VIGILANDOLES (Gemeliers)

El nuevo profesor de pádel

Por las mañanas iba a ir a jugar al pádel, y luego por la tarde a montar a caballo. Algunas tardes después de comer, íbamos a hablar con Jesús y Dani por Skype. Sabía que iban a ser las dos mejores semanas de mi vida. Pero claro, sólo eran dos.

-Pero venga, dale mal, que odio perder-se quejaba Álvaro mientras yo no paraba de reirme.

-Pero venga, dale mal, que me encanta ganar-meburlabade él.

Pasamos la mañana entre risas. Luego fuimos al bar de las pistas a beber algo. Allí nos encontamos con unas gemeliers, lo que fue bastante gracioso.

-Holaaa, ¿sois amigos de los gemelos?-preguntó una de las niñas muy emocionada.

-Jaja, ella sí, y yo...pues de hola y adiós.

-Dioss, ¿me firmas un autógrafo, por favor?-me dijo otra de las niñas.

-Uuu, mira, me he hecho famosa de repente-dije haciendo reir a Álvaro mientras le firmaba una camiseta a la niña.

Otra me pidió una foto, y otra niña otra foto, así que decidí hacerme una foto con todas de golpe, porque eran muchas.

Cuando las gemeliers se fueron a seguir viendo la urbanización, nos sentamos en una mesa del bar.

-Madremia, pues menos mal que hyo no soy su amigo, porque esto me estresaría muucho.

-Jaja, ya. Oye, ¿te puedo confesar una cosa?

-Sí, dime.

-Pues que yo también soy gemelier. Jesúa y Dani son mis ídolos desde que salieron en Laa Voz.

-Pues no se te nota.

-Ya, es que yo soy muy discreta para estas cosas-dije divertida.

Al rato entró el presidente de la comunidad acompañado de un chico jóven y muy guapo. Tendría unos veintipocos años, y a juzgar por su figura, se notaba que se cuidaba.

-Uuu, mis brags se han volao-dije yo.

-¿Qué?-preguntó él extrañado.

-Nada, Álvaro. Cosas de chicas-él esbozó una sonrisa.

-Vamos

-¿A dónde?-me respondió mientras yo tiraba de su brazo.

-Hola, chicos, ¿qué tal?-preguntó Manuel, el presidente.

-Muy bien, ¿no nos presentas a tu acompañante?-dije poniendole ojitos al chico.

-Hola, soy Sergio, el nuevo profesor de pádel

-Pues te aseguro que yo voy a ir a toditas tus clases.

-Eso espero.

Cuando se fueron ví que Álvaro estaba sentado en la mesa sin poder parar de reirse.

-Eh, ¿y tú de qué te ríes?

-JAJAJAJAJA, discreta para unas cosas, pero para otras...-dijo él entre carcajadas.

-JAJAJA, la verdad es  que para esto no soy muy discreta.

-Se ve, se ve.