Del 8 al 10 (Juanfer quintero y tu)

*7*

Febrero de 2018

Luz.

Pasaron unas semanas de la joda desde ese día tuve que llenar papeles y papeles lo cual me impidió entrenar a los chicos pero hoy por fin terminaba. Y como faltaba 1 hora para que empiece el entrenamiento y la mayoría llega tarde decidí ir a boludear un rato con la pelota.

Entré al campo y agarré la bolsa de pelotas, mi intención es hacer una chilena nunca me salió ninguna bien. Pero empecé poniendo la pelota casi a mitad de cancha y tratar de pegarle al ángulo desde el centro. Cuando pegué a la primera pelota, pegó una comba y dio junto al ángulo. Me fui mas al lado  izquierdo donde la pelota se fue más al primer palo y casi en el ángulo  fue más a altura media. Fui hacia el lado derecho ese es el que más me costaba cuando le pego a la pelota siento que mi rodilla hace un ruido y me tira la pierna sintiendo muchísimo dolor.

– sssss la Re concha de su madre – digo casi gritando.

– LUZ!!!– escucho mi nombre y miro era juanfer. – ¿estás bien?–.

Miro mi pierna y con mis manos agarro mi rodilla era casi normal que se moviera un poco, solo la tenía que acomodar. Respiro hondo y hago un poco de fuerza haciendo que la rodilla suene.

– la puta... Uff listo ya... Ya está – digo.

– es por tu lesión? –.

– si–.

– queres que te lleve a la enfermería que te revise alguien?– dice juanfer preocupado.

– tengo que pedir algo para que se me pase el dolor pero es normal esto. Ésta es la razón por la que todavía no juego. Todavía me pegan tirones. Me ayudas porfa – digo y le doy mis manos para que me ayude a levantarme.

– te llevo yo– dice él.

– no no, tengo que caminar –

Llegamos a la enfermería esta la señora de siempre literalmente me miró y dijo "otra vez", ya había venido dos veces ésta semana. En relidad me dolía por no hacer músculo y bueno venía literalmente a drogarme nomás. Juanfer cúando me senté en la camilla me saludó y se fue, tenía que entrenar. Yo me quedé un rato y después salí. Estaba caminando y escuche gritos de una mujer.

– juan Fernando – una mujer estaba hablando con Juanfer se ve que estaba enojada una mujer como de mi edad estaba con una nena de unos 3-4 años, era muy linda. – tu hija necesita estar con vos, y yo también. Juanfer sos mi esposo todavía –.

Escuché eso y sentí un dolor en el pecho muy fuerte mi mente me jugó en contra. Me corrí para atrás y había un tacho, lo pateé y llamé la atención tanto de juanfer como de la mujer. Sentí mucha vergüenza, me dí la vuelta y salí lo más rápido posible de ahí. Me choqué con Gonzalo, me vió la cara, me agarró la mano y me llevó al vestuario.

– ¿qué te paso Luz?– dice preocupado.

– lo vi a Juanfer con su hija y su esposa – digo. Él me abraza, él sabía como calmarme, yo no sabía si tenía bronca porque él me mintió o si estaba triste porque sabía que no podía ser nada de él.

Pasó la mañana y me fui con Gonzalo, no soltó mi mano en ningún momento hasta que llegó el momento de subir a su auto y nos fuimos a su casa, comimos pizza y tomamos helado mirando pelis. Gonzalo me entendía muy bien con él me sentía bien lo quería demasiado.

Dormí en su casa y a la mañana siguiente llegamos  al club juntos.
Como llegamos un poco temprano nos acostamos en el piso y comenzamos a boludear. Parecíamos dos locos que no paraban de reírse. Escuchamos que llega gallardo hoy jugamos partido.

Me tocó en contra de juanfer. Que justamente tenía la pelota y marcaba montiel así que lo ayudé marcando también, le saqué la pelota haciéndole un cañito y estaba casi a mitad de cancha como lo estaba practicando el día anterior nadie me marcaba así que decidí pergarle al arco marcando el gol.

(...)

Terminó el entrenamiento, estábamos todos sentados cansadisimos. Gallardo comienza a hablar llamando la atención de todos.

– en 14 días tenemos una final chicos. Hay que prepararse mucho. Es contra nuestro clásico rival –.

- ¿nos va a entrenar Luz cómo antes? - dice mora llamando la atención de todos.

- si ella quiere le doy la parte física y conmigo hacen la parte práctica -responde Marcelo.

Todos me miran y yo hago una seña con la mano afirmando que voy a entrenar a los chicos.