《La primera predicción》

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Porfavor, enseñame ese truco- rogó la pelirroja- nada controla a esas comadrejas, ni siquiera mi madre es capaz ya, los años comienzan a sentirle mal y...

Unos pasos atrás le confirmaron que aquello había sido oído por su adorable madre que ahora andaba más en el infierno que en el cielo.

Su primogénita, se giró lentamente, retrasando cada posible segundo a su muerte, y le mostró una mueca que intentó ser una sonrisa nerviosa.

Creo que es momento de correr- le apoyó su padre.

Molly susurró un gracias antes de coger de la mano a su novio y marcharse por donde había venido.

Antes de que el ambiente se volviera tenso, Amber soltó una carcajada mientras se sujetaba el estómago y se apoyaba en su marido.

El resto no dudaron en acompañarla en las risas, incluso Paige, al final, las madres controlaban todo y acababan siendo las que mejor lo pasaban.

Como en aquellos instantes en los que Euphemia tenía que agarrarse a su querido hijo mientras se limpiaba las lágrimas de la risa.

Cuando recobró el aliento, sin perder la sonrisa que había adquirido tras aquella escena, avanzó hasta las madres un poco más jóvenes que ella y elevó una mano:

-oficialmente, me declaro fan vuestra.

Paige y Amber cruzaron una mirada.

Gracias a Marlene y Alec sabían que Euphemia y Fleamont por mucho que adoraban a su hijo y lo habían criado en una burbuja en la que todo era para el y le había convertido en una persona arrogante, sin dejar de ser buena persona, eran conscientes de que Euphemia tenía un carácter de mil demonios y sabía poner firme hasta al mismisimo Armandus Dipet.

Así que la abrazaron mientras la unían al club de madres poderosas que acababan de crear.

Cuando todos dejaron finalmente de conversar entre ellos, Amber tomó la palabra.

Bien, esto será lo que haremos- dijo palmeando sus suaves, blanquecinas y peligrosas manos.

Aquello parecía ser un equipo antes de echar un partido pues se habían unido en corrillo hombro com hombro para recibir ordenes de su capitana, que en este caso, era Amber.

Perfecto, Jackson, Fleamont, Oliver, id hacia Madame Maklin a recoger las nuevas túnicas de nuestros hijos que han crecido demasiado este verano... Marlene, Alec, vosotros iréis a Ollivanders a por el mantenimiento de varitas vuestros y de james y malia. Gideon, Fabian y Mason, por favor, no se entrenga ligando y vayan a por los libros que os faltaron por comprar la ultima vez. James, Malia, vayan a por sus calderos- explicó señalando a cada persona respectivamente diciendo que tendría que hacer y que dirección tomar.

Todos asintieron y comenzaron la marcha.

Amber abrió los brazos y arrebujó a Paige y Euphemia entre ellos antes de decir:

-Ahora, nosotras iremos a por nuestros merecidos helados.

Las mujeres dibujaron una sonrisa un tanto sinuosa en sus rostros, antes de comenzar a andar hacia la famosa heladería de Flourish and Blotts.

Pero sus planes se vieron interrumpidos por una melena azabache y otra pelirroja.

-Si vosotras vais a por helados...- comenzó James.

-Y ustedes saben que nosotros queremos y no las dejaremos hasta tenerlos...-continuó Malia.

James puso los brazos en jarras mientras Malia arqueaba una ceja y se dibujaba una sonrisa socarrona en sus labios.

《LA PRIMERA PELIRROJA》JAMES POTTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora