Del 8 al 10 (Juanfer quintero y tu)

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–no, a mí no me nombraste–dice  alguien con un acento colombiano muy lindo y una voz no tan gruesa y delicada. Me dí la vuelta y lo ví, sabía perfectamente quien era.

– colombiano. Estuviste en Europa de europa volviste a colombia en el atlético de medellin. Zurda espectacular, tiro Libres perfectos y pases entre líneas que no hace cualquiera. Yo te tengo como un jugador muchísimo mejor que James en la selección. Mejor jugador de colombia. Los chicos no se habrán dado cuenta pero cuando yo estaba con ellos no paraba de usarte como ejemplo. Me gusta mucho tu forma de juego y yo te agradecería si me enseñarías las magias que vos haces. Chicos yo les presento que acá llego a river uno de lo mejor jugadores a mi parecer el es Juan fernando Quintero.–  digo mirándolo y con una sonrisa.

– pues muchas gracias por todo lo que dijiste y yo no me creo uno de los mejores solo me gusta jugar al fútbol – dice devolviendome la sonrisa.

– bueno chicos hay que empezar me corren 3 vueltas al campo– digo en general.

– euu Lu yo que soy tu mejor amigo no puedo no hacer nada?– dice el Pity si es mi mejor amigo desde que llego a river.

– por eso vas a hacer 2 vueltas más que los otros– dije sonriendo y él se enoja y comienzan todos a correr.

(....)

– que calor hace la puta madre– digo en voz baja tenia puesta una remera y una legin largo con las zapatillas.

– anda acambiarte si tenés calor– dice gonzalo acercándose a mi.

– no, no quiero– sabía que si mostraba mis piernas todos iban a ver la cicatris que me quedó de las operaciones por mi lesión.

– anda Luz no te van a juzgar por tu pierna encerio te digo– me dice con una sonrisa la cual logra convencerme.

– chicos estiren que me voy a cambiar y vengo – grito en general y algunos responden un "bueno".

Fui al vestuario y me cambié, me puse un short. Volví a la cancha y al entrenamiento. En algunos momentos me dí cuenta que algunos se quedaron mirando mi pierna pero bueno traté de no darle importancia.

– bueno chicos ya está, terminamos por hoy – digo y todos se van a tomar agua.

– me había olvidado como era tenerte de entrenadora– dice Gonzalo con una botella de agua y poniéndose al lado mío.

– Jaja bueno te vas a tener que acostumbrar de nuevo a mi ritmo– digo.

– Luz! – escucho que me llaman, era marcelo. Ya había reunido a todos los chicos, los únicos que faltábamos eramos gonzalo y yo.
Nos hizo sentarnos en una ronda se ve que estaba por dar un aviso.

– bueno ya saben lo de Luz que va a ser su nueva preparadora física. Ahora la gente nueva me gustaría decirles qué número de camiseta les tocara si llegan a jugar en el próximo partido – dice marcelo.

Yo no le doy tanta importancia ya que todavía no jugaba en el club así que camiseta a mí no me iban a dar. Decidí acostarme en las piernas de Gonzalo mientras miraba el cielo y él me hacia mimos en el pelo.

– Quintero – dice gallardo y yo me levanto. Sabia que no se refería a juanfer por el tono en que lo dijo y cuando miro efectivamente me llamaba a mí.

– espera juanfer – digo. – vos no sos el único Quintero en river– digo mientras me paro y veo lo que me va a dar gallardo.

Si chicos no tengo el apellido de gallardo y tampoco el de geraldine. Soy como su hija adoptada, la historia es muy larga para contarla ahora pero capaz mas adelante sepan porque soy Quintero y no Gallardo.

– toma– dice marcelo dándome una camiseta. Yo lo miré y no entendía porque me daba la camiseta si yo todavía no jugaba en el club.

– ya hay entrenador en fútbol femenino y ellos quieren que vos vuelvas – dice marcelo con una sonrisa.

– No – respondo al instante. – yo... Todavía no puedo jugar. No estoy lista mi lesión fue demasiado grave no quiero que me pase lo mismo de nuevo – digo.

– pero Luz, vos ya estás curada podes hacer las cosas como quieras ya no tenés que preocuparte – dice marcelo apoyandome a ir con las mujeres.

–No... Dame un año quiero ser preparadora física también solo un año y te prometo que voy a volver – le digo a marcelo y yendome de ese lugar porque me hacía mal recordar jugar otra vez con las mujeres y recordar mi lesión.