La verdad sobre la mesa

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Sus ojos de un azul claro me miran con dulzura  mientras coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja. Me sonríe con el mismo amor que me ha venido sonriendo desde que dijo que me amaba. Pero si me pongo analizar creo que he visto esa sonrisa antes hacía mí, antes de decirme que me amaba, cuando estábamos en aquel viaje. Me sorprende que su forma de mirarme no haya cambiado. A veces me despierto y me sorprendo de verlo a mi lado, creo que en cualquier momento él se va a ir, que se dará cuenta que puede estar con alguien mejor. Pero él no se va y todos los días me sonríe con amor y me dice que me ama, disipa mis dudas a veces sin decirme una palabra.

-Bien, te escucho ahora.

Seguimos desnudos en medio de la sala, nuestros cuerpos entrelazados y su mano en mi mejilla me hacen sentir bien y no quiero romper este momento pero debo hacerlo. Me siento en la alfombra y busco mi ropa que ha quedado esparcida en un costado. Jaime hace lo mismo y ambos nos vestimos en silencio, veo que él me esta dando mi espacio para ordenar mis pensamientos.

-Quiero que hablemos del hombre antes que tú, aquel que rompió mi corazón.

Levanto mis piernas y descanso mi mentón en mis rodillas.

-Esta bien, hablemos sobre él.

Sería tan fácil si aquel hombre fuera un extraño, alguien del pasado.

-No digo esto para hacerte sentir mal o porque la idea de dejarte a pasado por mi cabeza por que no es así, como te dije antes yo te amo y por ese amor debo ser honesta contigo. Él fue más importante para mí de lo que te dije...

El sonido de un teléfono irrumpe en la tranquilidad de nuestro hogar. No es mi teléfono porque lo dejé en silencio, es el teléfono de Jaime, él siempre tiene su teléfono con sonido por que lo suelen llamar del hospital. Pero al ver su cara de confusión mientras toma su teléfono y mira la pantalla sé que no es del hospital.

-¿Qué sucede?-pregunta a quién está al otro lado de la línea. Él me da una mirada antes de contestar.-Si, ella esta aquí conmigo. No aún no ¿Porqué?

Muerdo mi labio mientras juego con un mechón de mi cabello. ¿Con quién esta hablando?

-Bien, vamos para allá.

Jaime espera un momento y asiente con la cabeza a algo que dice la persona al otro lado de la línea. Él apaga el teléfono y me mira antes de tenderme una mano para ayudarme a ponerme de pie.

-¿Qué sucede?

-Rafael no aparece.-me dice él.

-¿Lo buscaron en el bar irlandés?

-Creo que fue el primer lugar donde lo buscaron. Sebastián y Mila están en casa de Rafael, Kate y Ciara están en camino. Henry no puede porque esta con Maise.

Una parte de mí se alegra que mi hermano no pueda ir, aún no me siento lista para enfrentarlo después que él me vio a mí y Sebastián basándonos en el jardín. La cena después de eso fue muy incómoda porque podía sentir la mirada de mi hermano, él no decía nada pero podía sentir que me juzgaba con la mirada.

-Bien, vamos con ellos.

Nos subimos a cambiar por ropa más cómoda antes de ir a casa de Rafael. Cuando llegamos vemos a Mila y Ciara en el porche.

-¿Saben algo?-les pregunto a penas me bajo del auto.

Ambos mueven sus cabezas.

-No, tiene apagado su teléfono y no esta en ninguno de los lugares que suele frecuentar.

Por favor, no digas que me amas ✔Where stories live. Discover now