Capítulo XI

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Pov Omniciente

El ser de la gabardina se encontraba en un lago sentado en la orilla mientras fumaba intentando aclarar sus pensamiento.

"no lo extraño, de hecho hasta me alegro de no verlo"

Esas palabras reosnaban en su mente mientras seguía fumando. ¿Acaso ella lo odiaba tanto para ser así de cruel con él? No sabía cómo era posible que le tuviera tanto resentimiento.

—¿qué haces aquí? —pregunto alguien a sus espaldas, él no se giro y siguió fumando.

—pensando... —dijo el hombre de la gabardina.

—¿en una chica? —pregunto burlón mientras se acercaba a él.

—¿no deberías estar en Londres cuidando de una mocosa de casi dos siglos? —pregunto él algo molesto mientras se giraba a ver al pelirrojo.

—esta con su novio—dijo el pelirrojo con algo de disgusto.

El ser de la gabardina se rio con burla mientras negaba.

—te mando al demonio una chica que se comporta como una niña caprichosa—se burló.

—y a ti una chica que ni conoces te tiene comiendo de la palma de su mano como si fueras un perro—le respondió con molestia.

—al menos a mi no me cambiaron por un payaso—dijo mirando al pelirrojo de ojos ámbar.

—Al menos yo si conozco todo de ella —responde.

Él se levantó, tiro la colilla de su cigarro a los pies del juguetero y se fue de ahí para regresar a su cabaña.

¿enserio me odiara tanto? —pensó mientras pasaba por los Rosales de su jardín.

Se detuvo cuando llegó a las rosas blancas, las favoritas de la chica... Tomó una despreocupada mente provocando que una de las espinas le hiciera un pequeño corte en la mano.

Él gruño alejando su mano de la Rosa mirándola, poco a poco la herida se cerró sin dejar siquiera una cicatriz.

Tomó la rosa con más cuidado y le fue quitando las espinas.

Flashback

La pareja se encontraba en el jardín trasero de la casa que compartian. Él se acercó y tomó una de las rosas descuidada mente provocando un corte en uno de sus dedos.

—maldición... —dijo en voz baja con el propósito de que su novia no lo oyera, ella logró escucharlo y volteo a ver que pasaba.

—¿que pasa?, Francis—pregunto la chica levantándose, pues estaba de cuclillas frente a las mismas rosas pero no logró percatarse de el acto de su novio.

—me corte el dedo con las espinas—dijo algo apenado. La chica rio levemente y se acercó a su novio para limpiar la sangre que salía y ponerle una curita como si fuera un niño pequeño.

—debes tener más cuidado, las Rosas son muy hermosas pero sus espinas las hacen peligrosas [hice una rima :v]—dijo ella mientras depositaba un beso en la herida de el hombre y volvía a su rosal preferido.

Rosas Blancas (Sexual Offenderman Y Tú) -PAUSADA-Where stories live. Discover now