SKYFALL 🥀 Light Yagami

4 🥀 Presentations

Dos Días Después, Hotel Imperial

Los miembros de la policía y L estaban frente a la puerta de la habitación que el detective le había reservado a su hermana. El día anterior le había avisado de que irían sobre las diez de la mañana y le había pedido que lo tuviera todo listo.

L suspiró y llamó a la puerta. Medio minuto más tarde, la chica les abrió. Los policías la observaron unos segundos: llevaba una camiseta blanca de mangas largas y unos vaqueros azules, iba descalza y despeinada. Se rascó el tobillo con el otro pie y bostezó.

-Soy R. - se presentó la chica, con el ceño fruncido por la luz que había.

La primera impresión que dio a cada uno de los policías era muy distinta. Soichiro pensó que era poco profesional, Aizawa que era inteligente, a Ukita le pareció divertida y a Matsuda muy guapa.

-Por favor, dime que no te acabas de despertar - murmuró L. Rylin se encogió de hombros.

-Son las diez de la mañana, ¿qué te esperabas? - Preguntó la chica.

L negó con la cabeza.

-Otra cosa más, ¿esos pantalones son míos? - Preguntó extrañado.

-Y la camiseta - añadió Rylin. - No tengo ropa, ¿no querrás que duerma con un mono de espionaje?

-No, no hace falta - contestó él. - Le diré a Watari que te compre ropa. ¿Cuál es tu talla?

-La misma que la tuya, ¿no ves que la ropa me va bien? - Preguntó la chica, señalándose.

Los policías se miraron confusos, parecía que los hermanos habían ignorado su existencia completamente.

-No sé que talla de ropa tengo - murmuró L.

La chica se rió y negó con la cabeza.

-Ya basta - les regañó el jefe de policía un tanto molesto. Normalmente no le hubiese dicho nada a L, pero estaba irritado con la presencia de la chica.

-Usted debe ser Soichiro Yagami - dijo Rylin dirigiéndose hacia él. No le sorprendió que el padre de Light estuviese "enfadado" con ella.

-Correcto - contestó en tono seco.

-Pues bien, Soichiro Yagam. Primero - empezó a decir Rylin - no debería darme su nombre porque, aunque esta bastante claro que Kira es su hijo Light, yo podría matarle ahora mismo si lo fuese; y segundo, entiendo que no quiera aceptar que su hijo sea un asesino, pero lo es, y tarde o temprano tendrá que aprender a vivir con ello.

Soichiro iba a contestar, pero sorprendentemente no se le ocurrió nada. Rylin le dedicó una mirada de superioridad y se giró para mirar al resto de policías, a quienes sonrió dulcemente.

-La verdad es que tu hermano y tú sois muy parecidos - intervino Matsuda.

-¿Les has dicho que somos hermanos? - Le preguntó Rylin a L.

-Watari me obligó a hacerlo - contestó el chico.

Rylin sonrió y volvió a mirar a Matsuda.

-Es lo que tienen los gemelos - respondió ella amablemente.

-Mellizos - le corrigió L.

-Gemelos - recalcó ella, sin mirarle.

-Dos hermanos del mismo sexo no pueden ser gemelos - dijo él.

-Pues si somos gemelos y esta claro que yo soy una chica, ¿qué dice eso de ti, L? - Preguntó Rylin.

Matsuda sonrió y contuvo las ganas de reír. L iba a contestar, pero Aizawa le interrumpió.

-Creo que deberíamos presentarnos - dijo el policía.

-Podéis decirme vuestros nombres falsos si os sentís más a gusto - sonrió Rylin.

-Yo me llamo Aizawa - se presentó él. - Ellos son Matsuda y Ukita.

-Y yo Soichiro Yagami, el jefe de la jefatura de policía - completó Soichiro.

-Bien, esos son vuestros nombres reales - murmuró Rylin.

-¿C-Cómo lo has sabido? - Preguntó Matsuda, como si la chica hubiera hecho un truco de magia.

-L ya me los había dado - sonrió ella.

-Eso es información confidencial, compórtate - gruñó L.

-Bueno, no nos vamos a pasar todo el rato en el pasillo - dijo Rylin, ignorando el comentario de su hermano. Se dio media vuelta y entró a la habitación. - Pasad.

Los policías y L se dirigieron al salón que tenía incluida la suite, sentándose en los sillones que L le había pedido a Watari que colocara previamente. Rylin subió las persianas para que entrara luz natural y luego se tiró sobre uno de los sillones.

-Watari, prepárame un té - pidió la chica, con los ojos cerrados.

-Watari no está aquí - contestó L.

-¿Eh? - Murmuró Rylin, abriendo los ojos e incorporándose. Miró a su alrededor con algo de desilusión y suspiró.

-P-Puedo traértelo yo - se ofreció Matsuda.

-No hace falta, gracias - sonrió la chica mirándole.

Matsuda sonrió como un tonto y bajó la mirada. Rylin se levantó, se acercó al teléfono y marcó a la recepción.

-Buenas, ¿podría traerme un té rojo y cinco cafés? - Preguntó la chica.

-R... - murmuró L.

-Ah, y unas chuches - añadió ella.

-No era eso - suspiró su hermano.

-Sí, cárguelo a la cuenta - pidió Rylin. Colgó y dejó el teléfono sobre la mesa.

-R., esto es una reunión secreta, no puedes pedir comida al Room Service mientras estemos aquí - la regañó L.

-¿Por qué me lo dices como si no lo supiera? - Preguntó ella. El chico frunció el ceño molesto. - Relájate.

-De todas formas, gracias por los cafés, R. - intervino Aizawa, principalmente para que los hermanos dejaran de pelearse.

-De nada, y podéis llamarme Rylin - dijo la chica.

-¿Es por seguridad? - Preguntó Matsuda.

-No, es que es mi nombre - sonrió ella.

-Ah, vale - contestó el chico, algo extrañado porque revelara su nombre tan a la ligera.

De pronto, llamaron a la puerta. Rylin se levantó y se dirigió hacia ella.

-Ella es así, siempre - dijo L. - Siempre.

-Es amable - sonrió Matsuda.

-Tienes suerte de que no sea tu hermana - contestó el chico.

-¡Te oigo, idiota! - Dijo Rylin desde la puerta de la entrada.

-Pues eso... - murmuró L.

La chica volvió y les dio a cada uno de los policías un café, a su hermano las chuches que "no" quería y ella se quedó con el té. Volvió a sentarse y le dio un sorbo.

-Bien, ¿comenzamos? - Preguntó Rylin.

Los policías asintieron y la chica volvió a levantarse para coger un rotulador. Se sentó de nuevo, pero esta vez de cuclillas sobre el sillón.

Comenzó a escribir en la mesa que había en medio, pero notó que los policías la miraban, cosa que la incomodó.

-¿Os molesta mi forma de sentarme u os resulta familiar? - Preguntó mientras seguía escribiendo.

-Nos resulta familiar - sonrió Aizawa.

-Bien, pero preferiría que mirárais lo que estoy escribiendo - contestó concentrada.