ᎬᏞ ᎫᎬҒᎬ [Uɴ ʀᴇɢᴀʟᴏ ᴘᴀʀᴀ ᴇʟ Jᴇғᴇ] GYLLENHOLLAND

1.

''Escucha con atención como las campanas, dulces campanas de plata.

Todas parecen decir deja las preocupaciones atrás.

La navidad está aquí.

Trayendo alegría

A chicos y grandes

A tímidos y atrevidos

Ding, dong, ding, dong...''

Su madre lo había despertado sin querer con tan extraño, pero a su opinión bonito villancico de navidad, ¿Alguna vez escucharon Carol, The Bells? Pues ese había sido desde siempre su villancico de navidad favorito, la manera en la que subía y bajaba tan seguido era un ritmo que te atrapaba desde el inicio, lo peor de todo es que él no estaba seguro de que fuera realmente una canción de navidad. Claro que era un villancico, pero no estaba seguro si la canción había sido hecha para celebrar la llegada de estas hermosas fiestas o si era para contar un cuento de terror en plena estación navideña, porque a veces sus notas eran demasiado agudas como para ser cantadas con alegría.

Tan solo escucharla te hacia imaginar que un hombre malo iba a venir por ti en la noche de navidad y es por eso que a Tom le encantaba. Porque era mágica. El siempre había amado la magia, además de que amaba asustar a sus hermanos menores contando historias que jamás habían sido contadas. Y esta canción era el origen de su viva imaginación pues este villancico era como algo que cantas antes de que aparezca el monstruo con un saco para secuestrarte.

Como un Santa Claus diabólico, que poseía garras afiladas debajo de sus guantes blancos y una mirada diabólica con una sonrisa de depredador. Amaba esa canción y su madre también es por eso que cuando abrió los ojos para darle la bienvenida a un nuevo día, levantarse con tan bella melodía, le había hecho acreedor de una seguridad que en cualquier otro día no hubiera tenido y así pudo afirmar frente al espejo del baño mientras se enjabonaba la cara y se cepillaba los dientes. Que hoy iba a ser un gran día.

Su madre era extremadamente amorosa en cuanto daba el 1 diciembre, pues no solo la casa recibía una gran transformación navideña, como las luces de colores y los adornos por todos lados, sino también villancicos distintos cada mañana, desayunos ricos en calorías para no morir de frio en un día más en la gran manzana.

Y Tom no podía estar más agradecido con su madre como nunca en estas fechas, no solo porque hacia sus mañanas más cálidas y felices con villancicos, sino porque con todo eso Tom sentía que su vida no era tan monótona como lo era siempre. Su madre y sus hermanos no Vivian todo el año en su departamento de ''Chico Independiente'' como le había apodado su padre, ellos solo iban a vivir hay durante todas las fiestas navideñas y de año nuevo, ya que desafortunadamente Tom trabajaba en un lugar donde parece que no les interesa la familia lo bastante como para darle algunos días libres para poder pasarlo con ellos.

Tom muchas veces se tuvo que disculpar por teléfono con su madre triste porque no iba a poder asistir a la cena de navidad porque su jefe le había pedido terminar de organizar unos papeles esa misma noche. Nikki, su madre había tomado la decisión de que si uno de sus hijos no podía ir a la cena de navidad ella llevaría la cena de navidad hasta el, es por eso que desde el año pasado ellos habían integrado la costumbre de vivir en su departamento durante esas fechas.

Y Tom estaba muy agradecido porque decir que ya los extrañaba muchísimo se quedaba corto.

- ¿Ya le pediste permiso a tu inhumano jefe para la cena de navidad?

Tom tembló y trato de actuar como si no hubiera escuchado a su madre mientras se tardaba apropósito de poner la bufanda alrededor del cuello.

-Tom ¿Ya le dijiste cierto? –el silencio le dio la respuesta - ¡Dios! ¿Por qué no se lo has dicho? El otro año puso de excusa que no le habías avisado con tiempo de que querías el 24 libre, y ahora estamos a una semana de navidad, creo que es tiempo suficiente como para que se vaya haciendo a la idea de que tienes familia y que la queremos pasar contigo. Debes de decirle, Tom. –dijo con tono severo –Me importa un carajo si él no tiene familia y prefiere quedarse la cena de navidad trabajando, no tiene por qué obligarte a pasarla con él.