Único

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Todo estaba oscuro, dependía totalmente de su audición y para su mala suerte no sé escuchaba ningún ruido en esa noche tan fría, tenía miedo no sabía cuánto tiempo más estaría allí, no había comido en días y el agua que le daban era muy poca, temblaba de frío y estaba muy cansado pero tenía miedo inclusive de cerrar sus ojos

No quería morir

Sin poder evitarlo comenzó a pensar lo que había hecho para de quedarse atrapado allí, claro había sido su culpa ya que no había terminado sus tareas a tiempo... A sus padres no le gustaba ello y aunque intentó explicar que no había podido finalizarlas porque le habían asignado más tareas a último momento sabía que no era una buena excusa, resignado se dispuso a recibir su castigo, no había pensado que podían llevarlo al sótano de nuevo, últimamente lo habían dejado allí como castigo varios días, ya que tenía un efecto que sus padres catalogaban como "bueno", Butters no entendía como salir de allí temblando y lleno de lágrimas podía serlo, pero sus progenitores aseguraban que era una disciplina efectiva. No sabía que tanto querían que lo afectara está vez pero había superado las anteriores en cuanto al tiempo de encierro, al pasar la segunda semana pensó que ya había sido suficiente, tonto de el, le preguntó a su madre si ya podía volver a su habitación, al principio recibió una dulce caricia de su madre en su rostro y alegre se apoyó en esta. Su sorpresa fue grande al escuchar las palabras de su madre, quien luego de pronunciarlas le dedicó una sonrisa, se paró y se alejó lentamente subiendo las escaleras, cerró la puerta dejándolo solo.

Leo tembló mientras lágrimas caían de su rostro, se dió cuenta de que últimamente había sido un llorón, tal vez era otra razón por la que estaba allí.

"Espero que este lugar te haga reflexionar debidamente querido, estarás aquí por un tiempito más, he escuchado que es más efectivo" le había dicho su progenitora.

Lo normal era estar encerrado dos semanas o a más tardar dos y media, eso lo dejaba enfermó, desidratado y hambriento.
¿Exactamente cuento tiempo más estaría allí? ¿Cómo resistiría?

Volvió al presenté por la fuerte tos que tenía, si no se equivocaba se había enfermado de fiebre dos semanas atrás, la tos había comenzado hace cuatro días empeorando rápidamente, creía que la sangre llegaría luego de esa noche.

Odiaba su sangre. Le aterraba.

Intentó no concentrarse en ello, se le ocurrió pensar en cosas bonitas, se enojo consigo mismo ya que lo primero que pensó fue en el divertido juego de Té que disfrutaba junto algunos peluches y su fiel compañero Dougie, a su padre le molestaba verlos jugar de esa manera, "Los verdaderos hombres no hacer esto Leopold" le explicaba severo mientras tiraba sus juguetes incluso aquel peluche de Hello Kitty que tanto amaba. Butters intentó comprender, realmente intentó pero lo único que consiguió fue imaginarse diciéndole a su padre que su pensamiento era erróneo, no había ninguna ley que le prohibiese disfrutar de un buen juego de té, además la madre de Dougie había afirmado que sin importar que o quien fueses siempre podías disfrutar de uno (A menos que fueras Hitler, el solo merecía un te envenenado, aunque Butters realmente no entendía porque) aunque porsupuesto solo se quedó siendo un pensamiento, Leo realmente no le gustaba ser golpeado dolía.

Ya resignado intentó pensar en algo más, está vez fue en sus amigos de la escuela, se preguntó que estarían haciendo, si no se equivocaba ese día era viernes, usualmente lo aprovechaban para jugar videojuegos juntos o hacer pijamadas (De machos, con películas de terror que luego los hacían dormir abrazados muy juntos) sonrió al imaginarselos riendo juntos, aunque al mismo tiempo eso lo desánimo un poco, deseaba reírse de nuevo junto a ellos, jugar hasta el cansancio, ser el compañero de sus planes aunque no fuese tan importante, realmente le gustaba.

