Acontecimiento

3.4K 293 47
                                    

Hacía años que no volvía a acompañar a mis hermanos a una de sus lujosas fiestas de empresa. Los ambiguos trajes, y la decoración excéntrica, era una clara alusión a la inmensa cantidad de dinero que disponían los invitados. La música era relajante, los saxofones siendo tocados en directo hacían la velada agradable. Todo estaba pensando de manera estratégica. Pues esta celebración, al igual que muchas, estaban pensadas para entablar negocios y financiar nuevos proyectos. 

Jihyo, mi hermana, está más que acostumbrada a este ambiente de trabajo, pero para mí, es un aura totalmente diferente del que me suele rodear. No me resulta cómodo estar siendo rodeada constantemente por una presión asfixiante. Es ese tipo de presión que se intuye solo con ver la cara de los demás. Solo buscan el negocio, y eso comprensible, después de todo, lo que quieren es conseguir más dinero. Jihyo me lo había mencionado antes. La competencia es muy fuerte en este tipo de celebraciones, y el querer aparentar poseer más que los demás, es algo frecuente. 

Desde que puse un pie en esta casa, supe como sería el resto de mi noche. Ni los muebles lujosos, ni la comida de excelente calidad lograrían que saliera satisfecha de este lugar.

Además, tenía un mal presentimiento. Algo malo iba a ocurrirme hoy. No me preguntéis como lo sabía, pero mi intuición nunca falla, y dudaba que hoy también lo hiciera.

Sentada pacientemente en el jardín, al borde de una piscina, con los pies metidos en el agua, me permití suspirar por primera vez en la noche. No estaba de humor para seguir metida ahí dentro, porque si no fuera por los constantes llamados de Eunwoo, mi hermano, ni siquiera hubiera acudido. 

No es mi rollo, no pienso dedicarme a esto jamás. Tengo otra clase de sueños para mi futuro. Unos que por supuesto, no tienen nada que ver con la riqueza y prestigio. No es ese mi afán.

Dibujé extrañas formas con mis pies desnudos. La luna lucía más atractiva esta noche. Brillaba con toda su intensidad, como si quisiera consolarme a causa de la soledad que me invadía por momentos. Mis sentidos, agudizados, ignoraron la gélida sensación que me sacudía. Los indicios del otoño estaban cada vez más presentes. Ya empezaba a hacer fresco por las noches, y me lamentaba de no haber traído ninguna chaqueta con anticipación. 

Escuché pasos detrás de mí, pero no me giré. Solo deseé que no fuera ningún viejo verde tratando de seducirme, además de ilegal, era algo asqueroso y denigrante. 

—¿Qué hace aquí tan sola?

Por el tono de voz empleado, supe de inmediato que solo tenía curiosidad. Aunque sabía que era una chica, mis músculos se mantuvieron tensos, y no fui capaz de articular palabra alguna. Quizás, como yo, aquella mujer se había agobiado. No la culparía si ese fuera el caso. 

No tuve la necesidad de responder, creo que la chica tampoco esperaba una respuesta.

Por el rabillo del ojo, pude verla sentarse cerca de mí. Sentada con las piernas cruzadas, la misteriosa chica se deshizó de su chaqueta oscura y me la posó en los hombros. Pude sentir mis mejillas calientes y las dudas creciendo dentro de mí.

—Parecías tener frío.—Argumentó.

Lo tenía, y gracias a la fina prenda, mi cuerpo estaba volviendo a entrar en calor. O tal vez era por la presencia de la chica, no estoy segura. Respiré disimuladamente su esencia. Olía bien, a vainilla. Me transmitió seguridad.

—¿Es preciosa verdad?

Supe de inmediato que se refería al cielo estrellado. Asentí con la cabeza, a sabiendas de que ella estaba atenta a mis movimientos.

Debería agradecerle por la chaqueta, pero parecía como si ella no necesitara que le diese las gracias. Como si recibiera nada sin esperar nada a cambio.

 Mommy|Minayeon G!P|Onde histórias criam vida. Descubra agora