Un Descanso

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Alguien tocaba la puerta durante un día del descanso en el trabajo de Charlie, mientras el descansaba en su cabaña en Rumanía.

Con toda la pereza que su cuerpo tenía, se levantó y fue a abrir la puerta. Lo que vio, lo dejó helado.

- Diga

- Gusto en verte de nuevo Weasley - le contestó una mujer con una bebé en sus brazos, su expresión era fría

- ¿Necesitas algo....emm? - no recordaba su nombre

- Elena - le recordó

- Ajá, gracias, ¿Qué necesitas?, adelante, pasa - dijo mostrándose lo más cordial posible

Elena entró y con la mirada recorrió la casa.

- ¿Aquí vives? - preguntó mirando la pequeña cabaña y sentándose en el sofá

- Si, sólo soy yo, además que vivir con dragones no me deja energía para mantener una casa grande

- Eso veo

- Bueno, retomando el tema anterior, ¿A qué has venido, Elena?

- Te traigo a tu hija - le respondió Elena misteriosamente serena

Charlie sintió como si un balde de agua helada le cayera sobre la espalda.

- ¿Mi qué?, disculpa - Charlie no entendía lo que escuchaba

- Tu hija - le volvió a decir Elena, parecía que ya quería irse

- No, te equivocas, yo no tengo hijos - le dijo aún confundido

- Claro que sí, ella - le dijo entregándosela con cuidado

Después dejo una pequeña maletita en el sofá y también una pañalera

- ¿Y a donde crees que vas? - le preguntó Charlie - ¿Qué se supone que tengo que hacer yo?

- Eres su padre - le contestó mientras se iba -, tú sabrás. Hasta luego

Salió y cerró la puerta, dejando a Charlie más confundido que nunca.

Charlie casi salta del susto cuando escucha que la bebé comenzó a llorar.

- Eres su padre, tú sabrás - imitó a Elena -, yo solo se cuidar dragones, no bebés - le dijo a la niña que lloraba

Se puso a pensar un rato y le llegó la idea de que su madre sabría que hacer.

- Bueno, pequeña niña, vas a conocer a tu abuela

Y agarró la maletita y la pañalera, y con la niña en brazos, se apareció en la madriguera, el hogar de su familia.

Con mucha dificultad, entró a la casa, aún era temprano, por lo que supuso que su familia aún estaría dormida. La aparición hizo dormir a la niña, eso alivió a Charlie.

Dejo el equipaje de la bebé en la entrada y se fue a la cocina. Ahí estaba su madre, frente a un "reloj", era algo como un reloj que mostraba a todos los integrantes de la familia y su estado o su ubicación.

- ¿Mamá? - preguntó Charlie tímido, algo raro en él

- Charlie cariño, ¿Como estás? - y antes de poder llegar a abrazarlo, vio lo que su hijo llevaba en sus brazos - creí que el reloj se había estropeado, ¿Quién es ella?

- Mi hija - dijo Charlie casi en un susurro

- Ooh, entiendo, espérame aquí, voy por tu padre

Y subió las escaleras hacia su habitación más rápido de lo que jamás había hecho, según las observaciones de Charlie. En su distracción, no había notado que su padre estaba frente a él con los ojos muy abiertos.

- Charlie, hijo - dijo sin dejar de ver a la niña -. ¿Cómo estás?

- Bien, o mejor dicho bien confundido - le contestó sinceramente

- Bueno, sentémonos en el sillón y charlemos de esto antes de que los chicos despierten - sugirió Molly

Fueron al sillón, y Molly percatándose de el equipaje de la bebé, lo llevo a la salita.

- Explícanos - pidió su padre

Charlie les contó la historia con la cara tan roja como su cabello mientras le acariciaba la cabeza de manera inconsciente a la bebé, cuando se dio cuenta, se detuvo.

- Bien - dijo la señora Weasley tras un prolongado silencio -. Préstame a la bebé hijo, yo me encargo de ella mientras hablas con tu padre

- Si, madre - dijo Charlie mientras le daba la niña a su madre. Las siguió con la mirada mientras subían por la escalera

- Así que eres padre - le dijo el señor Weasley con una sonrisa

- Eso parece - aceptó Charlie

- ¿Cuál es su nombre? - preguntó Arthur a Charlie

- La verdad, no lo sé, ni su edad, ni nada, sólo sé que es mi hija

- Es obvio, su cabello rojo la ha delatado

A los pocos segundos llegó Molly con la bebé en sus brazos. Continuaba dormida, Molly se la entregó a Charlie quien no pudo reprimir una sonrisa al ver que la niña era verdaderamente hermosa.

- Encontré esto en su pañalera - le avisó Molly a Charlie

Charlie leyó la carta y después se la dio a sus padres para que la leyeran.

Charlie Weasley (es lo único que se de ti)

La niña que te he dejado es tu hija, su nombre es Leah Charlotte Weasley. Nació el 12 de diciembre del año 1996

Te contaré esto como es:
Cuando supe que iba a tener un bebé, no sabía quién era el padre, o al menos hasta que nació, como habrás notado, su cabello rojo es indudablemente tuyo, las pecas también.

Tuve que dejártela ya que yo me encuentro en una enfermedad terminal (spattergroit. Me lo cubro con maquillaje), y no puedo cuidar más de ella. Aunque para ser honesta, tampoco la apreciaba demasiado; llora mucho.

Así que decidí que la llevaría con su padre para que se hiciera cargo de ella hasta que fuera mayor de edad.

Cuando leas esta carta seguro ya estaré en mis últimas.

Bien, te la dejo, no quiero que sepa nada de mí.

Adiós, E. Phoebe Slughorn

- ¿Cómo se atreve a hacer eso con un bebé? - protestó Molly -. esto no puede ser así, llora mucho - se quejó - y me va a decir que ella no lo hizo

- En este mundo existen personas así, madre - dijo Charlie con la bebé acurrucada de manera protectora entre sus brazos y el aún no se había percatado de eso

- Y claramente tú no eres de ese tipo - comentó Arthur mirando a la pequeña nueva familia que tenía frente a él

Y fue cuando Charlie se dio cuenta de lo que veían sus padres, se sonrojó. No lo admitía, pero en estas pocas horas que llevaba con esa bebé, aceptó para sí mismo que si la quería, tener a alguien más que los dragones con quién convivir no le iba a hacer daño.

- Bueno Charlie. Bill, Harry llegaron anoche, Hermione llegó anteayer, pero ellos están en la habitación de Fred y George, tu habitación está libre, lleva a tu niña contigo, nosotros nos encargamos del desayuno - le indico su madre

- ¿No necesitan ayuda? - se ofreció Charlie

- Gracias hijo, pero no será necesario, insisto, descansa

Se resignó a seguir insistiendo y subió a su habitación.

Leah Charlotte Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora