La mirada de la rubia se suavizó y sonrió con ternura hacia Jennie.

—¿Ya te había dicho que eres la mejor amiga del mundo?

—Sí, justo ayer.

—No importa, te lo seguiré diciendo. Y lamento todo... Otra vez.

—Ya no importa, Lice. Hablamos y arreglamos todo, eso es lo que cuenta —Jennie le dirigió una sonrisa y, como si se hubieran olvidado de nuestra existencia, Lisa se levantó de su lugar y se las arregló para abrazar a Jennie, apartándola de Jisoo y haciéndola caer de espalda al sofá.

Ambas sonreímos ante la muestra de afecto y amistad, no obstante, mi sonrisa decayó cuando vi como la rubia empezaba a repartir besos por toda la cara de la castaña, mientras ella apretaba su cintura y reía.

Juro que casi pude ver una mueca en la cara de Jisoo, pero no tuve tiempo de comprobar si era cierto o no, cuando ella carraspeó e interrumpió el momento. Jennie y Lisa volvieron a sus posiciones y la charla tomó otro rumbo.

—Por cierto, Lili. ¿Cuándo nos vamos?

—¡Oh, cierto! Casi lo olvido con toda esta charla. Déjame darme una ducha primero.

—¿Ir a dónde? —inquirió Jennie, curiosa.

—Al centro comercial —contestó su mejor amiga—. Íbamos a ponernos al día.

—¿Podemos ir? —Jisoo se incluyó en la charla, sintiéndose animada ante la idea de salir.

—Supongo que está bien, solo si Rosie Pooh acepta.

Las tres miradas se detuvieron en mí, esperando por una respuesta. Y definitivamente no pude negarme.

—Por supuesto que sí.

—¡Genial! Entonces, iremos a darnos una ducha también —la pelinegra se levantó de su asiento y, tomando a Jennie por la muñeca, empezó a llevarla consigo hacia las escaleras que conducían al segundo piso.

—¿Sí saben que hay tres baños en este lugar, cierto? —inquirió Lisa, levantando una ceja.

Jennie se encogió de hombros.

—Hay que ahorrar agua, chicas.

—¡Jennie! Apresúrate antes de que cambie de parecer —Jisoo, quien ya se encontraba en el segundo piso, gritó hacia la castaña, quien asintió y empezó a subir.

—Gota a gota se agota —fue lo último que añadió, antes de perderse entre risas por las escaleras.

—Iugh, espero que no sean así cuando salgamos o juro que vomitaré —bromeó Lisa, sacando su lengua y haciendo una mueca de asco.

Yo reí e imité su acción.

—Ya somos dos.

...

Sin embargo, y contrario a lo que nosotras creíamos, Jennie y Jisoo se comportaron sumamente distantes una vez estuvimos en el centro comercial.

Habíamos estado aquí toda la mañana, y ellas sólo habían intercambiado un par de palabras, pero nada más.

Ni toques.

Ni risas.

Ni abrazos.

Y mucho menos besos.

Era tan extraño verlas actuar así después de lo apegadas que estaban en el apartamento. Y de solo pensar en la razón mi cabeza daba vueltas.

En realidad no las entendía.

Promise┊ChaelisaWhere stories live. Discover now