treinta y ocho.

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Tomas.

Estabamos en uno de los últimos días que nos quedaban en Argentina ya que en cuatro ya estaríamos en el vuelo a Madrid.

- Amor- Lula chasquea sus dedos frente a mis ojos y la miro sin entender- ¿me escuchaste?- frunce su ceño

- ¿Me dijiste algo?- acaricio su mejilla y ella niega suspirando acostándose en mi pecho mientras disfrutábamos la paz que teníamos ya que Giovanni estaba durmiendo

- Te pregunté si querías hacer algo- bloqueo el celular y la miro

- Pero esta lloviendo- señaló la ventana y ella muerde su labio cerrando los ojos y subiéndose arriba mío

- ¿No captas una indirecta?- levanta una ceja y yo la miro alzando una ceja, ella no era mucho de encarar así

- Ah estabas hablando literalmente de hacer algo- toco con mis pulgares su cintura y parte de su abdomen por abajo de la remera mía que tenia

Con Lula habiamos llegado al acuerdo de no cuidarnos más, dijimos que iba a pasar lo que tenga que pasar, así que estamos dejando todo a la suerte misma.

- Basta estupido- corre su cara y noto que sus mejillas se habían tornado de un color rosa

- Ay dale Luli, ya tenemos un hijo que está durmiendo en la pieza de al lado- acuno su cara entre mis manos para que me mire y cuando lo hace uno nuestros labios.

Agarra mi cuello y yo bajo mis manos hasta su culo y empiezo a jugar con su tanga mientras ella se encargó de empezar a moverse sobre mi entrepierna.

Escucho el picaporte sonar y Lula se separa rápido para ver atrás de ella y nos encontramos con nuestro hijo fregandose los ojos y la morocha baja y lo alza a upa mientras que yo me acomodo en la cama mientras venia ella acostando a Gio entre medio de nosotros dos y tapandonos a los tres.

- ¿Que paso gordo?- acaricio su cachete y el me mira con sus ojitos oscuros todavia achinados

El no me responde y espera a que Lula se acomode para abrazarla y ella sonríe mirándome y yo los abrazo a ellos dos.

Pongo una película que le gusta a Giovanni en la tele y no podía parar de mirar las perfecciónes que tenía al lado mío.

Mi hijo, que heredó desgraciadamente para Lula todo de mi, mis facciones y lo peor mi actitud cuando se enoja, es la mayor bendición que me pudo haber tocado en la vida, el me la salvó y nunca voy a dejar de agradecérselo.

Lula, que con su carácter tan sensible pero fuerte a la vez, con sus altibajos emocionales que hace que me vuelva loco, sus dos orbes celestes en cada ojo que cuando me miran me decían que mientras no me saque la mirada de encima todo iba a estar bien, la mujer que al igual que mi hijo hace que sin consumir ninguna droga pueda disfrutar la vida con ellos dos a mi lado.

- ¿Que miras con esos ojitos así?- Lula me mira y acaricia la mejilla que había comenzado a caer una lágrima

- Lo agradecido que estoy con la vida de que los haya puesto en el camino.






























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Un cap re tierno xq me pinto lo goma

𝐅𝐀𝐌𝐈𝐋𝐈𝐀 𝐑𝐎𝐓𝐀 ⸺ 𝐂.𝐑.𝐎 [𝐓𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧𝐚𝐝𝐚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora