrullasen en su calidez hasta que diera su último aliento. Mo XuanYu no había estado demente, él realmente había temido morir, pero no le quedó nada, ni una palabra reconfortante, nadie que le dijera que todo iba a estar bien. Murió convertido en una herramienta para servir a los planes egoístas de otras personas.

Mo XuanYu nunca le hizo daño a nadie mientras vivió. Él sólo había deseado recibir un único abrazo sincero para poder sentir que su existencia en verdad había tenido un propósito.

Pero sólo quedó la nada.

Murió en soledad , esperando que el alma que tomase su cuerpo le ayudara a cumplir su último propósito: venganza. Sería erróneo pensar que Mo XuanYu fue malo, no, pero estuvo tan confundido durante tanto tiempo que la última cosa que pudo pensar antes de abandonar su cuerpo fue en todo el dolor que su misma familia le hizo sentir, y materializó eso en una idea para darle algo de sentido a su muerte.

¡Por favor! — Fue el último pensamiento que cruzó su frágil mente mientras yacía sobre el encantamiento trazado en el frío piso de su habitación, apretó los ojos y suspiró.

* * *

Mo XuanYu se convirtió en un alma suspendida al sacrificarse para que otro tomara su cuerpo, dándole a ese otra oportunidad. Cuando Wei WuXian ocupó el aún tibio cuerpo del joven Mo, el alma de éste último permaneció en un estado de reposo hasta que el recién reencarnado Patriarca Yiling cumpliera la que había sido su última voluntad.

Y luego descansaría... por fin.

Después de esa noche en que Wei WuXian ayudó a que Mo XuanYu tomara venganza y se derramara sangre en la Villa Mo, el alma de Mo XuanYu comenzó a desvanecerse en energía, sólo sentía un tipo de calor que se desprendía de su alma sin cuerpo, fragmentándose y uniéndose al resto del mundo espiritual. Finalmente, Mo XuanYu, el ser que nunca sintió el verdadero amor de nadie; el que fue llevado poco a poco hasta la locura, a la desesperación, a la soledad más cruel, estaba trascendiendo.

...

Reuniendo toda la energía espiritual que le quedaba, Mo XuanYu comenzó a pelear con todas sus fuerzas para no abandonar este mundo. Mientras estuvo con vida, todos le habían dicho que estaba loco, en este preciso momento él mismo pensó que no había una palabra mejor para describir lo que estaba haciendo justo ahora: una completa locura.

¿Por qué? ¿Por qué hago esto? ¿Por qué me resisto? Y... ¿Para qué? ¿Para qué quiero seguir aquí?

Él no lo entendía, sólo supo que así era. Si se convertía en un alma errante después de esto y no encontraba nunca más otra oportunidad para trascender, no podía culpar a nadie más que a él mismo. No lo entendía, pero su última voluntad no podía ser vengarse de aquellos que hicieron su vida miserable. No podía irse así, se negaba a aceptarlo. Y se resistió tan fuerte que logró conservar junta su alma.

Lo que esto traería consigo sólo el tiempo lo diría.