Capítulo 29: "Cadena alimenticia"

17.3K 2.1K 568
                                    

Pasado.

Dos años atrás.

Alina:

Camino a paso acelerado por el pasillo de la planta baja del laboratorio.

Tengo la mandíbula peligrosamente apretada y los puños cerrados a mis costados,mientras el  guardia me zarandea con violencia y compasión nula del brazo,obligándome a avanzar.

Es un tipo de complextura fornida. Lleva la ropa completamente negra,provocando un efecto ocular lúgubre y temeroso.

Le arrancaría los dedos de un bocado de no ser por el bozal que llevo puesto,y me rodea gran parte de la cara,impidiendo una visión clara.

Presto atención a los sonidos de nuestro alrededor. El chapoteo de las botas del tipo contra el asfalto desnivelado,ya en el exterior. Las gotas de lluvia precipitándose y cayendo sobre nosotros. La brisa demasiado fuerte para mi cuerpo poco abrigado.

-Urcă. -Gruñe el gorila,abriendo las puertas traseras de la furgoneta y empujándome al interior. (Sube)

Suelto un gruñido cuando las cierra de golpe y casi me pilla el pie.

Finalmente,la opresión de mi pecho disminuye,al igual que el nudo del estómago.

Estoy muy harta de estos putos experimentos. La erupción en mi brazo derecho arde en carne viva,y siento el mareo desvanecerse con demasiada lentitud.

No sé cuánto tardamos en llegar a nuestro destino,pero la furgoneta frena de golpe y me quedo muy quieta en una esquina,mientras espero lo que sé que se avecina.

-¡Vamos! -Se escucha al abrirse las puertas con un estruendo.

Trago en seco al ver a los tipos enmascarados apuntando con armas al interior. Hay más de media docena,y siento la rabia recorrer cada parte de mi cuerpo,arder en cada una de mis venas.

-¡Sal de ahí! -Berrea un tipo de uniforme militar apuntándome con una MP-40 y aparto la mirada mientras me acerco a las puertas para obedecer.

Cuando estoy a su alcance tira de mí con todas sus fuerzas provocando que caiga de rodillas en el duro suelo.

-Abominación inmunda. -Habla y alzo la mirada para verlo a la cara,y es ahí cuando me escupe.

-Tienes suerte de que esté así... -Digo con una sonrisa torcida a través del maldito bozal.

-¿Ah,si? -Inquiere alzando ambas cejas. -¿Por qué?

No puedo evitar reír. Toda clase de pensamientos asesinos rondan mi mente como sombras alzándose de la penumbra,al acecho,esperando su señal.

-Baja eso,y lo comprobarás...-Formulo con sorna.

-Ya vale. ¿Qué tenéis,cinco años? -Gruñe una voz claramente molesta tras nosotros.

A pesar de no ser un grito,más bien un tono autoritario,lo reconozco.

En cuanto me doy la vuelta,puedo verlo con claridad. Con su traje completamente negro,en contraste con su piel pálida.

Alexander Petrovik.

Baja la mirada hacia mí,sus ojos son tan oscuros que noto como si en cualquier momento fuera a perforar mi mente. A fin de cuentas,es lo que hace. Jugar con todo lo que ronda a su alrededor.

-Levántate. -Ordena,y su voz es tan grave como siempre.

-Vete a la mierda. -Espeto con un bufido.

La mano que se enreda en mi pelo es fuerte y me pilla desprevenida cuando tira de mí hacia atrás. Siento mis piernas fallar al doblarse de una manera nada común y suelto un alarido.

Alerta Casian [Libro 1] YA A LA VENTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora