VIGILANDOLES (Gemeliers)

ADIÓS

Pasara lo que pasase, yo nunca lo iba a descubrir. Mi madre me llamó en ese momento diciéndome que me iba.

-No, pero ahora no me puedo ir. 

-Tienes que irte. Es por tu seguridad.

-Que no quiero irme, joder.

Las chicas me miraban confusas. Paula se desmayó y la llevamos al hospital. Mientras, seguía hablando con mi madre.

-¿Me puedes explicar por qué me tengo qué ir?

-Unos maigos de tu padre te iban a conseguir un trabajo en Mallorca.

-Mamá, tengo trece años, ¿qué dices?

-Tendrás que empezar a trabajar ya. No hay otra solución para que salgamos de esta.

-Buuf, odio cuando te pones así y tengo que empezar a preguntar para que termines de explicar. Dímelo YA.

-Vale, vale. Hemos perdido el trabajo, ahora mismo vamos de camino a Sevilla y te vienes con nosotros a Mallorca.

En ese momento fui corriendo a avisar a las chicas. Entré en la habitación donde estaba Paula. Ya estaba bien. 

Se lo expliqué todo y luego fui a casa de Ari para despedirme de ella. Sabía que lo tenía todo perdido. Ya no podía hacer nada.

-Ari, me voy-dije con lágrimas en los ojos.

-Pero ¿no te dejaban?

Se lo conté todo. Me despedí de ella llorando, pero antes me contó lo que le pasaba a Jesús.