— ¿Qué te pasó? —Reclama un compañero de equipo —lo dejaste ir.

—Encestaron por tu culpa —reclama otro.

YukHei escucha cada crítica y por primera vez no se defiende, no tiene excusas, sólo estaba distraído, es todo. —Lo siento —dice sin sentirlo realmente, sólo es entrenamiento.

—Más te vale —amenaza el mayor.

La cancha está vacía, a excepción por ellos tres, son los últimos en abandonar el lugar. El mayor cierra la puerta y se aleja rumbo a los vestidores, necesita una ducha.

—Ten —le arroja el balón su compañero de equipo —, es tu turno —le indica, es su responsabilidad cuidar el balón del equipo, es una tradición, quién sea la razón por la cual el equipo perdió debe cargar con ello.

YukHei atrapa sin problemas el balón y permanece de pie mientras el otro chico se dirige a los vestidores.

La puerta vaivén se cierra sola y hace eco en la cancha.

YukHei exhala desanimado, no ha tenido buenos días últimamente, sabe que sólo es una mala racha, pero aun así no dejan de ser una mierda; necesita algo, le hace falta algo, tal vez una novia o un buen revolcón, lo que sea más fácil.

Revota el balón con agilidad, hace alarde de sus habilidades aprendidas en los últimos días para sí y práctica unos cuantos tiros.

💢💢💢

—Defensa —susurra para sí y dobla un poco más las rodillas, inclina el pecho hacía adelante para hacer una pequeña barrera y usa el brazo libre para crear más distancia con el supuesto contrincante, mientras la otra mano se encarga de rebotar el balón. —Pase —se repite en voz alta, recordando su error en el entrenamiento, tuvo que confiar en sus compañeros de equipo y pasar el balón en lugar de conservarlo e intentar esquivar al equipo contrario. Avanza unos pasos, toma impulso y lanza el balón unos metros adelante. —Lo tengo —corre al balón y finge quitársela a alguien; debe verse ridículo hablando en voz alta y jugando solo a mitad de los pasillos del instituto, pero ya no piensa en ello, es algo que suele hacer a menudo.

Sujeta el balón y corre en el pasillo lo más rápido que puede rebotando el balón, en su cabeza es perseguido, esquiva rivales, lanza el balón, recibe el mismo.

El tiempo en el marcador —de su cabeza— se acaba y tiene que hacer el tiro ganador. La canasta está a unos metros —los escalones que llevan al nivel inferior— y debe hacer la entrada; esquiva al mejor del equipo, le sonríe al público femenino, da tres saltos fríamente calculados y lanza el balón, éste vuela por los aires y YukHei permanece de pie en su lugar con una increíble pose que resalta sus brazos al aire.

El balón cae a los escalones y el público enloquece... seguido de una queja. — ¡Auch!

—Mierda —murmura aterrado, los pocos segundos que le toman llegar a los escalones son suficientes para mostrarle un sinfín de escenarios en donde una profesora es la víctima y de ser así, está acabado. Baja los escalones de dos en dos y se encuentra con una chica de rodillas y manos al suelo. — ¡¿Estás bien?! —Corre a la chica y se arroja al suelo frente a ella sin dudarlo.

La chica asiente y se palpa el rostro; YukHei se tranquiliza, pero mira el suelo y un pequeño rastro de sangre brilla ante los rayos del sol que se filtran por la ventana. —Hm —se queja bajo.

—Lo-lo lamento, fue-fue un accidente —por supuesto que se siente mal por la chica, pero la verdadera víctima aquí claramente es él porque si el entrenador se entera de esto estará en la banca toda la temporada —el-el balón se me-me resbaló de las manos y-y...

The Mesmerizing Mermaid || NCTWhere stories live. Discover now