Quedan 4 días para Navidad

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El acuario. Si, la primera parada es ir al acuario. Si suena extraño, Beca había propuesto el parque de atracciones pero Chloe le dijo lo mucho que adora Aubrey el mar, y que le encanta el acuario así que fue esa la opción. Beca aun así estaba escéptica pero termina aceptando que la pelirroja tenia su punto cuando ve como la rubia se lo pasa genial. 

- Tu amiga es rara, no se como puede entusiasmarle tanto ver peces -dice la morena con una sonrisa que hace ver que bromea mientra mira a Aubrey intentar tocar un pez entre risas-

- Seguro que ahora que te ha visto gritar en la zona de tiburones le gusta mas -responde Chloe riendo-

- Oye, eso no es justo, venia directo al cristal -se queja- 

- Le habrás parecido apetitosa -sigue burlándose la pelirroja- Nada mejor que un bocado de chica gruñona alternativa.

- Seguro que estoy deliciosa y por eso ha venido a mi, solo tienes envidia -contesta Beca con fingida indignación, intentando desviar el tema de ella gritando como si tuviera 5 años-

- Estoy segura de ello, tal vez luego me dejes probarte para verificarlo? -dice de forma juguetona, y Beca poco a poco va pasando por todos las escalas de rojo hasta parecer un tomate balbuceando cosas inconexas- 

La pelirroja suelta una carcajada fuerte y se aleja para ir a donde su mejor amiga observa una tortuga nadar, y la morena la sigue maldiciendo por lo bajo la capacidad de Chloe de hacerla ver como una idiota.

Se pasan cerca de tres horas ahí, mirando los peces, sacándose fotos, y pasando por segunda vez por la sección de tiburones para burlarse un poco mas de Beca. Sin duda, Aubrey lo pasa como una niña toda la mañana, bueno la tres, pero la rubia incluso se compra un pulpo de peluche en la tienda de souvenirs al salir. Lo llama patitas, muy original.

Deciden dar un paseo y charlar sobre la vida un poco para ponerse al día antes de ir a comer a un restaurante cercano. No es un restaurante muy lujoso ni nada del otro mundo, es un italiano de poca monda, pero es suficiente para ellas, y esta cerca de donde han aparcado. Eso si, cuando Beca se dispone a pagar la comida la rubia se lo prohíbe, y tras mucho (mucho) discutir la rubia termina pagando la comida de las tres. 

Las tres vuelven a subir al coche, y Chloe vuelven a ir a un paradero desconocido para la rubia durante 10 minutos. La pista de hielo. También ha sido idea de Chloe porque sabe que es algo que a la rubia también le gusta mucho. Cogen los patines tanto la rubia como la pelirroja empiezan patinar con soltura mientras Beca las sigue como un pato repitiéndose mentalmente que hace esto por Aubrey, aunque cuando se cae por quinta vez decide observarlas desde un banco fuera del peligro mortal que es la pista para ella. Pasan hay un rato largo, hasta que Aubrey y Chloe se apiadan de Beca y van fuera con ella. Y cuando el día parece que no puede ir mejor para Aubrey les queda una sorpresa.

- ¿Ahora a donde vamos? Se esta haciendo tarde -pregunta sentada en el coche-

- Vamos a mi casa Bree

No pregunta mas, supone que es todo y que cenaran algo en casa mientras ven una peli o algo. Pero cuando llegan a casa de la pelirroja esta le pide que toque al timbre ya que no encuentra las llaves, pero claro, es mentira. Lo que ocurre es algo que les ha costado mucho conseguir pero que saben que sin duda es lo que mas va a agradecer del día.

La puerta se abre, pero en vez de abrirla los padres de Chloe la abre el padre de Aubrey y cuando consigue reaccionar se lanza a abrazarlo bajo la atenta mirada de las dos chicas y de lo padres de Chloe y la madre de la rubia desde dentro de la casa.

