Leah Charlotte Weasley

Unas Terribles Compañeras

Siguieron caminando por un montón de escaleras hasta que llegaron al cuadro de la Señora Gorda.

- ¿Contraseña?

- Gryffindor

El retrato se abrió dejando ver un pasadizo que los dirigiría a su Sala Común.

- Bien. Los chicos y las chicas, como deben de saber, duermen en dormitorios separados. Los chicos duermen de este lado y las chicas de este otro. Para entrar a la sala común, ya se saben la contraseña, Eeeh, eso es todo. Bienvenidos y buenas noches

- Bien, hasta mañana, Ethan - se despidió Leah dándole un abrazo a su amigo

- Descansa, pelirroja. Hasta mañana

Ambos tomaron caminos opuestos en las escaleras para ir a su dormitorio. Leah busco la habitación que tuviera su nombre. Vio que compartía habitación con otras cuatro chicas:.

- ¡Leah Weasley! - gritaron todas al mismo tiempo sobresaltando a Leah

- ¿Tu padre fue héroe de la batalla?

- ¿Quién es tu padre?

- ¿Conoces a Harry Potter?

- ¿Conociste al bromista Fred Weasley?

- ¿Qué se siente vivir entre héores?

- ¿Podemos ser tus amigas?

- ¡Ya cállense!¡Parecen tontas! - rugió exasperada - ¡Hagan algo más útil con sus muggles vidas y déjenme en paz!¡No quiero ser su amiga!

Las chicas se fueron a sus camas con dosel avergonzadas y heridas. Leah no se sintió culpable en absoluto. De hecho. El silencio de las entrometidas sirvió para que Leah durmiera tranquila.

Al siguiente día se despertó temprano para ir a desayunar. Rápidamente se quitó el pijama para ponerse el uniforme y cuando estuvo lista, bajo a la sala común a esperar a Ethan.

- Llegas temprano - observó Ethan cuando bajó y vió a Leah sentada en uno de los mejores sillones, esperando

- Es que... Estoy emocionada

- También yo, aunque la idea de que se me queden viendo y me señalen... O que mis compañeros de habitación me llamen mortífago no es muy agradable

- Oh, eso no lo sabia, lo siento. Puedes retarlos a duelo y vencerlos. Te ayudo

- Gracias, Leah pero no creo que permitan a los de primero a batirse en duelos. Y si fuera así solo conseguíamos hacernos cosquillas... O tu nos incendiarías sin necesitar tu varita

Leah se ruborizó por el último comentario. Solo Ethan se había percatado de que Leah podía hacer magia sin varita.

- Bien, Eeeeh. Vamos a desayunar

Ambos salieron por el retrato y bajaron siguiendo a unos chicos de cuarto curso de Gryffindor que iba a al Gran Comedor.

- Esto es muy complicado. Mis tíos me dijeron que era muy fácil perderse aquí - comentó Leah cuando llegó jadeando al Gran Comedor

- Tomaré en cuenta tu advertencia - Ethan estaba tan rojo y jadeante como Leah - ¿Y que tal tus...?

- Oh, no... - Leah se cubrió el rostro con sus manos cuando las chicas de su dormitorio se dirigían a ella

- Oh, entiendo - Ethan estaba viendo a las chicas y comenzaba a odiarlas

- Leah Weasley - dijo una de las chicas llamando la atención del Gran Comedor -. Me llamo Virginia Poultson. Lamento lo de ayer, creo que te asustamos. Ahora ¿Te gustaría ser mi amiga?