III

15.5K 1K 314
                                    

La hora de almuerzo llegó. Estaba listo para irse a almorzar, pero claro;

—¡Almorcemos juntos, Tomioka-san!—Kanroji intentó incluirlo.

—Me gusta comer solo.—Tomioka se negó, siendo cortante.—Adiós.

La pelirosa no insistió, dándole un lindo "bye bye".

Fue al lugar habitual. Tomando asiento, tenía una espectacular vista de los árboles de cerezo que solamente de verían allí debido a la estación. Cómo siempre, las tierras de Oyakata-sama eran misteriosas y fascinantes.

Repentinamente sintio un tacto suave en sus ojos acompañado de un susurro;

—¿Sabes quién soy?

Sobresaltado, pero sabiendo que no era un demonio, atacó, aunque no golpeó nada, aquella mariposa ágil voló lejos de él.

—¡K-Kochou!—Sobresaltado bajo su Nichirin.—Eso fue peligroso...—Se sentía aliviado de no haberla lastimado ciertamente.

—Siempre tan preparado, si hubiera sido un demonio estarías muerto, Tomioka-san.—Con esa sonrisa que no le parecía convimcente le mirabam

—Los demonios no tienen tanta elegancia para acercarse a otros.—Bufo para si mismo.

—Ara, ara, no esperaba que empezarás a coquetearme, Tomioka-san.—Cubriendo su boca río.

—¿Coquetear?—No evitó sentirse raro.—No quería dar esa impresión.

—No te preocupes, es bueno poder hablar contigo, Tomioka-san.—Su sonrisa amable nunca convencía a Tomioka, pero por primera vez Giyuu se llego a sentir cómodo.—¿Almorzamos juntos?

—¿No almorzabas con los demás pilares?—Cuestiono de vuelta, sabía bien que Kanroji siempre invitaba a todos los pilares.

—Quería comer contigo, les dije que vinieran también, pero ellos de verdad te odian, Tomioka-san.—Soltó con gran inocencia. Giyuu no evitó aparto la mirada. Estaba...

Dolido.

—Ya veo.

Demasiado directo, algo triste aunque lo sospechaba, el que Shinobu lo confirmara era realmente doloroso. Después de todo ella no le mentiría.

¿Por qué lo haría?

—¿No quieres comer conmigo, Tomioka-san?—Con una expresión de ligera tristeza lo miro, Tomioka dudo, así que desviando la mirada sólo dijo;

—Puedes... Quedarte si quieres.

—¡Yeyh!—Con emoción se sentó junto a éste.—Sabía que eras amable, Tomioka-san.

Esas palabras lo hicieron feliz.

—No soy amable.—Pero debía mantener distancia.

—No digas eso, Tomioka-san, no quieres que yo también te odie, ¿Verdad?—Era una broma.

Claro que lo era, pero...

—Lo siento...—Un susurro, con un rostro inexpresivo y mirada vacía, pero por dentro, el pensamiento de ser despreciado por absolutamente todos era...

Muy aterrador.

—¡Está bien!—Ella le dio una sonrisa dulce.

Él agradeció ese gesto.

"Kochou Shinobu, ¿Verdad...?"

Giyuu no quiere estar solo | GiyuushinoWhere stories live. Discover now