cuatro

7.2K 276 17
                                    

Dante

La veo irse a su habitación casi corriendo. ¡Joder con mi boca floja! No llevo ni 20 minutos aquí en casa y ya la lié. En parte, no fui yo quien dijo todo eso. Fue mi lobo. Y no crean eso de que nos cambian los ojos cuando nuestro lobo toma el control, al menos a mi no me pasa. Es como si fuera yo mismo, nada mas mi voz es la que cambia, ya que se vuelve mas ronca. La única vez que mis ojos cambian son cuando ambos tomamos control. Se vuelven dorados.

-Déjala mi niño -Dice mi madrina al notar como no quito mi vista de las escaleras- Ella se puso muy mal cuando tu te fuiste, eran muy unidos, supongo que su lazo era tan fuerte que la lastimo sobremanera- No tienes ni la menor idea madrina. Nuestro lazo es para toda la vida. -Po un momento llegue a pensar que tenían algo a mis espaldas ¡Que locura! -Mi cuerpo se vuelve rígido y estoy seguro que mi rostro esta pálido.

-Que cosas dices Ma'. Ella y yo solo nos llevábamos como, quizás, unos mejores amigos. -Suelto una risa nerviosa. Amigos. Si claro, amigos, amigos que se besan, se aman y hacían el amor.

-Si lo se. Son locuras mías.

Unos dos años antes de mi partida, creí que nos había descubierto.

Flashback

Cierro cuidadosamente la puerta de su habitación mientras suspiro. Miro la hora en el reloj que cuelga de la pared del pasillo frente a las escaleras. 2 am. Sonrió. Apoyo la frente contra la puerta mientras recuerdo lo que acabamos de hacer. Lo que le dije. La amo.

-Hijo, ¿Que haces en la puerta de Alisha a estas horas? -Rigidez. Eso siento. ¡Mierda! Olvidé por completo que mi madrina salía a estas horas de la madrugada de su trabajo. Es enfermera.

Me volteo de forma lenta pensando en alguna escusa. ¿Y si nos descubrió? Joder, soy un idiota. Debí irme en cuanto terminamos como siempre pero no pude. Quise sentir lo que era dormir a su lado aunque sea un momento, no imagine que me quedaría 4 horas. Su calor corporal fue una maravilla y se ajustó perfectamente al mío.

-Ma-Madrina... yo... estaba...ViendoUnaPeliculaConAlishaYNosDormimos -Todo fluye tan rápido que ni siquiera yo lo entiendo. Aunque fue una muy buena excusa dudo que me crea por lo nerviosa que sonó mi voz.

-¡Cariño! Te hubieses quedado a dormir con ella. Hace mucho frío en la casa para que salgas sin pantuflas y con solo short. -Me da una mirada tierna mientras sonríe para luego darse la vuelta e irse a su dormitorio. Miro el suelo extrañado. - Por cierto, buenas noches.

-Buenas noches Ma'. -Me giro nervioso pensando en lo inocente que es mi madrina. Y lo cerca que estuve de ser descubierto. ¡joder! Aun me tiembla la mano.

Aun así al llegar a mi cama, sonrió. Alisha tiene una piel muy suave y su calor derrite hasta el hielo.

Fin flashback.

Fue muy bueno saber que no me descubrió. No me hubiese gustado que me alejara de ella. Aunque no tarde en abandonarla por mi propio pie. Me siento un idiota además de culpable por su dolor.

Mientras estudiaba podía sentir cosas que no lograba entender, dolor, rencor, odio, amor, perdida. Tarde poco en entender que no eran mis sentimientos, eran los de ella. Me sentí horrible al saber que era yo el causante de todo eso. Pero me daba fuerzas diciéndome en todo momento que era por nuestro bien, por nuestro futuro. Quería que nuestros hijos estuvieran orgullosos de mi, de ella. Que nada nos faltara.

Soñaba con ser el mejor abogado y el mejor lobo. Y lo soy. Un destacado abogado y con mucho esfuerzo un gran cambiaforma. Pulí todos mis dotes y entrené a mi lobo para tener total control sobre él.  No quería lastimar a mi mujer en un arranque de celos y enojo.

Pero aunque crecí como persona la destruí a ella. Por eso deseo recuperarla y darle todo lo que soñé. Todo lo que merece y formar una familia. Cualquier lobo de mi edad ya tendría eso y mucho mas. Pero al no saber de que manada provengo, y enterarme tarde de lo que era, me complicó las cosas.

Volteo mi mirada donde mi madrina y con sorpresa descubro que me mira tratando de descifrar algo.

-¿Pasa algo madrina?

-Has cambiado.

-¿Cambiado? ¿A que te refieres? -Toma mis manos con una de las de ella mientras con la sobrante barre mi cabello y toca mi mejilla con amor. Como mi madre solía hacerlo.

-Te ves mas maduro, pero... sigues siendo un niño. Un niño sin el brillo de siempre. Falta algo en ti, quiero saber que es. -Me sonríe con tristeza. Veo culpabilidad en sus ojos. -Y quiero saberlo, para que cuando me valla, pueda hacerlo estando en paz y asegurando que mis dos pequeños son felices. -Abro mis ojos con horror.

-¿De que hablas? ¡Madrina ¿de que estas hablando?!-Me paro de mi asiento mientras agarro sus manos y me arrodillo frente a ella. -No puedes estar hablando en serio. ¿Te iras? ¿A donde? - Pregunto mientras una lágrima cae de mi ojo. Ella no. No quiero perderla. Es como una segunda madre. No quiero perderla como a la primera.

-Mi niño. Tengo cáncer. -No. No no no. Por favor no. -Sé que aun faltan los resultados para saber como va su avance. Pero soy enfermera, llevo mucho tiempo viendo estos casos. Y sé que para mi, ya no queda mas. El doctor le a dicho a mi niña que posiblemente hay algún tratamiento, pero se que aun así, no viviré. Te pido que la cuides y la protejas como solo tu saber hacerlo y lo as hecho todos estos años. Por favor que no sufra, confío en ti y se que ella también lo ase.

Mi lagrimas caen junto a las de ella, mientras besa mis manos. No lo aguanto y un ronco sonido sale de mi garganta mientras la abrazo fuerte y escondo mi rostro en su cuello, olisqueando su aroma a hogar. Es la mejor segunda madre que tengo. Recuerdo la sonrisa de ella y mi madre mientras nos veían jugar a Alisha y a mi en el patio. Sus abrazos y sus galletas de chocolate los domingo antes de misa.

-Hijo. Se tu secreto... -Aparto rápidamente mi cara de su cuello horrorizado y con miedo, pero al verla solo veo una mirada llena de ternura y amor. -... porque yo guardo el mismo.


De rodillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora