Capitulo 14

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El cielo cada vez se hacia más oscuro y pese a que el sol ya se había ocultado completamente por lo largo del horizonte, el cielo seguía teniendo aquellos tonos de naranja, azul y violeta, lo cuales poco a poco desaparecían para darle paso a la inmensa oscuridad y su manto estrellado.

–Es una hermosa noche.–La intensa voz de un muchacho pelinegro se hizo presente por uno de los pasillos mientras caminaba junto a su dama acompañante y cuatro soldados que le escoltaban.

El bien apodado "Bestia", se encaminaba a la sala principal en la cual solía realizar convivencias de vez en cuando, en la sala se encontraba una enorme mesa con innumerables asientos al rededor de esta. En dicho lugar, se encontraban nueve de los diez presentes solicitados para cenar en el palacio junto al Señor.

"Nueve de diez, nueve de diez, nueve de diez..."

Era el persistente pensamiento que mantenían aquellos nueve jóvenes que esperaban en la sala de convivencia por su señor feudal. Tres futuros sacerdotes y seis futuros curanderos. Todos temiendo por el mismo motivo; el joven que no yacía presente en el mismo lugar con ellos.

"Probablemente sea ejecutado"

Otro pensamiento que compartían aquellos jóvenes hasta que desde no lo muy lejos, en todo aquel silencio que reinaba el palacio, se escuchaba la voz de la tan temida Bestia, la grave e imponente voz cada vez se escuchaba más cercana. Por ende, a los jóvenes, se le dificultaba mantener la tranquilidad e inclusive poder respirar de manera regular.

Hasta que cruzo la puerta, aquella figura tan esbelta, de gran estatura y de ojos brillantes. Unos hermosos ojos multicolor, que parecía una fantasía que solo es posible verlo en un sueño.

–Bienvenidos, jóvenes soñadores.–Saludo de manera educada y respetuosa el pelinegro mientras mantenía en su rostro una expresión aparentemente relajada.

–Gracias por la invitación, es un honor y estamos agradecidos por ello, mi señor.–Hablo uno de los jóvenes curanderos que a diferencia de la bestia no poseia una voz tan grave.

–Lo se, ¿Acaso no es un lujo estar aquí por qué vuestro propio señor les solicito? –Comento el hombre de cabellos negros, mientras se acercaba al grupo de jóvenes, quienes todos se mantenían parados totalmente derechos y con la cabeza alzada. Todos sabían muy bien que a la Bestia le gustaba observar bien los rostros de sus vasallos. Aparentemente el Señor feudal poseia una memoria Eidética, más bien conocida como memoria "Fotográfica", con tal habilidad, recordaría muy bien aquellos que se quisieran pasar de listos.

–Veo que todos son muy jóvenes, díganme sus edades, quiero saberlo.–Demandó la Bestia mientras procedía a sentarse en el asiento principal de toda la mesa, a la "cabeza" de esta.

Los primeros en responder fueron los curanderos, quienes en cuanto a edad no sobre pasaban los 23 años y el menor de estos tenía apenas 17 años.

Los siguientes en responder fueron los sacerdotes, el mayor de estos era Wirt, con 26 años recien cumplidos, luego le seguía un joven llamado Louis, quien tenía 23 años y por último Samuel quien compartía la misma edad que Louis.

–Para ser el mayor de todos te ves más joven. –Aquella temible voz nuevamente se hizo presente, está vez dando una especie de cumplido al joven sacerdote.

–Una buena alimentación y ejercicios físicos ayudan mucho a mantener una apariencia decente.–Fue la respuesta del joven castaño, mientras cruzaba mirada de manera fugaz con el pelinegro.

–No esperaba que un sacerdote se ejercitarse, una vez que ingresan al monasterio dejan de preocuparse por su apariencia y cuidado personal. Ustedes que son jóvenes procuren no terminar como sus superiores.–Fueron las palabras que compartió el señor para luego alzar una mano y comenzar a apuntar a cada uno de los jóvenes, los estaba contando.

Mi Lealtad ||Yaoi Multifandom|| Where stories live. Discover now