Mi Dulce Albañil Piropero |Michaeng|

Melt Me In The Love Line (FINAL)

– ¡MINA CANINA, NO ERAS BURRA DESPUÉS DE TODO! – gritó Dahyun riendo.

– ¡MAMITA, ESTÁS MÁS BUENA QUE TE COMERÍA CON TODO Y ROPA AUNQUE TERMINARA CAGANDO TRAPOS! – gritó Chaeyoung y todos estallaron en carcajadas.

– ¡SON! – gritó el profesor.

– ¡CHAEYOUNG! – gritó Mina totalmente sonrojadas.

– Me pasé po – dijo Chaeyoung sonriendo.

Y así pasaron las demás chicas a recibir el diploma entre bromas, risas y un profesor furioso.

– Señorita Son Chaeyoung – la pequeña se levantó sonriendo por los gritos de sus amigas y por los gritos sus fangirls, pero un grito hizo que casi cayera desmayada.

– ¡ME GUSTARÍA SER AGUA PODRIDA PARA ESTAR TODO EL DÍA EN ESA ZANGA, POTRA! – gritó Mina sorprendiendo a todo el mundo que no tardó tanto tiempo en soltar carcajadas.

– ¡MYOUI, POR DIOS! – gritó el profesor al borde del colapso.

– ¡MI AMOR! – gritó Chaeyoung sonrojada y Mina le lanzó un beso que la pequeña simuló agarrar.

Luego de la entrega de diplomas y una que otra felicitación, se dió por finalizada la ceremonia.

– ¡PARTY HARD HIJOS DE SU PUTA MADRE! – gritó Momo luego de besar a su novia.

– WOOOOO – gritaron todos lanzando sus birretes al aire con emoción.

En la fiesta.

Todo el mundo bailaba, cantaba, bebía y se divertía en el gimnasio del instituto, una fiesta exclusiva para los graduados.

Mina caminaba entre la multitud con dos vasos de vodka en las manos mientras intentaba ubicar a su grupo de amigas.

– ¡Minari! – gritó Nayeon bastante pasada de copas tratando de sostenerse de su novia – ¿buscas a Chae? Oh, ¿eso es vodka? – preguntó y tomó un vaso de la mano de su amiga para beberse el contenido de un sólo trago.

– Joder, anciana – se quejó Jeongyeon resoplando.

– ¿Saben dónde está? – preguntó irritada viendo como la conejo se tomaba el otro vaso de vodka.

– Está en la azotea, dijo que quería estar sola un momento – respondió la pelicorto intentando sostener a su novia para que no se cayera – demonios, Nayeon, pon de tu parte – se quejó y la contraria sólo rió en alto.

– Gracias – dijo Mina y sin más se alejo de sus amigas para emprender camino a la azotea, pero fue interrumpida por unos brazos rodeando su cintura.

– ¡Felicidades, Minari!

– Gracias, Bambam – suspiró la castaña tratando de alejarse.

– ¿Te invito un trago? – preguntó coqueto y la japonesa negó con la cabeza de inmediato.

– No, perdón, tengo que ir con Chaeyoung – respondió y comenzó a caminar pero el chico la detuvo nuevamente.

– Vamos, Mina, sólo uno – insistió – la enana puede esperar.

– Te dije que no, Bambam.

– ¡MINA! – gritó Sana preocupada y la japonesa por primera vez agradeció porque la pelirosada interrumpiera.

– ¿Qué ocurre? – la mirada de su amiga la estaba poniendo nerviosa.

– Chaeyoung está llorando – y eso fue lo ultimo que escuchó antes de salir corriendo.