—Zac —suplico mientras busco sus labios.

Un gruñido retumba en su pecho cuando tomo su miembro y lo guío hacia donde su mano estaba haciendo el trabajo. Muerdo su labio inferior al mismo tiempo que me llena por completo y me toma un par de segundos reaccionar para comenzar a moverme. Mi trasero es apretado con fuerza en un intento de atraerme aún más cerca de él. Se siente tan jodidamente bien poder experimentar el placer del sexo sin ningún tipo de miedo, sin nada de inseguridad. Me siento como una chica normal de nuevo y se lo debo todo a él, todo lo que soy ahora es por este patán que amo tanto.

—Estás tan apretada… —gruñe—. No sabes lo bien que se siente.

Quiero gritarle que lo sé, pero sus labios sellan mis gemidos y sus manos se posicionan en mi cadera para acelerar los movimientos. El peso del orgasmo comienza a crecer entre nosotros y antes de poder desfallecer, Zac sale de mí con un rugido y me ataca con sus dedos nuevamente.

—Oh Dios…—Soy capaz de decir.

—Vamos amor —murmura contra mi cuello y exploto.

Mi cabeza cae sobre su hombro al mismo tiempo que su agarre alrededor de mi espalda se aprieta y nuestra respiración se vuelve pausada. A penas soy capaz de coordinar mis pensamientos al darme cuenta de que fue precavido de nuevo y acabó afuera. No importa que las posibilidades de embarazarme sean muy pocas, anoche hizo exactamente lo mismo para no correr ningún tipo de riesgo y está bien. No puedo quitarle el miedo que tiene de hacerme un bebé con un 10% de probabilidad. Somos jóvenes y aunque estoy convencida de que no seré madre nunca, no me puedo permitir ningún tipo de desliz y por si acaso, comenzaré a tomar la píldora.

***

La ciudad me parece más hermosa al lado de Zac que antes, cuando la recorrí con mi madre y mi tía. El aire fresco llena mis pulmones y una alegría extraña está bailando en mi estómago. Mi madre se emocionó a sobremanera cuando se enteró del acto súper romántico de mi novio… Zac Reed es mi novio. Todo me parece bastante irreal aún, pero no quiero llenar mi burbuja de felicidad con pensamientos negativos porque no podría tolerar que todo explote de un segundo a otro. No tengo nada más que ocultarle, sin embargo, la ansiedad aún no sale de mi sistema y me da miedo averiguar el por qué.

La Fontana di Trevi* es sin duda uno de los puntos turísticos más hermosos de Roma y todavía recuerdo que me quería meter en el agua cuando tenía diez años porque pensaba que era una fuente mágica. Mis padres tuvieron que sacarme a rastras del lugar por el escándalo que monté. Creo que es uno de los malos y divertidos recuerdos que les gusta recalcar en cada reunión familiar o fiesta navideña. Una sonrisa boba se desliza en mis labios cuando contemplo el hermoso lugar, me acerco lo más que puedo para ver mi reflejo en el agua cristalina y la figura de Zac aparece sobre la mía. Sus brazos me rodean por completo y su cabeza descansa sobre mi hombro derecho. Hay varias parejas alrededor y familias que también disfrutan de la hermosa arquitectura, por lo que hace que el momento sea realmente perfecto.

—¿En qué piensas, bonita? —Su alieno es cálido en mi cuello y logra estremecer mi piel.

—En lo afortunados que somos.

Me volteo para mirarlo directo a los ojos, una emoción que no puedo identificar está reflejada en su mirada, pero decido no preocuparme por eso. Acaricio su mejilla con suavidad y sus ojos se entrecierran un poco. Me encanta ser quien le tiene la capacidad de transmitirle esa paz solo con una caricia.

—Me siento más afortunado que nunca, Em. No olvides eso.

Mi ceño se frunce ante la emoción palpable con la que pronunció esas palabras, pero es extraño de explicar y ahora mi estómago tiene un nudo de tensión porque dentro de todo sé que quiere decir algo.

—¿Sucede algo?

Mi pregunta se queda en el aire cuando su teléfono comienza a sonar. Es la tercera vez que oigo la melodía del aparato y sé que Zac está tan frustrado como yo por la abrupta interrupción. Suspira y contesta sin decirme nada más.

—Ethan —musita—. Espera, ¿qué? —La preocupación en su rostro hizo que la sangre se me vuelva hielo—. Tomaré el próximo vuelo.

—¿Qué pasa?

—Mi tía, hubo una complicación y le van a inducir el parto —Zac habla con rapidez mientras yo comienzo a rezar internamente.

—Le diré a mi padre que haga un par de llamadas para ponernos en el próximo vuelo.

Y sin esperar respuesta de su parte, tomo el teléfono, le marco a mi padre y le explico el motivo por el cual debe mover todos sus contactos.

*Acueducto de la Virgen, es la más famosa de las fuentes romanas.

Bueno, perdón por haber estado desaparecida de nuevo 🤭 en estas fechas hay mucho trabajo y me estaba costando escribir lo suficiente como para actualizar 😓 muchas gracias por el apoyo y por leerme siempre ♡ espero que disfruten el capítulo 😏🔥 Los leo...x

FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMAZON》Where stories live. Discover now