La rubia se separa de su padre y se da la vuelta rápidamente para abrazar a las dos bellas.

- Gracias gracias gracias -dice la rubia medio llorando- .

- Feliz Navidad -dice Chloe como respuesta y Aubrey se separa para mirar a su mejor amiga-.

- ¿Como lo has hecho? -la pelirroja sonríe y antes de poder hablar el coronel interrumpe-.

- Recibí unas 25 llamadas de distintas personas del ejercito diciéndome que una chica no hacia mas que llamar e insistir en que volviera a casa aunque fuese un día para estar con mi hija. Y no pude negarme. -explica encogiéndose de hombros con una sonrisa-

- Oh dios, muchísimas gracias Chloe

- En realidad no fui yo.

Chloe mira a Beca haciendo que la atención de la rubia se desvié también a ella y su cara lo dice todo, no puede creérselo, pero eso no impide que se lance a abrazarla.

- Muchísimas gracias -agradece mirando a la morena con total sinceridad-. A las dos. Dios mio no os merezco.

- Por cierto Beca -dice el padre de Aubrey interrumpiendo el momento de nuevo y haciendo que la morena se ponga nerviosa-. El ejercito me ha pedido que te haga prometer que no volverás a hacer algo así, están ocupados y no pueden recibir más de 100 llamadas en un día de la misma persona.

- Eh... Yo... Si señor. No volveré ha hacerlo. -responde nerviosa, mirando a Chloe y Aubrey pidiendo ayuda, aunque solo recibe miradas divertidas-

- De todas maneras, muchas gracias por hacer esto por mi hija -expresa cuando ya ha dejado de torturar a la morena, y esta se relaja-.

- De nada señor.

Al poco Aubrey se va junto a sus padres a pasar la noche y todo el tiempo que puedan en familia, y Beca y Chloe entran en casa de la pelirroja, ya que la morena va a quedarse a dormir.

Cenan con los padres d la pelirroja contándoles todo lo que han hecho durante el día (sobretodo hablando Chloe, ya que todos sabemos como es Beca), y con mínimo un montón de agradecimientos por hacer esto por Aubrey, porque para los Beale la rubia es como una hija. Eso provoca que la morena este roja la mayoría de la cena, porque no sabe como actuar ante halagos o tanta gratitud, pero  por suerte Beale menor la salva llevándola a su cuarto.

Tras un rato las dos bellas se encuentran tumbadas en pijama sobre cama de la pelirroja en silencio, solo iluminadas por la pequeña luz de la mesilla de noche. Las dos irradian felicidad por como ha salido todo, pero Beca incluso más. Los días cumpliendo esa lista siempre le han encantado desde pequeña, y este año, parecía que iba a ser realmente malo. Pero Chloe ha sido una gran acompañante, y no sabe muy bien como se siente respecto a ella.

- Se que no ha sido lo mismo para ti, que no habrá sido tan bueno, pero me alegra haber pasado tiempo contigo haciendo esto, ha sido increíble. Gracias por incluirme Becs -se sincera Chloe rompiendo el silencio-.

- Ni mejor ni peor Chlo, solo diferente -dice con un tono suave-. Y también me lo he pasado genial contigo. Me alegra que estés conmigo.

Las chicas se quedan mirándose en silencio, totalmente perdidas en la mirada de la otra. Tanto azul bebe como medianoche no reflejando nada mas que amor. Y en ese momento, Beca no entiende porque, pero no quiere dejar de mirarla. Su vista se desvía lentamente a los labios de la pelirroja y se siente confusa ante los sentimientos que surgen en ella.

Parpadea y se gira cohibida ante toda la nueva información que procesa su cerebro. Cierra los ojos sin atreverse a mirar a su amiga y lentamente se queda dormida.


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Os prometí que iba a ser mas largo, espero que os este gustando.

La lista de Navidad - BechloeOù les histoires vivent. Découvrez maintenant