[XVIII]

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Saludos cordiales.

Ustedes disculparan la larga espera, pero me he centrado tanto en una de mis historias que, hasta el momento, no he querido trabajar en nada más. Sin embargo, el burnout llego justo para la cuarentena, lo que significa que trataré de trabajar en todas mis demás historias durante un tiempo.

Además, tomando en cuenta que a esta solo le quedan un par de capítulos ¿Cómo no darle el final que tanto tiempo lleva esperando? Es momento de culminar lo que empecé hace mas de 4 años.

Este capítulo en particular será largo, mucho mas que cualquier otro que haya escrito para esta historia, y por eso mismo quiero que una buena música haga la lectura amena para ustedes. Además, les voy a confesar un secreto, mas adelante.

Por favor, vayan a YouTube y busquen "Numbers" de The Cab, y escúchenla en el momento indicado, estoy totalmente convencida de que van a amar su letra tanto como yo.

Finalmente, por favor disfruten la lectura. 

Decir que había estado esperando aquella noche era mentir con descaro. Claro que, confesarle a Chloé que la única emoción que el evento le producía era depresión, no sería la más inteligente de las ideas. Se suponía que ese era su ultimo cumpleaños en parís, rodeado de esas amistades que durante tanto tiempo lo habían acompañado, volviendo su vida as amena y llevadera. Sin embargo, no estaba en lo absoluto entusiasmado.

Debía dejar atrás su cuidad natal, a sus amigos y su vida como héroe, debía abandonarlo todo por el capricho de su padre; y aquella fiesta, no era mas que un duro recordatorio que la vida que tanto le gustaba estaba llegando a su fin. Y, entre todas las cosas, lo que mas le dolía de aquella fiesta, es que se sentía como un deja vu; debía volver a renunciar a la persona que mas amaba por un viaje a otro país. Aquel balde de agua fría le golpeaba mas fuerte de lo que era capaz de soportar.

Suspiró una ultima vez, contemplando su figura en el reflejo, intentando animarse con aquella forzada sonrisa que por años había enmascarado sus emociones. Esperaba poder engañar a quienes fueran los invitados de Chloé. Pero, si no podía engañarse a sí mismo ¿Cómo los engañaría a ellos?

— Mira el lado positivo— intentó animarle el Kwami, flotando sobre su cabeza, engullendo un trozo de queso mas grande que él— Después de marcharte, gozaras de la libertad que solo ChatNoir podía darte.

— o sé como viviré sin ser ChatNoir— confesó, bajando la cabeza, apretando los ojos para detener las lágrimas— Estoy tan acostumbrado a ello que la idea de dejarlo... mejor no pienso en eso, ya estoy bastante mal como para deprimirme aún más.

— Bueno, en eso tienes razón— no importaba cuan juguetona e irresponsable puédese ser la personalidad del Kwami, en aquellos momentos, ni siquiera él encontraba la forma de sacarle una sonrisa— Vamos Adrien, se hace tarde. A lo mejor estar con las personas que te quieres te sube el ánimo.

Con una silenciosa esperanza y el animo por los suelos, el muchacho dejó su habitación y se dirigió a la entrada principal de la mansión, donde Nathalie y el guardaespaldas aguardaban en el auto, listos para llevarlo a la que seria su ultima fiesta de cumpleaños en parís. Agradecía que, al menos por una vez, su padre hubiese cedido y le permitiese asistir; aunque, si lo pensaba mucho, parecía mas un acto de caridad que uno de buena voluntad.

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Si era honesto, no recordaba la última vez que había usado un traje, mucho menos uno tan elegante. El reflejo en el espejo de Marinette le parecía el de otra persona, no solo por la ropa, sino porque su cabello estaba arreglado y bien peinado, por primera vez en años. En verdad, no recordaba como lucia su rostro sin cabello de por medio.

Es Cuestión Del Destino|AdriNathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora