Anatomy of a demon (or a snake)

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Pero también había otras características con las que Crowley no contaba y, en cierto modo, agradecía que así fuera, pues cambiar de piel, lidiar con las temperaturas o tragar alimentos sería una verdadera molestia para él. Eso tal vez tenía que ver con su condición de demonio, pues el sabor de cualquier tipo de comida le era desabrido y en muchos casos algo asquerosa. Los demonios estaban prohibidos de disfrutar de la creación de Dios, por eso, invitar a Aziraphale a comer, significaba ver comer al ángel, mientras que a él le tocaba simplemente pedir cualquier tipo de bebida para acompañarlo.

El alcohol, en cambio, tenía un sabor extraño pero aceptable y a veces agradable en su paladar. Además, la sensación que le daba aquel líquido en exceso en su cuerpo le gustaba, así que todo tipo de bebidas alcohólicas eran bienvenidas para él. Aziraphale siempre buscaba entonces cualquier excusa para brindar y darle el único gusto que su pareja podía darse con él al momento de comer.

Pero a diferencia del ángel, Crowley en realidad no sabía demasiado de su anatomía. Nunca se había interesado en el conocimiento profundo de todo lo que le rodea (él es un ser superior, ¿por qué tendría que hacerlo?) y mucho menos se interesaba en los libros sobre reptiles que ahora Aziraphale se las pasaba leyendo. Por eso, una noche, aquel desinterés lo llevó a escuchar una revelación que consideró, según él, asombrosa.

—Entonces, ¿mañana iremos? — preguntó Crowley

Aziraphale estaba sentado frente a él leyendo un libro sobre serpientes mientras que una taza con cocoa reposaba a su lado.

— ¿Ángel? — llamó aburrido el demonio también sentado en un antiguo sofá

—Oh, lo siento querido— se disculpó —Esto es muy interesante. Aquí dice que algunas especies no necesitan aparearse para procrear. De ellas nacen pequeñas bebés serpientes que son una copia genética exacta de su madre—

—Ajá, genial, ¿iremos mañana o no? —

Aziraphale frunció el ceño fastidiado —Crowley—

—Oh, vamos, ¡has hablado del mismo tema desde hace semanas! He vivido por siglos siendo una maldita serpiente, ¡¿crees que hay algo que no sepa sobre ellas?! —

—Pues, estoy seguro de que no sabías sobre esa peculiaridad hasta ahora—

—Eh... ya ok... bueno... tal vez eso no, pero... ¡pero el resto sí! —

El ángel hizo un gesto de disgusto y cerró el libro, esta actitud hizo que el demonio rodara los ojos de inmediato. Era tarde en la noche y tal parecía que Aziraphale pasaría la noche otra vez con su pareja, algo que estaba pasando bastante seguido desde que tuvieron su primer encuentro.

—Bueno, ¿qué es lo que me preguntabas? — dijo el ángel

—Si mañana iremos a ese restaurant del que hablabas—

—Sí, por supuesto, tendremos reservación— una sonrisa se dibujó en el rostro del ángel

Crowley levantó una ceja y lo miró extrañado por unos segundos — ¿Hiciste una reservación con días de anticipación? —

—No, lo olvidé... pero mañana un cliente tomará su teléfono y cancelará su reservación sin saber por qué—

—Ah, ya te está gustando eso, eh— Crowley sonrió ampliamente, cómplice y orgulloso de la "travesura" blanca del ángel —Por cierto, mira la hora, ya es bastante tarde como para irme, ¿verdad? Cualquier cosa podría pasarme allá afuera—

Aziraphale sonrió divertido mientras se levantaba del sofá para llevar el libro a su lugar.

—Puedes quedarte el sofá más grande si quieres—

—O tal vez duerma en tu cama, tú sabes, para mantener mi temperatura y eso— respondió el demonio

El ángel levantó su brazo para colocar el libro en la repisa superior de uno de los muebles —Bueno, ¿puedo saber qué clase serpiente eres? —

—Ah, ya empezaste. ¿Ahora crees saber más de serpientes que yo? Tú no sabes si quiera hablar Pársel— Crowley levantó sus pies cruzándolos encima de mesa de noche, esbozó una sonrisa divertida y desafiante

Aziraphale rió ante ese comentario mientras ordenada el resto de libros —Oh, buen Dios, ¿y tú sí cuando solo has visto las películas y no has leído ningún libro? Por favor, querido—

Corwley rió divertido—Muy bien, entonces dime lo que sabes. Que sea algo que no sepa—

Aziraphale miró a su pareja —Bueno, si eso es lo que quieres— se cruzó sus brazos y empezó —Existen 2,500 especies y solo un tercio de ellas son venenosas—

—Números más, números menos— Crowley se encogió en hombros

—Utilizan su lengua para oler el aire y pueden pasar hasta dos años sin comer—

—Oh, vamos ángel, esfuérzate—

Aziraphale frunció el ceño sintiéndose algo incómodo con la actitud desafiante del demonio, así que empezó a soltar datos con rapidez para sorprenderlo con la cantidad de información que ahora manejaba.

—Los machos tienen dos penes, las crías nacen con un hueso puntiagudo para poder romper el cascarón del huevo y esta desaparece luego. No comen mientras mudan piel porque se vuelven ciegas—

—Ajá, ya... espera, ¿qué? — respondió el demonio

—Se vuelven ciegas, la muda de piel incluye las escamas de sus ojos. ¡¿Cómo no vas a saber eso?! —

— ¡No! Escuché ¿dos penes? — Crowley bajó los pies de mesita de noche — ¡¿Los machos tienen dos penes?! —

— ¿No lo sabías? — preguntó extrañado Aziraphale

— ¡Yo no tengo dos penes! — se levantó y miró su pantalón — ¡¿Por qué no tengo dos penes?! —

—Los debes tener, pero en tu forma de serpiente, querido—

Ambos se quedaron mirando en silencio por unos segundos, Crowley aún lucía sorprendido.

—Creí que lo sabrías— dijo finalmente Aziraphale —Quiero decir... con la experiencia sexual que tienes... —

— ¡Yo no sabía que tenía dos penes, ángel! —

Aziraphale torció los labios pensando durante un momento —Entonces nunca tuviste sexo estando en tu forma animal... extrañamente asumí que ya lo habías hecho—

—No, ¡no, ángel! ¡De haberlo sabido lo habría hecho! ¡¿Te imaginas las posibilidades de tener sexo con dos penes?! ¡Cargo con los malditos ojos en mi forma humana! ¡¿Por qué no tener los dos penes también?! —

—No estoy seguro de eso, querido—

El rostro de Crowley entonces cambió a una expresión totalmente diferente...

—Quítate la ropa— ordenó el demonio

— ¿Disculpa? —

—Hoy voy a probar eso—

— ¿De qué estás hablando? — Aziraphale entonces entendió las intenciones de Crowley cuando este cambió su cuerpo a una gran y oscura serpiente que empezó a ir directo a él — ¡Espera! ¡Crowley, no! ¡No pienso hacer eso! ¡Crowley! ¡Aléjate! ¡Fuera! ¡Fuera! —

A life without Armageddon [Ineffable Husbands] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora