Capítulo 3. Confusión

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 Al anochecer en casa del Padre de Amber...

Todo parecía estar normal, Mildred se encontraba cenando sola mientras que Amber estaba haciendo sus deberes, en cuestión de minutos la puerta de la casa se abrió de golpe y Mildred se asomó a ver con preocupación, al ver de quien se trataba caminó hacia Amber y le sugirió que sería mejor hacer los deberes en la habitación, a Amber se le hizo extraño y se levantó de la mesa con sus libros en los brazos, de pronto entró David, él estaba ebrio, balbuceaba y caminaba con dificultad. En cuanto Amber vio a su Padre sintió decepción pero el señor David no se percató de ello, él estaba muy concentrado en su camino, se dirigió a su habitación y al llegar dejó caer su cuerpo en la cama. Pasaron minutos y Mildred le propuso a Amber que adquiriera algunas almohadas para que solo por esa noche durmiera en el sillón, Amber no tuvo más opción que aceptar y después de dejar sus libros sobre el estante fue sigilosamente al cuarto de su Padre para tomar una almohada pero pronto algo llamó su atención. Amber pauso sus pasos al ver unas llaves, estas últimas pertenecían al sótano y sin pensarlo tanto las tomó con la finalidad de abrir la puerta del sótano y dormir cómodamente en la que era cama de su Tía, para no llamar la atención de la esposa de su Padre Amber introdujo las llaves en el bolsillo de su pantalón y con la almohada en brazos corrió hacia la puerta del sótano para abrirla antes de que Mildred se diera cuenta, y en cuestión de minutos ahí estaba otra vez, acostada en la cama de su tía Amy. Bastaron unos segundos para que el sueño empezara a adueñarse de ella y en cuanto sus ojos empezaron a cerrarse por sí solos la voz tentadora de Alan comenzaba a escucharse.

—¿Alan estas ahí? —cuestionó y durante ello sus ojos marrones buscaban con insistencia al chico de ojos verdes.

La mayor parte del lugar estaba oscurecida y Amber miraba con dificultad, en esta ocasión ella parecía estar en su salón de clases, de pronto ella logró ver que alguien venia caminando con una vela encendida. El rostro de Amber comenzó a dibujarse una sonrisa, pues aquella persona que se acercaba con la vela en las manos era Alan.

—Pensé que no vendrías—habló Amber mientras jugaba nerviosa con las puntas de su cabello.

Alan dejó la vela en una silla que se encontraba cerca, y de la nada aparecieron 4 velas más alrededor de ellos.

—¿me extrañaste?—preguntó, Alan se acercó a ella sin dejar de mirarla a los ojos.

—La verdad si, te extrañe mucho, no sé cómo explicarlo pero cuando estoy contigo se me olvida todo y me siento mejor. —confesó con una sonrisa tímida.

Alan sonrió de lado, dio unos pasos más hacia ella para así poder acariciarle el rostro y en cuantos sus manos tocaron su cara no pudo evitar observarle los labios y sentir deseo, deseo de besarlos y morderlos.

—¿Qué ocurre? — ella preguntó, su piel estaba erizada.

—Ocurre que me pierdo en tu belleza, en tus ojos, en tus labios, me encanta tu cabello, tu aroma y tu piel. —confesó y con delicadeza acarició el suave rostro de Amber.

Ese momento sentimental comenzó a ser interrumpido por unos gritos, estos se escuchaban al fondo, y podía oírse claramente que pertenecían a una mujer, los gritos aumentaban y Amber empezaba a asustarse.

—¿Qué es eso? ¿De dónde bien..? —

Amber no pudo continuar hablando ya que Alan acercó sus labios con los de ella, y los gritos ya no se escuchaban más. Alan siguió besándola y ella le correspondió encantada, durante el beso Amber sentía algo indescriptible, algo que nunca había sentido por alguien, ella llevó sus manos hacia la espalda de Alan y el beso parecía nunca acabar, y en cuestión de segundos Amber despertó, ella abrió sus ojos con lentitud y llevó su mano hacia su pecho ya que los latidos de su corazón estaban más rápidos de lo normal, lo curioso era que aun podía sentir la suavidad y el sabor de los labios de Alan.

Incubus "Ten cuidado con lo que sueñas, se puede hacer realidad"[EDICIÓNPAUSADA]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang