¿Mejores Amigas? Temporada 2 | Michaeng [G!P]

Capítulo 19

POV Chaeyoung

-¡Niñaaas! ¿Que les parecen si en vez de pedir pizza, salimos a comer lo que ustedes quieran en la calle?

Al parecer no me escucharon porque ninguna de las dos me contestó.

Subí hasta el segundo piso para buscarlas.

-Envidio su energía - les dije al verlas correr por todo el cuarto.

-¡Mami! - gritó Hani corriendo hacia mi mientras alzaba sus brazos.

La cargué, Suni se me acercó y la tomé de la mano.

-Salgamos a comer a la calle y luego quizás, si se portan bien, podamos ir al parque a jugar.

-¡Siii! - gritaron ambas.

-Espeda mami - dijo Hani bajándose de mis brazos.

Hani tomó a Suni de la mano y entraron al cuarto. Me asomé por la puerta para ver que iban a hacer.

Hani sacó dos chaquetas y le dio una a Suni.

-Eres muy inteligente hija, me había olvidado completamente de tu abrigo.

-¿Está bien si le presto una a Suni?

-Claro, mi amor, estoy orgullosa de que también te hayas preocupado por tu amiga.

Las niñas bajaron de la manito las escaleras, salimos de la casa y me asusté al no ver mi auto estacionado. Luego del mini infarto que tuve supuse que Tzuyu se lo había llevado.

Tomamos un taxi hasta el restaurante, Suni y Hani no paraban de jugar y reir. Me hacía sentir completa ver a mi hija tan feliz.

Mientras esperábamos por la comida, intenté sacarle un poco de información a Suni.

-Suni, ehmm... ¿Tu papá.... vive en Japón?

La sonrisa desapareció de su rostro.

-N-no tengo papá - tartamudeó.

-¿Tienes dos mamás como yo? - preguntó Hani.

Suni negó moviendo su cabeza.

-Entiendo... ¿Quieren un helado después de comer? - les pregunté para intentar levantarle al ánimo a Suni.

Mierda, y ahora como hago para averiguar más sobre su padre sin lastimar sus sentimientos.

Las niñas comieron todo el almuerzo y se portaron excelente así que las llevé al parque.

Corrí con ellas, las subí a los columpios, a los jueguitos que habían por ahí y no se cansaban. Eran dos pequeñas criaturitas con infinita energía, jugamos durante horas y eventualmente empezó a oscurecer.

-Niñas, iré a descansar a las bancas, las estaré viendo desde allá - les dije completamente exhausta.

Creo que ya estoy vieja para esto.

-Mami - dijo Hani acompañada de Suni luego de un par de minutos con una flor en la mano- te la regalamos.

-¡Ouw, son unos amores! ¡Huele muy bien! ¡Muchas gracias!

Le extendí la flor que las niñas me trajeron a cada una para que la puedan oler.

-Mami - jadeó Hani.

-¡Mamá! - gritó desesperada.

La respiración de mi hija se tornó forzada y agitada, de su pecho salía un silbido. Hani abrió su boca en un intento desesperado de tomar aire.

-¡No no no! ¡Mi amor! ¡¿Que tienes?!

La cargué, tomé a Suni de la mano y corrí hasta la avenida para tomar un taxi para ir a la clínica más cercana.