Capítulo 17

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El molesto sonido del teléfono perforó en su cerebro, y dando un salto se incorporó en la cama.

— ¿Dígame? — su voz ronca por el sueño le resulto extraña.

— Hermione, soy Luna.

Rápidamente sintió el sueño y la pesadez apoderarse de su cuerpo, soltando un suspiro se dejó caer un poco hacía atrás y se apoyó en las almohadas de la cama.

— Hola Luna... — dijo muy débilmente.

— ¿Te he despertado? ¡Oh, lo siento, cariño. No sabía que dormías! — exclamó la rubia a través del a línea.

— No grites — pidió Hermione.

— Bueno, perdón... ¿Tienes resaca? ¿Saliste de fiesta ayer? Es la una y media, no pensaba que estuvieses durmiendo a esta hora.

— ¿La una y media? — preguntó asombrada y abrió los ojos rápidamente.

— Sí, pero bueno... da igual. Sigue durmiendo tú que puedes, sólo te llamaba para saber cómo iba todo.

— Mmm... como siempre.

— ¿Y mi hermano?

Hermione reaccionó. Y buscó a su alrededor a Draco. Se descubrió sola en la cama y una especie de decepción de apoderó de su cuerpo. Pero no debía de sentir nada por el estilo.

— No sé.

— ¿Qué? ¡Ya voy! — Gritó la rubia, hablando con otra persona — Tengo que colgar, Hermione. Después llamo.

— No hace falta, no soy una cría.

— Lo sé, pero bueno. ¡Voy, voy! Me tengo que ir. Hasta luego.

— Luna...

— ¡Ah, una cosa! Te llamaba para decirte que me voy a retrasar una semana más.

— ¿Qué? — pi, pi, pi... El sonido de la línea cortada sonaba en su oído. Hermione se quitó el auricular de la oreja y miró el teléfono como si fuera algo extraño. Después colgó.

¡Maldita seas!, pensó. ¿Cómo que se iba a retrasar una semana más? ¿Cómo se atrevía a dejarla una semana sola con aquel hombre que le había hecho el amor toda la noche?
Ese hombre que la había dejado tan cansada que le había dado la una y media de la tarde durmiendo.

Dios santo. ¿Y dónde estaba ese hombre?

— Al fin se levantó la dormilona — la voz risueña y sensual de Draco la hizo incorporarse en la cama. La sabana cayó destapándola — Bueno... si me recibes así, me olvido del almuerzo y vuelvo a la cama contigo.

Hermione miró hacia abajo y vio sus pechos con sus pezones erguidos para él desnudos.

Enseguida se tapó.

— Mmm...

— ¿No vas a decir nada más... uhm... con más sentido?

— Buenas tardes.

— ¡Y tan buenas! — Dijo acerándose a ella con una sonrisa picarona en la boca — ¿Qué tal has dormido, castaña?

Sin poderlo evitar, una tonta sonrisa apareció en su rostro mientras él la acariciaba.

— Bien... — contestó con la sonrisa aún dibujada.

— Así me gusta, que sonrías...

Él se inclinó sobre ella y acarició los labios de Hermione con los suyos. Ella suspiró.

— Draco...

— ¿Mmm...? — un murmullo bajo, sensual, que la hizo estremecerse.

— Ha llamado Luna.

— Mmm... lo sé.

— ¿Lo sabes? — preguntó sorprendida.

— Ajá... fui a coger el teléfono antes que tú para que no te despertases, pero cuando descolgué estaba mi hermana diciendo que era ella.

— ¡¿Me has espiado?!

— ¡No! — contestó él, riendo por la voz con sorpresa de ella — ¿Has hablado de mí? —preguntó con curiosidad y divertido.

— Pues no...

— ¿Segura?

Una ducha diferente [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora