Capítulo V: Muérdago

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Deaton - Viscum album, conocido como Muérdago. Las bayas del muérdago son tóxicas para el hombre, incluso en pequeñas cantidades: una decena de bayas provocan alteraciones digestivas y cardiovasculares que pueden resultar mortales. Pero el muérdago es un hipotensor perfectamente conocido, así como sedante y ansiolítico. También es útil en el tratamiento de algunas enfermedades articulares degenerativas.

Scott y Stiles fueron a ver a Deaton. Querían hablar con él sobre lo que sabía de los hombres lobo y explicarle que Scott también lo era.

Deaton - Era sagrado para los antiguos druidas, sólo el muérdago que crece en los robles, un bien para todo mal, físico o mágico. Leyendas que dicen que sus poderes mágicos provienen de que fué creado como un elemento que no era del cielo ni de la tierra, ya que sus raíces no tocan nunca la tierra, pero tampoco se sostiene por sí mismo en el aire. A todo esto, ¿Quien te la dió?

Stiles - Fué el DJ de la discoteca. Estaba encapuchado, con una especie de hábito de los monjes. No le pude ver la cara.

Deaton - Pues me temo que podría ser un Druida

Scott - ¿Cómo?, ¿También existen Druidas?

Deaton - Existen más cosas de lo que crees, Scott.

Volvían a casa, tenían que hacer algo. Se les acumulaban los problemas: Peter seguiría matando, Jackson convertido, Derek contra Scott y Stiles, y los Argent contra los hombres lobos.

- ¿Y qué más da que te la hayan dado? A lo mejor no existen Druidas...- Preguntaba Scott con indiferencia.

- Scott, piensa. ¿Existen los hombres lobo y no los Druidas? - Respondía Stiles con sarcasmo.

- ¡No lo se! ¡Pero no creo que existan hasta los unicornios!

- ¿Y porque me la dió a mí?

- ¡Yo que se! Lo que tenemos es que buscar a Jackson.

Llegaron a su casa. La cristalera de una de las habitaciones de la segunda planta estaba rota. Las cortinas ondulaban al suave viento. Derek estaba allí, sentado en el escalón de acceso a la casa. Las manos en la cabeza, sudor y nervios. Había cometido un grave error.

- ¿Dónde esta Jackson?

- Aquí, seguro que no... - Añadía Stiles bacilón.

- Ha sido culpa mía. Le mordí por querer recuperar mi poder, pero no ha salido bien. No es un hombre lobo. - Contestaba Derek entrecortándose.

- ¡Que no es un hombre lobo! ¡¿Y entonces qué es?!

- Por favor, Dios, que sea un unicornio o un pony salvaje... - Deseaba Stiles a modo bromista, pero en el fondo, deseaba que tuviera tal maldición.

- Parecía un lagarto, a su paso dejaba un rastro pegajoso.

- ¡A lo mejor puede ser una babosa! - Stiles no paró a pensar.

- [...]

- Biscoso, repugnante... Vale, me callo...

- Hay veces que las personas no son compatibles con la mordida y entonces, adoptan otra forma, más bien reflejada a su personalidad. Necesitaríamos un bestiario. Un libro con información sobre los distintos tipos de seres.

- Vale Derek pero, ¿sabemos a dónde a ido Jackson?

- Creo que si... - Respondía Scott inquieto. - ...al instituto.

Se dirigieron allí en el Jeep de Stiles. Ni Scott ni Derek se fijaron en que lo había pintado para que no pareciese tan gastado.

Frank, el profesor de música, recogía las últimas cosas. Llevaba las cajas al sótano, a unas estanterías metálicas. Sabía que estaba sólo. Hasta ahora... Una ventana de ventilación pequeña que daba a la calle, se cerró de golpe. Quizás fuera el viento. Luego, un tarro de tinta para plumas, cayo derramando su sangre negra. El profesor empezó a alarmarse. Dejó las cajas y cogió un palo de lacrosse. La misma ventana que se cerró, se rompió, viendo como entraba una sombra.

Beacon Hills: Sterek. [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora