Dream [+18]

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Sus sueños se habían vuelto tan variados después de conocer el mundo humano en las reminiscencias de Alastor, había más verde había más azul y aparecieron cielos estrellados, una luna blanca con un conejo en ella, rodó y se acomodó por quinta vez consecutiva intentando buscar la posición que la llevara a dormir, algo que parecía imposible esa noche.

Él le había llevado a parques, algunas obras de teatro incluso cinemas dónde se proyectaban películas mudas y algunas otras con sonido ahí descubrió que el cine de terror, artístico, lento, espeluznante e imaginativo era su predilecto, así como la comedia seca. Las salidas habían sido encantadoras y sumamente interesantes una tras otra, y con cada una de ellas sus sentimientos se tornaron más confusos.

Al principio pensó que ellos serían como agua y aceite, pero tenían tanto en común tanto que compartir... Cada vez era más difícil para ella mantener la distancia entre los dos y con ello incrementaba su culpabilidad con Vaggie por de esos sentimientos confusos.

Se levantó lentamente de la cama tenía casi por seguro que no podría dormir, tomo la bata y camino la conocida ruta, deteniéndose justo frente a la puerta que ya había tocado tantas noches... Pero esta vez estuvo insegura de hacerlo, algo en su interior le decía que, al tocar aquella puerta, no habría vuelta atrás.

La vio un par de minutos, insegura de que hacer ese sentimiento se instaló, pero estaba también el deseo de ignorarlo y tocar la puerta que los separaba, su cuerpo la llevo a dar un paso hacia atrás, pero antes de poder dar otro su cuerpo se detuvo y se sobresaltó por el ruido de la puerta siendo abierta dejando ver la imponente figura de Alastor. Esté al igual que cada una de las noches que tocó a su puerta llevaba la camisa ligeramente abierta y sus cabellos algo despeinados, haciendo que su corazón se acelerará.

— Te estaba esperando...– hizo una pausa antes de proseguir — me imagino que tampoco puedes dormir querida — su tono de voz a pesar del vacío radiofónico era algo que le hacía perder el miedo sentimiento de inseguridad y avanzar — ¿te apetece pasar? – a lo que ella asintió lentamente y avanzó hacia el interior de aquella habitación, ya habría tiempo de saber si había tomado la decisión correcta...

Ella conocía a la perfección cada una de las habitaciones del hotel, pero se sentía ajena a esa en ese momento, como si fuera la primera vez que se encontraba ahí, vio un par de libros amontonados en la mesita de noche que seguramente eran propiedad de Alastor, al igual que su monóculo reposando sobre ellos, la cama algo desatendida señal de que había sido usada.

— ¿Nos vamos? – Alastor se acercó a ella extendiendo su mano en espera que está lo tomara, pero no esperó que ella corriera hacia él y lo abrazará y escondiera su rostro en su pecho.

— Estoy lista Al – fue lo único que ella atino a decir para cerrar fuertemente sus ojos y él no cuestionó, solo la rodeo con sus brazos. A diferencia de las ocasiones pasadas está vez no había bullicio, música, o algún otro sonido de personas a su alrededor, pero el ambiente empezó a ser invadido por el olor que había aprendido a identificar como tierra mojada y el frío comenzó a hacerse presente y después la humedad del agua sobre ella.

Abrió sus ojos y vio que estaban en medio de la noche siendo mojados por una intensa lluvia, aunque Alastor le cubría gran parte de ella.

Se aparto de él para dar un par de vueltas como si de una niña se tratase, su cabello perfectamente arreglado se había empapado por completo, y sus ropas ya se sentían y veían claramente húmedas, pero poco importó.

Alastor la contemplaba disfrutando de la visión, más no tardó en unirse con ella y empezar a bailar al ritmo del charlestón apresar de la falta de música sus risas eran todo lo que necesitaban para marcar el ritmo.

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