🔥3❄

1.9K 167 58
                                    

Lo miro, sorprendida de su pregunta. ¿Se ha dado cuenta? Creo que no debería subestimar nunca a alguien como él.

-¿Por qué supones eso?-contesto.

-No trates de evadir el tema. Conmigo no funciona.-clava sus ojos en mí, haciendo que los nervios me invadan.-No voy a decir nada a nadie. ¿Por qué quisiste marcharte?

Suspiro, agotada. En parte, quiero decírselo; pero tengo miedo a que interprete cosas raras o piense mal de mí. No puedo decirle que me iba mal verle con Momo, básicamente porque, de hacerlo, no podré volver a mirarlo a la cara, y mucho menos tener la más mínima oportunidad con él. Que ya dudo de tenerla.

-No estaba a gusto...-le digo. No le estoy mintiendo, simplemente le oculto la mayor parte de la verdad.

-¿Por qué?

Si hace tantas preguntas, es porque no me cree. O no del todo. Lo entiendo y no lo juzgo, pero no quiero decir de más.

-No lo sé. Es la primera vez que salgo de casa con alguien que no sea mi padre.-le confieso.

Clava sus ojos en mí, sin sorprenderse como esperaba. ¿No le parece raro?

-No te juzgo. A mí me pasa lo mismo.-confiesa, mirándome también directamente.

Una pequeña oleada de sentimientos contradictorios pasa de una parte a otra de mi cuerpo. Me entran ganas de sonreír levemente, y es lo que hago. No sé si porque me emociona que confíe en mí para decirme eso; o simplemente porque mi mente es tan trabajadora que ve donde no hay.

-¿A ti te pasa lo mismo?-pregunto, en un intento de entablar conversación y saber más sobre él.

-Sí, podría decirse...-frunce el ceño, como tratando de recordar o cerciorar algo. Pero no dice nada más, lo que quiere decir que no quiere tocar ese tema. Y lo respeto.

-¿Y qué me dices de ti? ¿No te fuiste del bar por incomodidad?-intento de nuevo, sonriéndole y dando unos pasos más avanzados que él para así poder mirarlo directamente.

-En parte sí, no me gustan los lugares ruidosos y llenos de gente.-confiesa, con tono confidente.

-Te pareces a mí en eso.-digo, riendo levemente.-Es un agobio. Te entiendo. Y más cuando uno no está acostumbrado a la gente.

-Y que lo digas. Hay gente más rara de lo que parece.-consigo arrancarle una leve sonrisa que, aunque casi no se note, ahí está.

-¿A que sí? Si te soy sincera, la gente rara es la que me llama la atención, ¡porque hace todo aquello que yo no pude! Tengo que pedirle a Kirishima que me lleve a alguna de sus travesuras~

-¿Acaso quieres meterte en líos?-pregunta, haciendo algo más grande su sonrisa. Poco más, pero me llega saber que es a causa de lo que yo digo.

-Lo cierto es que a mi padre no le haría la más mínima gracia.-me entran ganas de reír al imaginarme la cara de mi padre si llega a pillarme.-Pero, quiero empezar a hacer todo aquello que en quince años no pude, así que me da un poco igual si le gusta o no.

-¿Quince años? ¿Acaso te tuvo secuestrada en un sótano?-dice, de broma. Río levemente, aunque un poco forzado.

-Para nada. Al contrario. Siempre me trató de maravilla.-le sonrío, y me observa fijamente.

Al volver la vista al frente, veo que la dirección que debo seguir, no es la misma que la de Todoroki. Él parece querer ir todo recto, yo tengo que girar a la derecha. Me deprimo un poco, ya que el acercamiento que acabamos de tener ha sido tan agradable que querría que el tiempo se detuviese.

Eres Mía, Heroína | 𝖲𝗁𝗈𝗍𝗈𝖳𝗈𝖽𝗈𝗋𝗈𝗄𝗂 𝖷 𝖱𝖾𝖺𝖽𝖾𝗋Where stories live. Discover now