Rosé se encontraba sentada en el regazo de la pequeña haciéndole un lap dance, moviendo sus caderas sobre ella al son de la música. Chaeyoung al principio quedó rígida pero luego al notar los propósitos de su amiga, tomó confianza y al darle una mirada rápida a Mina, puso sus manos en la cintura de la chica que le bailaba encima.

Mina, ni lerda ni perezoso, tomó la mano de la primera chica que se le cruzó y la empujó al sillón al lado de la pequeña para imitar a la pelirosada.

– ¿Mi-Mina? – preguntó aturdida la chica, que resultó ser nada más ni nada menos que Tzuyu.

– Ayúdame, jirafa – susurró y la taiwanesa asintió totalmente perdida por los movimientos de la japonesa.

Mina miró a Chaeyoung y Chaeyoung miró Mina, ambas tenían una mirada oscura, los celos apoderándose de ellas, pero ninguna iba a dar su brazo a torcer.

La coreana sonrió y movió sus manos de la cintura de Rosé hasta posicionarlas en su trasero. La australiana al sentir las manos de la pequeña, mordió su labio y se movió con más fuerza, la fricción de sus cuerpos le parecía demasiado excitante.

Mina por otra parte, tomó las manos de la rígida Tzuyu y las llevó a su cintura, la morena suspiró y comenzó a dejarse llevar de a poco.

Una guerra de quién causaba más celos en la otra se desató entre Mina y Chaeyoung, varios espectadores se comenzaron a acercar para presenciar semejante escena digna de apreciar.

En la zona VIP, las amigas de las muchachas miraban atónitas, sin entender nada pero aún así disfrutando, menos Sana que mantenía los dientes apretados viendo como Mina se mecía en el regazo de la chica que le gustaba.

Iba a matarla en algún momento, pero sabía que Mina tenía un propósito así que lo iba a dejar pasar por ahora.

La castaña miró a Rosé desafiándola y esta rió para hacer el siguiente movimiento, subiendo la temperatura y la tensión del momento.

– Carajo – se quejó Mina al ver como la australiana tomó posesión de los labios de Chaeyoung.

Sus movimientos se detuvieron sin quitar la vista de tan desagradable escena, entonces algo la descolocó. Chaeyoung tenía los ojos abiertos y la miraban fijamente cuando abrió la boca dejando que la lengua de Rosé entrara sin pudor alguno.

«¿Con que quieres jugar, enana? Pues veamos quién gana."

Mina sin perder tiempo, tomó a Tzuyu de los hombros para estrellar sus labios contra los de ella en un beso violento. Sintió el sonido de un vaso romperse pero lo ignoró, ya iba a disculparse con Sana más tarde.

La gente a su alrededor comenzó a gritar alentando a las protagonistas de la escena, ¿quién iba a ganar? Una Rosé satisfecha se alejó de la pequeña al momento que el oxígeno comenzó a hacer falta y miró a su rival comiéndole la boca a la taiwanesa que intentaba seguirle el ritmo.

– Esto se puso interesante – rió levantándose del regazo de una celosa Chaeyoung quien miraba a su crush y a su amiga besarse.

La coreana estaba furiosa, quería ir y separarlas de un tirón, pero no podía, no tenía derecho alguno aunque el enojo la estaba consumiendo.

Mina se separó de Tzuyu y sin más sonrió para levantase sin más y caminar a la barra para pedir un whisky sintiéndose victoriosa al sentir la mirada asesina que le regalaba la pequeña quien comenzaba a acercarse a ella a paso decidido.

– ¡Myoui Mina! – gritó Sana desde el otro lado sentada al lado de una hipnotizada Tzuyu – ¡la traumaste, perra! – regañó y Mina le regaló una mirada de disculpa.

– ¿Ya estás contenta? – preguntó Chaeyoung fríamente – un tequila por favor – pidió al barman que asintió preparando la bebida.

– ¿Y tú? ¿Lo estás? – preguntó de vuelta la japonesa un poco molesta.

– Señorita – dijo el barman poniendo la bebida delante de la pequeña que sonrió en agradecimiento.

