《 Jamás debí acercarme a ti》

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James sin prestar atención a qué dice su mejor amiga por que acaba perdiéndose en sus ojos azules, sala común de gryffindor, otoño del 1972 en Hogwarts

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James sin prestar atención a qué dice su mejor amiga por que acaba perdiéndose en sus ojos azules, sala común de gryffindor, otoño del 1972 en Hogwarts.

Dormitorio de alumnos de segundo grado.

Alice y Malia habían estado en incontables ocasiones en aquellos dormitorios, pese a las numerosas advertencias y a los hechizos, no había nada que la castaña y la pelirroja no pudieran burlar o hacer juntas.

Mientras subían las escaleras, Malia se dedicó a mirar los rasgos de su mejor amiga.

Alice había sido la primera persona que había conocido, la culpable de una caída desastrosa en el lago negro, la chica que vió romperse dos meses atrás cuando vió el engaño de su padre a su madre.

Desde entonces, Alice insistía en que la llamaran Alice Fortescue, el apellido de soltera que había vuelto a tener su madre cuando su pequeña le contó todo.

No fue fácil a decir verdad, hablo con el director Dippet y le explicó la situación, al ser tan comprensivo no dudó en dejarla marchar e incluso en acompañarla a su mansión donde residían sus padres.

Siendo bendecida por Merlín, su padre se encontraba fuera por asuntos de negocio y su madre la acogió entre sorprendida y agradecida.

Compartió algunas palabras con el director antes de que este se retirara a otra sala para proporcionarles intimidad a madre e hija.

Alice no sabía cómo abordar el tema, apenas contaba con una decada de vida y tenía que afrontar asuntos de todos adultos.

Tal vez alice comenzaba a madurar a edad muy temprana, y tal vez la situación la empujó a hacerlo, pero cuando la mirada de su madre, Celeste, se conectó con la de su hija, en la que ojos negros y ojos mieles se fundieron, la mujer pudo observar como su niñita comenzaba a creer.

Tenía ese deje de madurez, ese aire vibrante de que comenzaba a comprender muchos asuntos ajenos a los que antes le rodeaban, un brillo en los ojos maduro y cautivador.

Estaba a punto de sonreír maternalmente, acercarse y recogerle un mechón despreocupado que le caía de la coleta improvisada de los castaños pelos de su hija, cuando escuchó sus palabras.

—Papá te engaña— soltó sin previo aviso.

Alice estaba segura que de no ser porque estaba ya sentada, su madre se habría desplomado.

Mientras reinaba el silencio, Alice cogió la mano de su madre intentando fundirle ánimos, tanto como a su madre como a ella misma.

《LA PRIMERA PELIRROJA》JAMES POTTERWhere stories live. Discover now