Gatito Malfoy quería saber que era aquella cosa que volaba de flor en flor, pero su mamá no le dejaba avanzar más de 30 centímetros de ella.
Ya tenía 4 meses, a su opinión estaba ya grande para ir a explorar en esto que le llaman parque.
Ama Pansy había decidido salir de picnic con su amiga Astoria, acordaron entre las dos traer a sus mascotas, trayendo ella la familia de gatos angora y Astoria a la hermana de Gata Narcissa, Andrómeda, una Angora de pelaje gris.
Lucius se había ido a casar algún bicho de por ahí, su padre siempre le traiga obsequios a su mamá, esta no era la excepción. Y hubiera querido ir con él, si no fuera porque su mamá le dijo que aún no era tiempo.
Patrañas...
Observando que tanto su ama como su madre estaban distraídas, de poco a poco se fue alejando de ellas, caminando a pasitos sigilosos por la yerba hacia las flores, en buscas de aquel animalito alado llamado mariposa.
Entre las múltiples flores de colores, pudo observarla, una pequeña mariposa de color amarillo, parada en el pétalo de una flor blanca. Pensó que sería bueno traerle aquel insecto como regalo a su mamá, para probarle que ya era un gato grande.
Pero poco duro esa idea al verla irse volando, y luego ser llevando por delante de un animal mucho más grande que él, rodando por la hierba aun húmeda, echando a ciegas zarpazos y aruñones con sus pequeñas garras.
Tan pronto se detuvo de rodar, salto lejos de su atacante, erizándose tal como le había enseñado su padre, mirando asustado a la maraña de pelo café y flores a su frente.
Aquella bola de desastre tan pronto abrió los ojos y lo miro, de un saltito se paró, girando la cabeza hacia un lado en curiosidad, haciendo maromas a su alrededor feliz de haber hallado otro amigo de juegos.
Gatito Draco no dejo su posición erizada, preguntándose porque tan de pronto le consideraba un amigo.
Ya había visto perros, pero nunca como este.
Perrito Harry gimoteo, ocultando su carita entre sus patitas, demostrándole que no le haría daño alguno.
Gatito Draco se le acerco con mucha cautela, ya no tan asustado, sino curioso de aquel extraño perrito pastor.
Porque era extraño.
En cambio Harry, le parecía un gatito muy hermoso. Conocía muchos gatos, su vecina tenía muchos gatos anaranjados, todos son sus amigos, pero nunca había visto uno tan peculiar como era este, uno tan blanco como la nieve, ojos grises profundos y un listón azul en su cuello con un elegante moño al lado.
No paso mucho tiempo para que se llevaran bien y jugaran un poco, bueno, era un decir para Harry, Draco al ser un gatito, no podía jugar tan bruscamente como lo hacía el con otros perros.
Pero todo acabó en tragedia cuando fueron a buscarlos.
Gato Lucius cuando fue devuelta con un grillo para su amada, se la encontró maullando desesperada con Gata Andrómeda por no encontrar a gatito Draco.
Fue a buscarlo por todas partes, hasta que le encontró con un cachorro de perro, que a sus ojos en vez de jugar, le estaba atacando, corriendo junto con su esposa a toda velocidad a defenderlo.
Tan pronto llego, Gato Lucius lanzo un zarpazo al aire con un gruñido, erizándose ante Perrito Harry que retrocedió asustado, mientras Gata Narcissa revisaba a su amada cría.
Un galopeo fuerte se escuchó, haciéndose presente un perro grande, presentándose como Perro James, que se lanzó a ladridos contra Gato Lucius, mientras perrito Harry retrocedía asustado con el rabo entre las patas.
Gata Narcissa fue a su apoyo, convirtiéndose en una maraña de pelos, mordidas y arañazos, mientras Gata Andrómeda sostenía de la piel de la nuca aun Gatito que lloraba asustado.
Todo paro cuando Perrita Lily fue a separar a su esposo de la pareja de Gatos, gruñendo los perros y erizándose los felinos.
Perrito Harry no entendía nada, solo estaba jugando el pequeño gatito.
Gatito Draco tampoco entendía, estaba muy asustado.
A Perrito Harry después de eso le prohibieron sus padres jugar de nuevo con ese gato.
A Gatito Draco le pusieron más restricciones, nunca separarse de sus padres y no jugar nunca más con perros de esa clase.