– La verdad es que sí, los labios de Rosé son la gloria – provocó a Mina con una pequeña mueca de satisfacción al ver a la chica ponerse tensa.

– Pues tu amiga no besa nada mal – contraatacó y Chaeyoung soltó una risa.

– Lo sé, Tzuyu tiene lo suyo – se encogió de hombros y tomó su tequila de un sólo sorbo.

– Enana maldita – murmuró Mina por lo bajo.

Se quedaron en silencio mirándose y bebiendo, ninguna tenía el valor de llevar los estribos de la situación y afrontarla de manera civilizada, ambas se morían de ganas de bailar con la otra y terminar con todo en la cama, pero no iban a hacerlo, su orgullo no se lo permitía.

– ¿Quieres bailar, chiquita? – preguntó un chico llegando al lado de Chaeyoung que lo miró con una gran sonrisa.

– Claro, Felix – aceptó poniéndose de pie para caminar a la pista de baile con el apuesto chico.

House Of Cards de BTS sonó y ambos se comenzaron a mover lentamente creando una perfecta sincronía que se adaptaba muy bien a la melodía de la canción.

Mina bebía los vasos de whisky con rapidez, el líquido le quemaba la garganta pero no le importaba.

– Si sigues apretando el vaso lo terminarás rompiendo, Minari – dijo Jeongyeon sentándose al lado de su amiga.

– ¿La estás mirando? ¡MIRA COMO ESE IDIOTA LE TOMA LA CINTURA! – se quejó tomándose el décimo vaso de whisky para dejar el bajo en la barra con fuerza.

– Tranquila, pingüina, Lee Felix es gay y todo el mundo sabe que la enana es más lesbiana que ella misma – trató de calmar la pelicorto riendo.

– Pero lo hace a propósito para provocarme – hizo un puchero alejando la mirada de la sonriente chica que había robado su corazón.

– ¿Por qué no bailas tú con ella? Quizás hace todo esto para que atines – dijo Jeong encogiéndose de hombros.

– ¿Tú crees? ¿Y si me rechaza? – preguntó con un poco de temor en la voz, el estado sentimental del alcohol en ella estaba haciendo efecto.

– No lo sabrás si no lo intentas – respondió dándole unas palmadas de aliento a su amiga para luego levantarse – hazlo, Mina, ahora te dejo, Nayeon es impaciente y no perdería sus besos por nada del mundo – guiñó a su amiga para luego caminar hacia la nombrada que la recibió con un gran beso en los labios.

La castaña suspiró dando una mirada panorámica a la zona VIP, Tzuyu y Sana se comían la boca en el sillón de manera casi desesperada, Dahyun y Momo compartían un tierno momento, Jihyo yacía sentada en las piernas de su novia Somi mientras conversaban mientras que Nayeon y Jeongyeon desaparecían por una puerta que daba a una habitación.

– Nayeon si que le hace honor a su apodo de conejo – rió Mina negando con la cabeza – folla como uno.

Felix volvió al lugar con una sonrisa para acercarse a sus amigos y comenzar a conversar animadamente, la japonesa buscó con la mirada a la pequeña y la encontró bailando sola en la pista de baile.

«Es mi momento» pensó la castaña levantándose con dos vasos de vodka en las manos, decidida a acercarse a bailar con la pequeña coreana.

MINA POV:

– Aquí vamos – me di ánimos a mí misma y llegué hasta Chaeyoung que me miró confundida – te traje esto – le tendí un vaso y ella lo tomó con una sonrisa.

– Gracias, pingüina – me dijo y ensanchó su sonrisa dejando ver su dentadura.

«Linda» pensé.

– ¿Bailas? – pregunté volviéndome tímida de la nada.

– ¿Contigo? Es lo que he querido hacer toda la noche – me contestó y sentí mis mejillas cantarse.

Debo ser un tomate viviente en este momento.

Melting de DUBEON comenzó a seguir y sentí que Chaeyoung puso sus manos en mi cintura mirándome fijamente, mordí mi labio y rodeé su cuello con mis brazos para comenzar a movernos al son de la música.

¿Qué me haces, Son?

Mi Dulce Albañil Piropero |Michaeng|Where stories live. Discover now