Meeting Again וEnnisXJack•×

Único Capítulo

En aquella blanca habitacion se apreciaba él sonido de una maquina que marcaba los lentos latidos del anciano que yacía recostado en la cama con una castaña ciertamente joven a su lado cuidandole, con un pequeño y una pequeña tambien, los cuales jugaban entre si para entretenerse en ese aburrido lugar para ellos, hasta que entro un castaño.

Los pequeños fueron hacia el para atacarle con un abrazo cariñoso, ya que no lo habían visto desde hacía ya varias horas atras al momento que habían ido a la escuela. El mayor alzo su mirada hacia su esposa, la cual acariciaba la arrugada mano de su padre, quien parecía estar durmiendo.

-¿Que te han dicho, cariño? -pregunto para acercarse con la menor junto a los niños.

-. . .Dicen que quizas ya no pase siquiera la noche -respondio con la voz algo quebrada, como si fuese a romper en llanto.

-Es la ley de la vida. El cáncer estaba bastante avanzado cuando lo detectaron, ya no hay nada que hacer y menos por su edad -explico acariciando su cabello levemente.

-Ya lo se, pero, estar sin el no seria igual -murmuró para soltar un gran suspiro

-Pero es lo mejor, asi ya no sufrirá y podrá descansar -se acerco a la frente de esta para depositar un suave beso sobre ella.

Sonrió levemente con un aire de tristeza ante lo que dijo su esposo.

Era cierto. El cancer se había detectado tarde, pero aun así hubiese sido detectado no podían hacer nada al respecto por la vejez de su padre.

Soltó un jadeo para indicar que había despertado. Abrio sus ojos para luego mirar hacia donde estaba su hija, la cual miro a su padre y desvío su mirada hacia su esposo, el cual entendio y se retiro de la habitación llevándose a sus hijos con el para que la misma habitación se quedara en un completo silencio, a excepción de la maquina que seguia marcando los latidos del anciano.

-Alma, ¿que tienes mi pequeña...? -pregunto con su voz bastante desgastada por los años.

-Nada, papa -dijo para limpiar sus lágrimas enseguida- Solo hable con él doctor.

-No fueron buenas noticias, ¿cierto? -pregunto para acariciar la suave mano de su hija con delicadeza.

La menor comenzó a llorar nuevamente para negar, tomando entre sus manos la mano de su padre sin siquiera intentar parar sus lagrimas, pues realmente estaba devastada.

-No llores, pequeña. Sabes que nadie puede hacer nada por este viejo, ni siquiera yo. Ya vivi mi vida, es tu turno de que tu vivas la tuya tambien. -explico para toser levemente para luego parar al recibir agua por parte de su hija.

-¿Pero que haré sin ti? -pregunto para dejar el vaso de agua sobre la mesa de noche.

-Ya tienes una familia, ya no te preocupara por tu viejo. Aparte, asi podre reencontrarme con alguien. -sonrio débilmente ante el pensamiento de aquellas palabras

-Muy bien, papa. Si tu eres feliz entonces yo también lo sere, aunque ya no nos volvamos a ver en esta vida. -murmuró la castaña con una suave sonrisa en su rostro.

Llevo su mano temblorosa y arrugada hacia el rostro de la menor, acariciando con suavidad su mejilla aun sintiéndole, mientras ella sostenía su mano contra su rostro para luego besarla dulcemente con su rostro algo húmedo aun.

Se la pasaron asi por unos minutos mas, solo disfrutando de la compañía del otro sin que nadie les molestara, hasta que la tranquilidad se esfumo tal y como llego. Le estaba dando un ataque.

La castaña llamo a los doctores y enfermeras mientras seguia manteniéndose a su lado, tratando de hacer que el mayor respondiera pero no lo lograba. Sus lagrimas había logrado correr con mas fuerza esta vez, siendo alejada del cuerpo del anciano por su propio esposo para que este saliera con ella mientras los expertos trataban de reanimarlo, pero, ese fue su fin.

¿El funeral? Había sido al dia siguiente, a lo que obviamente todos se encontraban de luto, aun mas las dos hermanas que estaban presentes ante el frío y pálido cuerpo de su padre.

Por otro lado, aquel rubio había despertado en un lugar con bastante luz, la suficiente como para que no pudiese notar lo que había a su alrededor. Su vista se fue aclarando poco a poco, y para cuando este ya estaba de pie, logro ver unas montañas junto a un pequeño río.

Su sorpresa fue bastante al reconocer aquel lugar, ese lugar en donde había comenzado todo lo que habia perdido con tan solo leer un postal.

Se miro a si mismo, notando que traía ropa que usaba antes, cuando era mas joven, la misma camisa blanca de cuadros que habia perdido pero había encontrado nuevamente en la antigua habitación de aquel que amaba bastante.

-Llegaste, vaquero -dijo una voz muy familiar detras suyo

Cuando volteo a ver detras suyo, no pudo contener algunas lagrimas, tanto por sorpresa como por felicidad. Asi fue como corrió hacia aquel castaño para abrazarle con bastante fuerza acariciando suavemente su cabello mientras no contenía ninguna lágrima.

-Jack...mi Jack...eres tu... -susurró para ocultar su rostro en su hombro

-Claro que soy yo, ¿quien mas podría estar aqui? -pregunto para reír levemente y besar su mejilla

-No sabes cuanto me hiciste falta desde que te fuiste -se separo para mirarlo

Ahí fue cuando él menor ataco sus labios en un suave y tierno beso como cada reencuentro que tenían. O al menos los que tuvieron en vida.

Bastaron unos segundos para que se separaran mientras él rubio tenia sus manos sobre las mejillas del castaño, el cual, sostenía con suavidad las muñecas de este sin dejar de sonreír en algún momento con un par de lagrimas recorriendo su rostro.

-También me hiciste mucha falta, Ennis. Demasiada y todo fue por mi culpa -murmuro acariciando con su pulgar la mano de este

-Callate, tonto. Solo...solo no me vuelvas a dejar, Jack. Nunca mas, por favor. -pidio para mirarle fijamente.

-No te dejare, nunca mas lo haré -murmuro suavemente.

Él castaño entrelazo su mano con la del rubio para quitar el sombrero de este y correr hacia la cabaña cercana a ese punto, a lo cual el rubio no dudo en seguirle con cierta negación pero de forma juguetona por tal inmadurez de este.

Así es como por fin ambos pudieron estar juntos sin ningun peligro o preocupacion.

Amándose hasta la eternidad.