Pensó en Kenny, la última vez que lo había visto había sido antes de llegar a su hogar, se había peleado con un chico mayor, nada de lo que no pudiese encargarse afirmaba orgulloso, Butters se había molestado un poco con el, no le gustaba verlo lastimado, a pesar que ver el cuerpo de Kenny sin heridas fuese algo difícil, el se encargaba de curarlo, tal vez robar el botiquín de auxilio de sus padres no había sido lo más correcto pero era necesario.

Luego de ello Kenny le había dado un pequeño beso de agradecimiento, ninguno había notado a la señora Stotch en aquel momento pero fue demasiado tarde, cuando está ya había llamado a Butters para que fuese inmediatamente a su casa, miró por última vez a Kenny y ante su cara llena de pena simplemente le sonrió levemente.

Fue la última vez que lo vió.

Su madre le había reprendido duramente no podía recibir besos de ningún chico, jamás.

Actualmente creía que esa era una de las razones por las que su castigo se había alargado, el solamente se había disculpado por robar el botiquín, no había dicho nada sobre aquel pequeño beso.

- Pero a mi realmente me gustan sus beso...- susurró débilmente sintiendo su garganta seca.

No mentía los besos de Kenny eran cálidos y lo hacían sentirse querido. Tocó su mejilla, allí Kenny lo había besado la última vez, una sonrisita se escapó de sus labios nuevamente.

Está fue desvanecida rápidamente por un gran malestar causado por la fiebre, sin muchas más fuerzas se tiró al frío suelo. Miró hacia la pequeña y única ventana de aquel lugar, podía ver las pequeñas estrellas del cielo nocturno, suspiró siendo capaz de ver su aliento congelado.

Quería jugar, reir, sonreír junto a la gente que amaba, incluso estaba dispuesto a soportar las peleas entre Kyle y Cartman, los llantos de Stan, las peleas absurdas entre sus compañeros que usualmente terminaban en desastre, hasta se creía capaz de soportar a Tweek y Craig besandose... También quería besar a Kenny...

Pero estaba tan cansado... no quería pero ya no podía evitar cerrar sus ojos lentamente y con miedo.

No...

No podía terminar así.

El no quería que ese fuese el final

Debía haber otra opción...

Y sin embargo sus ojos ya estaban cerrados.

Se sentía tan bien

Tal vez, descansar un poco no le haría daño...

Solo serían unos minutos

...

...

El ruido estruendoso de la única ventana de aquel lugar rompiéndose lo sorprendió. Abrió los ojos rápidamente y miró hacia donde provenía el escándalo, lo que causó que se abrieran aún más, la rejilla de la ventanilla estaba siendo retirada.

Lo primero que pensó fue en ladrones, se sentó dispuesto a intentar decirles que lo único que conseguirían sería quedarse atrapado junto a el en la oscuridad del lugar (y esperaba que eso fuese algo negativo para ellos) pero al ver quien se encontraba allí junto a él solo pudo abrir su boca lleno de sorpresa.

Era Mysterion.

Estaba allí a tan solo a unos pasos de el mirándolo seriamente, cómo era característico del héroe.

Intentó pararse, siendo rápidamente ayudado por el otro chico, se vieron por unos breves minutos.

- Leo...- no había ningún tono extra grave en su voz, era tan solo Kenny, uno muy preocupado.

Kenny... Estaba allí ahora no era una ilusión estaba seguro de ello

Butters lo abrazó con fuerza, estaba tan cerca del colapso que se agarró del contrario quien ya estaba devolviendole el abrazo.

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Tengo sueño, mucho sueño, creo que voy a dormir hasta las semana que viene pero bueno.

Algún día corregiré los errores.
Y algún otro día subiré el extra en esta historia.
Y hasta mejórate la portada que antes me encantaba pero ahora no sé qué pensar.

Pd;: LES JURO POR DIOS QUE SI ESTO NO TIENE NI UN POCO DE EXITO VOY A LLORAR, ES LA PRIMERA VEZ QUE ME ENCUENTRO TAN SATISFECHA CON MI ESCRITURA, NO ES PERFECTO PERO LO AMO :(

OscuroWhere stories live. Discover now